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Dime qué fan page “te gusta” y te diré quién eres

Se acusa a este gobierno de fomentar la crispación, la violencia, el fanatismo, de no respetar al que piensa distinto. Un análisis cuanti y cualitativo de los grupos, páginas y frases creadas en facebook, nos lleva a preguntarnos quiénes son en verdad los profetas del odio. Quiénes en verdad predican la soberbia.

El nivel de violencia y agresividad que exhiben algunos de estos grupos definidos como contrarios al gobierno de Cristina Kirchner es alarmante. Saltan a la luz el odio, el machismo, el desprecio –uno de estos grupos exhibe como foto de perfil la siguiente fórmula: foto de chorizos más foto de un tetra igual: cara de Cristina- y el resentimiento latentes  en nuestra sociedad. Los grupos o páginas que utilizan la palabra odio e insultos para referirse al gobierno se cuentan de a cientos y cientos. Raro. También se cuentan de a cientos los que apoyan o defienden la gestión.

Y si nos animamos a ir más allá, y dejamos las aburridas disquisiciones sociológicas para entrar en el terreno psicológico, llegamos a una conclusión: la gente está colifa. Rayada.  De la nuca. A este análisis podríamos llamarlo: dime qué  grupo anti-K te gusta y te diré quién eres (aclaro que los errores ortográficos son porque no he adulterado nada en los originales).

  • El adolescente cheto, nene de papá, que va a la escuela privada, el hijo del mendolotudo de clase media alta: estos individuos hacen click en Querida Cristina Fernández de Kirchner: nos dirijimos a usted, nosotros, los adolescentes de la Argentina. Nosotros que no podemos pasear por las calles cuando nos de la gana, porque nunca falta el negro que te afana lo poco que tenemos, nosotros que tenemos que ver como el 50% de país no hace absolutamente nada, y escuchar a nuestros padres decir “estudia para ser algo el día de mañana”. Nosotros que tenemos que comernos paros de de las líneas de colectivo, los panfletos de Vote k y ni siquiera estamos en el padrón, las calles cortadas a cualquier hora, la gente quemando gomas y cortando el puente. Nosotros que tenemos que ver a nuestros viejos romperse el lomo todos los días mientras a otros les subsidian hasta las motos, que ensima son las que terminan choreandonos. Nosotros que ahorramos todo el año para comprarnos un celular o una notebook, y tenemos que ver como en otras escuelas se las dan de regalo para que estudien y terminan usándolas para poner su música asquerosa en el colectivo o para vender y comprar vino.
  • Este grupo o frase es preocupante y da para un análisis mucho más serio y  más profundo. Se podría desglosar en mil partes- tarea para una próxima nota-. Por lo pronto, vamos a decir que es la futura derecha argentina. Ojalá algún día podamos desterrar este modo de pensar. Por suerte en este caso estamos a tiempo.
  • El adolescente cheto, nene de papá, aburrido y con poca materia gris: “Cristina, estoy aburrido, me financiás la Play 3 vieja puta”. 9 miembros. No hay mucho más que decir.
  • El nene envidioso: “A mí tampoco me dio netbook Kretina”. Le gusta sólo a tres personas. Parece que el resto ya pudo comprarse su notebook, o tiene un  equipo en casa.
  • La hueca superficial: “Cristina subsídiame las lolas, plan tetas para todas.” Esta frase loca le gusta a 126.496 personas. Increíble pero real. Y me deliraron con lo de la tetocracia. Hay una relación muy profunda entre tetas y política. Esto viene a ser la tetocracia socialista. Todos tenemos un zurdito adentro. El corazón está detrás de la teta izquierda.
  • El alcohólico: “Cristina, dejanos salir la noche antes de las elecciones que capaz que en pedo te votamos.” Su vida no tiene sentido sin la festichola  del sábado, necesita tomarse unas copitas para encarar una minita, y también para votar como corresponde. El primer paso es reconocerlo.
  • El tele-adicto: “Yo odio a Cristina cuando corta los programas”. Bueno, mientras no le cortan la tele el flaco banca el proyecto. Es un poco exagerado lo del odio: podría decir “me molesta”.
  • El confundido: “Que Cristina Kirchner y Cris Morena dejen de lavar cerebros”. La comparación da para un libro entero, que podría titularse: “Dos mujeres que hicieron la Argentina”.
  • El perdedor: “Sí al debate obligatorio entre Elisa Carrió y Cristina Kirchner.”
  • El creyente: “Dios dejanos a Gustavo Ceratti  y te mandamos a Néstor y a Cristina.” El hombre reza en el face. Aunque no lo crean, existen especímenes de este tipo. Para colmo de males es el típico creyente de la clase media mendolotuda. El que cree que con Dios se puede negociar. Yo te rezo 5 padrenuestros, vos me hacés aprobar Economía III.
  • El sexópata salvaje: Te doy hasta que Cristina Kirchner haga algo por la Argentina” (671 personas) o “Te doy hasta que Cristina se deje de hacer cirugías”.  ¿Por qué no la Alfano, la Moria Casán, la Zulema Yoma? En esos casos llegarías a practicar sexo tántrico. Y también están los que a nivel inconsciente están cachondos con la presidenta: “Daría lo que fuera por ver perrear a Cristina Kirchner» (71 personas). O Que Cristina Kirchner me chupe un huevo”(52 personas que fantasean con Cristina: yo a los cincuentipico me daría por satisfecha.)
  • El depresivo: Odio despertarme en las mañanas y que Cristina sea presidente.” 14 personas. ¡Pará loco!, la vida es corta, la gente con Cristina está contenta… Me atrevería a decir que allí hay problemas más profundos.  Prozac para todos.
  • El gracioso frustrado: “A que encuentro 1000 personas que piensan que Cristina Kirchner tiene botox”. Lo mejor es esto: ¡le gusta a 99 personas! No llegó a las 1000. Dedicate a otro tipo de humor papito. ¿Y si tiene botox qué? Mi mamá tiene várices y no ando apostando boludeces en el facebook. Mi tía se tiñe de rubio, le queda feo y nadie se queja.
  • El militante fracasado: “Mil personas para que Cristina deje la presidencia”. Esto le gusta a 26 personas. Cero poder de convocatoria. Pero si vamos más a lo profundo: ¿Qué joraca cambia si 1000 personas hacen click ahí?????? A ver… la democracia es el gobierno del pueblo, si quieren bajarla, gánenle en las elecciones. ¿Serás fan de Ricardito Alfonsín vos?
  • El cholulo: el nivel de colifata de estos tipos es supremo. Y se burlaron de mis teorías sobre la Granhermanocracia: “Prefiero votar a Cristian U como presidente antes que a Cistina Kirchner.” O “Madonna sería mejor presidenta que Cristina.” Si ustedes dicen… probemos un tiempito, a ver qué pasa.
  • El cheto que fue a colegio bilingüe: “I hate Cristina Kirchner”.  Le gusta a dos personas. Son una élite, boló.
  • El zoofílico: Hasta mi gato puede gobernar mejor que Cristina Kirchner. Yo le recomiendo comprarse un perro. Son mejores que los gatos. Y no cobran.
  • La resentida:Cristina Kirchner = cornudaaaaaaa”. Le gusta a una persona. Esta mina está proyectando posta. Carne de diván.

