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En la semana del culo: ¿Es cierto que el culo garpa?

Terminaba de escribir mi nota de la semana, ya casi colocando el punto final, y escucho ¡tilín!.. mail de Conep. El muy desgraciado avisaba que la próxima iba a ser la semana del culo. Sí sí decía el desgraciado, el culo garpa, así que escriban sobre culos. ¡Cagamos! -pensé- se tinellizó el jefe. Pero como yo soy una tipa muy rebelde, me propuse demostrarle a mi propio patroncito que está equivocado. Que no es así, el culo no siempre garpa. Y la mejor prueba de ello fueron las elecciones del domingo pasado.

El pueblo limpia, serena y libremente dio su veredicto. Tenemos Cristina para cuatro años más. Al que no le guste, pecho, diría mi abuela. Esto es democracia pura. Al que no le guste, que cierre el upite o que mueva el culo y trabaje para generar alternativas de oposición coherentes y superadoras.

Sin embargo, hay algo que me tiene las bolas por Malargüe, o mejor dicho, con el culo dado vuelta. El mismísimo día de las elecciones, cuando apenas se empezaba a comunicar que Cristina arrasaba, los facebooks se llenaron de comentarios alusivos a que la presidenta ganaba porque la votan los vagos ignorantes que no trabajan, se rascan el orto y viven de subsidios. Ese es y seguirá siendo, para algunas mentes chiquitas, su único mérito.

Al ver que éste – la existencia de vagos- era el motivo de queja principal, se me llenó el culo de preguntas… y me puse a pensar. Llegué a la siguiente conclusión: si tanto le molesta a la gente bien que haya gente (que vendría a ser la gente mal) que cobra una asignación supuestamente sin mover el traste, sin trabajar, pues entonces es porque a ellos trabajar les molesta. Y entonces la solución es muy sencilla: no trabajen y vivan de subsidios. Nada se los impide. Con cuatro chicos, deberían pasar el mes con algo de ochocientos pesos. Podríamos proponer un intercambio, un role playing, algo que vendría a ser como ponerse en el culo del otro. Que uno de estos quejosos cambie su trabajo en blanco, que seguramente puede ejercer porque tuvo la oportunidad de estudiar y formarse a alguien que actualmente no lo tiene o trabaja precariamente o en situación informal. En una segunda sesión, que imagine cómo sería su vida si ni siquiera cobrara la asignación para alimentar, sanar y mandar a sus hijos a la escuela.

De cualquier modo, decir que son unos vagos y que cobran dinero sin trabajar es en cierto modo una falacia. Porque muchos sí trabajan pero de modo informal. A lo mejor ese vago del que te quejás es el hijo de tu empleada doméstica, o el del hombre que arregla el jardín de tu casa, o el del que pintó el frente, o el de la modista que arregló espectacularmente bien el vestido que usaste en el último evento. Cada uno de ellos merece cobrar el equivalente de lo que cobra cualquier hijo de trabajador en blanco como salario familiar. A lo mejor ese vago del que te quejás es el hijo de tu ex compañero del secundario en los noventa, ese que tuvo que dejar la escuela porque los padres no podían ni querían bancarlo porque estaban resentidos y sin trabajo y entonces quedó a la deriva intentando criar a sus propios hijos como pudo.

Ahora, si de ganar plata sin trabajar se trata, resulta que en el mundo hay muchos que ganan plata sin trabajar. ¿O qué está haciendo el dueño del -pongámosle Struffencullien Bank- cuando se pega unas vacaciones en Ibiza mientras sus empleados trabajan para él? ¡Está ganado plata sin trabajar! ¡Ah pero no… esto no es una tragedia! Este es un tipo con orto, no un tipo que se lo rasca.

Donar la ropa vieja que ya no se usa y el paquete de fideos berreta que está hace siglos en la alacena es una actitud propia de un alma caritativa y solidaria. Apoyar la política social del gobierno es de mierda intelectualoide, oficialista, obsecuente y vendido. Recibir las donaciones de ropa vieja y fideos berreta es de pobre gente agradecida que ya se ganó un lugar en el cielo. Cobrar la asignación universal es de vago, ignorante, delincuente y víctima maliciosa y aprovechadora del peor clientelismo.

Que quede algo claro: las asignaciones intentan paliar los efectos de años de postergación y abandono hacia los sectores más desprotegidos de nuestra sociedad. Constituyen una garantía para el cumplimiento de derechos básicos de niños y adolescentes como la salud y la educación. No es la Argentina es único país del mundo en que se aplican este tipo de políticas inclusivas.

Creo que es hora de bajarnos del pedestal desde el que estamos acostumbrados a mirar la realidad, o de poner en culo en remojo con respecto a algunas ideas clasistas y retrógradas. La gente no es chota, la gente no come vidrio, la gente no entrega el quetejedi así como así. La gente apoya este gobierno porque le ha brindado soluciones reales a su vida cotidiana. Yo me rompo el orto laburando y estudiando. No soy una vaga. Y voté a Cristina. A mí nadie me compró el voto. Simplemente considero que si a un chico le brindás acceso a nuevas tecnologías que le permitan acortar la brecha digital y obligás a sus padres a vacunarlos y mandarlos a la escuela, le mejorás su futuro. A una persona que vive en una sociedad que le reconoce y respeta su identidad sexual, le cambiás su presente. A una persona que recupera su identidad por políticas activas de derechos humanos, le recuperás su pasado, y le cambiás para siempre su presente y su futuro. A una mujer que trabajó toda su vida en situación informal y a los sesenta años puede cobrar su jubilación de ama de casa, le reivindicás su pasado y le cambiás también su presente y su futuro.

Cristina ganadora con el 54% y Binner segundo con el 17% son resultados que nos están hablando de un país que está cambiando. Y eso está re bueno. ¿Y eso que tiene que ver con el título de la nota? Nada. Y eso también está re bueno. El culo no siempre garpa. Lo que garpa es la dignidad, la igualdad y el respeto a los derechos fundamentales de las personas. Eso sí que garpa. Al que no le guste, ya sabe dónde meterse esta nota. Sí, ya sabe, como me dijo una vez un amigo, en el caño de la verdura.

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