/¿Estás buscando pareja? ¡Entonces suerte con eso!

¿Estás buscando pareja? ¡Entonces suerte con eso!

Hace como un mes que no escribo muchachos. Si, seguro que pasaron muchas cosas de las cuales se quieren enterar. En algún momento les contaré. Igual, lo importante es saber que uno sigue vivito y después deduzcan lo que viene.

Estamos en Abril y yo en primavera. Cualquiera. Alergias y más alergias a flor de piel y sistema respiratorio. Pero a pesar de las alergias y como dicen las malas lenguas, la estación del amor. De todas formas lo mágico de esta época es encontrar pareja, una que sirva más que para cebar un mate e intercambiarla en un trueque por un kilo de milanesas.

Igual y dándole la cara a la realidad, encontrar pareja da paja. Vamos gente.  En Joliwod les mintieron, no existen esos amores a primera vista. Esos en los que se chocan dos extraños en plena ciudad de Nueva York y no se putean, sino que se piden perdón y se invitan a Starbucks a tomar café de cuatro dólares.  Y ustedes tampoco me vengan con que amaron a una persona desde el primer momento que la vieron. Lo que les paso fue la caldera de hormonas reprimidas y encarceladas por vaya uno a saber cuanto tiempo saltaron cual fuego artificial en año nuevo.

Para variar, antes de enamorarse pasan muchas cosas, pero sobre todo hay que hacer miles más… Hablo por todos, mujeres, hombres y marcianos. Primero hay que conocer al sujeto. Eso es un tema, sobre todo si sufrís de algún tipo de trastorno obsesivo compulsivo o si de por sí sos minita por naturaleza o un boludo importante. Por lo general ¿a donde conocemos al sujeto? En alguna reunión, fiesta, velorio. Es más fácil, sino da, te das vuelta y seguís charlando con la siguiente victima o en caso de que se nos ponga denso el asunto. Se huye por la derecha. Porque mírenlo por este lado, si conoces alguien de la facu o laburo pueden pasar dos cosas. Te encanta. Novios. L@ ves todos los días. ¡¡Suerte con eso!! Sale todo genial. Novios. Termina todo para el orto. L@ ves todos los días. ¡¡Muchísima más suerte!!

Ahora, supongamos que fuimos a la fiestita, charlamos. Terminamos intercambiando nombres de Facebook. Agregado y al día siguiente ves todas las fotos, lees el muro incluyendo las publicaciones de hacen una semana y si te da el tiempo también revisas los enlaces. ¡Uh se conectó! Pasame el cel. Salen un par de veces y ahí te das cuenta que te gusta, o la palabra justa para lo que uno siente en ese momento es: Te encanta (no es una palabra pero me la soban todos juntos, son dos). No te calienta que tenga una foto con un Rolling ni que sea Kishnerista y tenga una publicación hablando de Moyano en forma positiva. A vos te encanta. Ahora (otro ahora). ¿Vos le encantas también? Supongamos que si, que en el caso de las minitas las minitas dieron el positivo y en el caso del boludo los amigos lo envidian porque está lo suficientemente fuerte como para llevarla a la fiesta de fin de año o al casamiento del primo Cholo. Entonces, los dos hablan mil horas  por el Chat del facebook todos los días. Les empieza a ir para el orto en la facultad o en el caso del laburo, empieza a colgar de un hilo de baba, de la misma baba que derramas por el o ella. Pero ojo al piojo, no son nada más que buenos amigos que se tienen todas las ganas pero el tema de “la voy a cagar” está ahí siempre presente. Miedo, mucho miedo de que si te apuras todo se arruine y pierdas lo que puede ser una hermosa amistad. Ahora, por ahí no te apuras y por el otro lado ya encontraron otra historia y vos pasas a estar estacionado en segunda fila. Bueno, sigamos con las suposiciones cuasi perfectas. Están caminando por la peatonal y entre chicha y limonada. Se comen. Que tiernos, besa para el orto, pero no te calienta porque te sigue calentando, perdón, encantando igual. Se trabaja el tema del beso y oficialmente tienen algo.

Goma. Todos quieren Goma. Acá es donde la pregunta ¿la cago o no la cago? Esa es la cuestión. Vamos gente, después de comerse como adolescentes en el bondi vos hervís como pava de viejo con Alzhéimer. Pero ojo. Los dos están igual, entonces salen las conversaciones de sexo y se comparten fantasías. Ojo con las no convencionales, no incluyan animales en esas fantasías porque la calentura de la otra persona deja de existir inmediatamente. Que pasa cuando los dos coinciden, termina en un telo barato o medio pelo, porque vieron que cuando uno esta a punto caramelo el telo del barrio es el más cercano. En fin, pasa lo que tiene que pasar y en el peor de los casos el o ella garcha para el orto, pero seguís más o menos enganchado y le hechas la culpa al nerviosismo del momento. Ya se te fueron un par de expectativas y suelen pasar dos cosas. O queres borrarte como Dios manda de la relación, porque aceptas que la química no funciona como cuando eras un adolescente. Y seamos sinceros, nunca la química es tan real como pensamos que iba a ser. O la otra que pasa es que decidís darle tiempo al sexo y practicarlo para mejorarlo.

En el caso de la segunda opción pasa que las cosas se empiezan a poner de color serio. No me pregunten que puto color es ese. Todavía no lo descubro, lo que si se, es que cuando las cosas se ponen de color marrón no andan bien, y ni les cuento del negro. En fin. Todo sale como la revista Cosmos manda y todo está tan bien que te empiezan a entrar más dudas que cuando compras alfajores de marcas raras. Vos le seguís poniendo onda, pero alguno de los dos salta con “necesito un tiempo” “no sos vos soy yo” (esa no se la crean ¡eh!) y se va todo a la misma bosta. Vos empezás a escuchar The cure otra vez y te das cuenta que estás tocando fondo cuando Emanuel Ortega años 90 está en tu lista de reproducción. Pegate un tiro y pare de sufrir. No se refugie en ninguna secta y el mormon no pasa a ser un amigo, sigue siendo una molestia. Siempre.

Pasa el tiempo y vos ya no estás tan pendiente como antes. Ya dejaste de cruzarte a tu ex pareja por varias razones. La más probable es porque te está evitando a vos y a tus caritas y escenas. Pero las ciudades son tan chicas cuando al mismo tiempo son tan grandes. Tu capacidad de sacar el clavo con otro clavo es minima, pero existente. Pasaste por varias manos y manoseaste bastante. No mientan. Siempre pasa.  Pasa también que un día, el menos esperado caminando por pleno centro te encontrás, saludas y te vas a tomar un café. Todo es buena onda y vos cruzaste la línea de peligro otra vez, te vas metiendo en la villa miseria. Ojo con eso. El otr@ va a endulzarte otra vez, vos estás hecho un mendolotud@ nato y es ahí cuando viene la propuesta del telo. Aceptaste. Chau nos vemos en la otra vida.

Ahora puede que todo el mal panorama no pase, vos seguís contento. Sexo diez puntos, Le sacaron viruta a toda la casa. Ya están viviendo juntos, compartiendo el nidito de amor. Se bancan todas. Cagar con la puerta abierta, la novela del mediodía, dejar el mate sucio, las migas en la mesa, la ropa sin planchar, el lavarropas roto. Son de todo corazón. Quedó embarazada. ¡¡Suerte con eso!!

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