A medida que te sumergís en el mundo face, vas encontrando más y más cosas que te dejan boquiabierto.  Sumo y sigo.

  • El flashero: “Fumar paco en la Casa Rosada durante un discurso de Cristina Kirchner”. ¡Esto le gusta a 627 personas! Apuesto la bombacha a que no es precisamente paco, la droga villera,  lo que consumen los que hicieron click en me gusta.  O “¿Podría tener un zapato más fans que la Cristina Kirchner? La foto de perfil de este grupo es un zapato. Hay otro grupo similar en versión papa frita. Juntos suman como 600 miembros. Y la cerecita del postre: “Cristina Kirchner y la concha de tu madre como no te pisan las vacas” (415 miembros). Para los que tenemos imaginación gráfica, la escena resultante superaría cualquier obra maestra de Dalí. Está hablando de faaaaaaaso.
  • El educado: su odio se expresa así: ¡Despierten! No a Cristina 2011. Me imaginé a mi abuelo uniéndose a este grupo. Bien.
  • El tipo simple: su odio se resume a “Cristina Kirchner Puta”. 167 miembros.
  • El vago: “Cristina Kirchner deja de rascarte el ortooo». Bueno, pibe, y vos largá el face. A mí me encantaría verle la cara de portador de material con que están hechas las escobas  al  que creó este grupo.
  • La mierda oficialista: “Odio a los pelotudos que odian a Néstor y Cristina Kirchner”. Yo no fui…

Nunca viene mal mirarnos a nosotros mismos. Nunca viene mal reírnos un poco de nosotros mismos, más allá de nuestras miserias y de todo lo que queda por mejorar. La alegría no es sólo brasilera.

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