• A nadie importante le calienta si es o no “evaluada por Coneau”
• Las ancianas jamás denuncian las violaciones.
• La mejor forma de pedir forros en una farmacia es preguntar por “ropita para este bebito” al tiempo que te señalas el pillo.
• Miguel Rodríguez ya no causa gracia cuando se tienta.
• Por alguna extraña razón, completamente inexplicable, todos los hombres engordamos entre tres y cinco kilos los primeros dos meses de casados.
• El ruido de que se te cerró la puerta, cuando te has olvidado las llaves adentro, es cómicamente desesperante.
• Cuando vuelvas a buscar ese pantalón ya va a estar vendido.
• Apurar la caca deja un recuerdo imborrable en bidets y toallones.
• Estar vestido demasiado elegante para una ocasión es igual de feo a ser el peor.
• Los policías no leen libros de autoayuda.
• El que te promete darte el regalo después de tu cumpleaños, jamás cumple.
• Los rugbyers no saben hacerse nuevos amigos de viejos.
• A todos alguna vez se le rompió o perdió el celular, incluso hay un 37% a los que se les cayó al inodoro.
• Los padres tienen esa espantosa costumbre de creer que vos “¡¿sabes quien es él o ella?!” justamente delante de él o ella.
• Cuando cumplas 18, el boliche va a ser para mayores de 21 y cuando llegues a los 21, el mismo será para mayores de 25. Cagándose en vos una y otra vez.

Estimados fanáticos del más groso del mundo, del más sabio, picante, audaz, mordaz, locuaz, az az de todos los tiempos, o sea yo, les comento que están a escasos días de poder disfrutar de la obra literaria más importante que ha dado la historia de la humanidad… de todos los tiempos, pasado, presente, futuro y pluscuamperfecto simple, o sea mi libro, escrito por mi, o sea por Fernando Hidalgo, o sea yo. Bueno… nada, no hubo ni habrá libro mejor ni en castellano, ni en inglés, ni en latín ni en esos otros idiomas chotos, como el chino o el portugués que a nadie le calientan. Lo voy a cobrar carísimo, porque amerita, en Jenny va a salir cerca de $732, pero… se lo van a poder descargar gratarola por acá. Yo se que seguramente se lo compren, porque les he dado tanto que gastarse esa miseria en mí les va a resultar un chascarrillo, pero bue… calculo que debe haber uno que otro «Ricardo Mur» que se lo baje. Falta poco… muy poco. ¡Paty te quiero!