Emma tenía 32 años cuando su mundo se dio vuelta, cuando de pronto dejo admirar cada mañana el rayo de ese sol cálido que alumbraba su rostro cada día, cuando ya ponerse los auriculares y escuchar lo mejor de los Beatles o alguna que otra música que antes la hacía volar en un mundo de libertades y de sensaciones hoy no era suficiente.

Al principio de esta agonía que atravesaba prefirió no verlo, hacer oídos sordos a ese ruido que poco a poco iba invadiendo su mente, comenzó con noches sin dormir en las cuales culpaba al insomnio, al café y a una que otra película que según ella no podía ignorar, pobre Emma lo que no podía ignorar era su mente cada vez más inquieta que ni siquiera la fatiga mas grande podía domar.

Pasaron los meses y todo empeoro… le sucedió lo que peor que le puede suceder a una persona “perdió sus pasiones” ya eso que antes le sacaba una sonrisa y hacia que su día gris se convirtiera en miles de tonalidades rosas hoy no hacía más que sumarle oscuridad a ese televisor que veía apagado hace ya tiempo. Sus seres queridos poco a poco se fueron alejando ¿Y cómo culparlos? Pensaba ella, “ella”, en realidad no era ella era algo mucho más fuerte que existía adentro suyo , poco a poco su cama se volvió su mejor amiga y alinearse había quedado en el pasado al igual que su sonrisa, esa que como muchos describían hacía temblar a cualquiera que tuviera la suerte de admirarla.

Sé que todos esperan un final para esta historia, un final feliz, que arregle todo como en cualquier película, como en cualquier libro. Un final en el que nos haga pensar que todo se arregla que todo llega a su debido lugar donde las cosas quedan en el pasado en conclusión el reconocido “FINAL FELIZ” pues debo decirles que lo sigan esperando, súmanse a la lista después de todo en esta fila de espera no se pueden colar todos saben que el primer lugar… lo ocupa Emma.

Escrito por Satine para la sección: