Para pasar este tremendo frío que estamos padeciendo, hay solamente dos opciones, dos caminos que elegir. Cuchara o paja, cuchara versus paja. ¿Quien gana? ¿Quien es mejor? ¿Cual de estos dos elementos es más recomendable para pasar el frío?

Cucharear es hermoso, siempre y cuando tengas donde meter la cuchara. Estar calentito como introduciendo una cuchara en una lasagna es fantástico, ya te toque ser la cuchara (y adjuntarte a más no poder) o la lasagna (y ser hasta cuasi-violada/o por los más vigorosos y calentones) es lo mejor que te puede pasar. Ahora… el tema es que la cuchara es de a dos (postre y elemento metálico) y no solamente muchas veces pasa que estas más solo que Hitler en marcha por el orgullo gay, sino que la otra persona también tiene vida la cual atender y no puede estar ayudándote a pasar el frío y disponible todo el día par vos.

Es por este motivo que aparece la muy antigua y querida paja, yuyo tan indispensable para encender el fuego. Esa herramienta a la que podes acudir a cualquier hora y lugar. Se halla en el baño de tu casa, contra la butaca del bondi, en la oficina, en el banco de la secundaria, en la cola del banco nación, en el cine, en el auto mientras manejas o simplemente en tu cama, dejando pegotes por doquier o bombachas manchadas. Lo lindo es que esta disponible full time y si te da el cuero (y el cuerpo) podes recurrir a este mágico elemento varias veces al día.

¿Quien gana contra este invierno?