Con el mundial pasa una cosa muy curiosa, y es que más de mil millones de personas en todo le mundo hablamos de lo mismo. Y con eso sucede que se pueden encontrar cosas geniales de otros países, como en el sitio italiano Ilpost.it que sacó esta nota excelente de Dan Kois, y que el Mendolotudo te trae hasta acá para que leas.
Nota: si algún GIF excepto el primero no lo ves moverse, hacé click sobre la imagen.

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por Dan Kois – Slate

(http://www.ilpost.it/2014/07/06/mondiale-braccia-conserte)

6 luglio 2014

En el Mundial de este año se han visto algunos de los más grandes atletas del mundo ejecutar movimientos físicos al límite de lo imposible. Volteretas. Goles espectaculares. Paradas absurdas. Pruebas de resistencia, determinaciones y también de estética. Y, naturalmente, pruebas de rotaciones a mano izquierda cruzando los brazos.

Uno descubre que es sorprendentemente difícil de seguir al primer (y presumiblemente único) intento. Centenares de centenares de millones de telespectadores han visto a todos los jugadores de 32 equipos arriesgarse a ver quién es el mejor en esta técnica aparentemente simple en las presentaciones de las formaciones antes de cada partido del Mundial. Pero acertar en la rotación y ese gesto con los brazos es fundamental: hace la diferencia entre parecer normal, buen tipo (como Atsuto Uchida, de Japón) y parecer un fracasado en pose para la foto de la señalización (como Kyle Beckerman de los Estados Unidos).

Y entonces ¿qué cosa podemos aprender de la dura batalla de estos atletas en el intento de cruzar los brazos y mirar a la izquierda en un modo que parezca humano y convincente? El primer punto es entender a donde deben ir a parar las manos. ¿Deben quedar sobre los bíceps, como esas del holandés Daryl Janmaat? ¿O mejor debajo y con los pulgares arriba, como el arquero de México, Guillermo Ochoa?

 ¿Es mejor la pose de bailarín de hip-hop, como la del griego Ioannis Maniatis, o esa rígida y perfectamente vertical de danzante cosaco de Salomón Kalou, de Costa de Marfil?

A veces la duda de dónde dejar las manos es tal que crea un momento de confusión, y un breve instante de pánico, como en el caso de Oscar Duarte, de Costa Rica.

 Una gran movida es esa de esconder las manos bajo los bíceps para hacerlos parecer más gruesos, como el suizo Valon Behrami, que seguramente hará así también en su equipo, podemos apostar.

De cualquier modo, no se lleven las manos bajo las axilas como hicieron los jugadores de Colombia Carlos Sánchez, Abel Aguilar y Juan Cuadrado. ¡Pero qué asco!

El tiempo con el cual estos tres jugadores efectúan su rotación nos lleva a otro punto importante. Es necesario girar a la izquierda, de acuerdo. Pero ¿cómo? ¿Cómo un papá que reta al hijo, tipo Javad Nekounam, de Irán? ¿Cómo un conejito aterrorizado, tipo Luka Modri?, de Croacia? ¿Cómo un autómata, tipo Jefferson Montero, de Ecuador? ¿O como uno que se abraza a sí mismo después de una larga sesión de terapia, tipo Kwadwo Asamoah, de Ghana?

No querrán en absolute girar demasiado rápido como John Boye, de Ghana, o no girar para nada como DaMarcus Beasley, de Estados Unidos.

Y ¿cuán rápido se deben cruzar los brazos? ¿Demasiado, como Rais Mbolhi, de Argelia? ¿O muy lentamente, como Ogenyi Onazi, de Nigeria? ¿O muy muy lentamente, como Aurélien Chedjou, de Camerun?

 

Y envés, si se lo hace con el tiempo justo el resultado puede ser fantástico. Lo demuestra Joe Hart, de Inglaterra, que parece de una banda de chicos. O también Carl Medjani, de Argelia, con una ceja levantada que perfora la pantalla.

Soy un gran admirador del ideal pseudo-platónico representado por el holandés Arjen Robben, cuyo aspecto en la pantalla concuerda con su prestación en el campo de juego. Robben es nuestro segundo clasificado en el Mundial de Brazos Cruzados.

Pero el mejor de todos es Benoît Assou-Ekotto, de Camerun. Simpático, divertido, relajado. Benoît Assou-Ekotto parece querernos invitar a su casa a mirar dibujitos animados. Assou-Ekotto es el Campeón Mundial de Brazos Cruzados.