/El día que me levanté una Wachiturra

El día que me levanté una Wachiturra

Nota del editor Fernando Conep: todas las imágenes utilizadas en la nota no han sufrido ningún tipo de modificación, photoshopeo o cambio alguno. Esa persona existe y es así tal cual se la muestra. Muchas gracias.

La noche pintaba buena. Al fin un franco un día viernes después de 7 meses sin salir. Se acerca la hora esperada, los muchachos impacientes por ver al caradura de vuelta en acción, el flaco q no dejaba títere sin cabeza en el colegio, el flaco que le tiraba hasta a la preceptora de 52 años, el mismo q en una noche ganaba el grupo de minas para todos, ese mismo q hacia 7 meses q no saboreaba la noche, q había perdido toda noción de como tratar a una chica entre los 18 y los 29 años por tratar viejas con cara de orto en el trabajo, el mismo q no podía ni tocarse solo xq a su poronga le daba asco la cara de Wachiturro q tenia. El tiempo lo había reformado totalmente. Ya no tenia ese brillo que solía tener cuando encaraba a las pendejitas de 15 en el cole, ahora mas bien era una simple luz tenue q le daba el fernet. Las ansias de demostrar q aquel maestro de la noche seguía intacto (a pesar de q sabia q si agarraba una negra con los dientes caídos  era mucho).

Todos viviendo el clima de partuza del momento y él… cagado de sueño, como un viejo de 80 años un24 a la noche pasadas las 12. Llega al boliche, paga en la taquilla, que de paso salía 10 pesos  con 10 tragos, y entra al sucucho. Como siempre, se tantea el panorama para ver si hay gente conocida, la cantidad de minas q hay, el nivel de la gente y demás. Todo parecía normal, era un antro de gente bailandoLa Re Pandilla y que encima parecía un maple… PURO HUEVO.

Entre la decepción y la pregunta de… ¿Adonde carajo me trajeron estos negros? Encaró derechito a la barra… intentando decidirse por una cerveza Brahma, Vino pángaro con naranpol, Fernet Vistone o Champán Jorgito.

Decide ir a lo seguro y cerveza va, cerveza viene; logra divisar una SHUBIA (SHUBIA: chica de tez morena con una buena cantidad de coleston en su cabellera) no estaba taaan mal, bueno, entre todas las negras q había era de lo menos peorcito, era la que tenía menos piercings, y eso que tenía 4.

Y ahí va el galán, se toma el vaso de porrón de litro q tenía y se manda. En el camino iba pensando qué carajo le iba a decir a la mina, pero lo único q se le ocurría era: »Buenos días. Atención al cliente Vomistar, ¿en qué le puedo ayudar?». El trabajo lo había trastornado, parece q la sarasa estaba haciendo efecto, tenia q pensar rápido, estaba a solo 2 wachiturros de ella, se le acababa el tiempo, rápido decí algo, decí algo la puta q lo parió.

Cuando le dijo hola de entre la maleza salio un negro flaco raquítico, con 7 piercing en el labio y 12 en la ceja, que le gana de mano diciéndole al intento de mujer  «¿EEE WASA KERE VAMO BAILÁ’?». Un pibe con mucha clase se veía,  ya que me parecía rarísimo que no hubiese venido  directo a manosearle el pelo o zarandearle el brazo. Parecía una copia fiel de los wachiturros, ya que se convirtieron en pseudo-japoneses… todos son iguales. Te imaginás a un wachiturro y te los imaginás a todos.

Sigo con la historia.

Se vio abatido por la situación y ya se imaginaba sin disimular una mezcla de sonrisa de satisfacción con otra de desaliento y tristeza volviendo a casa, entrándole a una pizza fría, un fernet y a una Buena Peli de medianoche en el The Film Zone (los entendidos sabrán).
 Justo cuando estaba renunciando a lo que una vez fue…un »ladies man», un »latin lover de guariparca» alguien lo detiene en la marcha, lo agarra del brazo, SI SEÑORES ERALA SHUBIA, se dio vuelta y las palabras q le dijo fueron impactantes «Eh amigo xq te fuiste wachin si io te taba eperando a voh eh!». Una sonrisa se dibujo en su cara, le había ganado al desperdicio de oxígeno wachiturriento. Su ego se permitía asomar un poquito de entre la mierda. Empezaron a bailar y la negra ahí nomás le apoyó el culo en la pelvis, sin preguntas, ni un porqué.

No sabía q tema pasaban y poco era lo q le entendía cuando hablaba, claro entre tanto batifondo, tarrerio y rayador de queso y la cerveza de litro tomada a fondo blanco, después de los fernets y un par de restos de tragos que se iba encontrando y se los mandaba al buche también en un intento de desdibujar la realidad; mucho no quería entender.

Bailaron 15 minutos y salieron a los «jardines» (era mas un pedazo de tierra con un par de enredaderas y 2 banquitos en donde los negros hacían fila para masticar algo).
Una vez afuera recordaba el chamullo q le hacia a las nenitas, pero esta mina era diferente, no bastó mas que un getazo limpio. Y aunque la culisuelta elegida supuraba una baranda como si viniera de jugarse un Papi Futbol, su labor era ponerla si o si esa noche, la idea de ella toda transpirada, con un olor q no se distinguía le daba un poco de asquito, pero bueno señores había q reivindicarse; éste alma otrora galán de carpintería, ahora devenido en una delgadez extrema y una piltrafez pálida, necesitaba consuelo, amor… ponerla.

Salieron del boliche y esperamos el retorno al palacio del amor. El volaba entre la emoción de saber q por fin después de tanto tiempo iba a mojar el fideo y las ideas del Kamasutra q se le ocurrían se permitía sonreír. Los amigos gritándole cosas como »bueeena», »tira un pedazo para los pobres», »cochino» y »demás» se habían dado cuenta q el toque no lo había perdido. A pesar de que la morocha se había salteado un par de consignas en los protocolos de salud e higiene no le importaba nada ya…hacia 11 meses q no veía ni pornografía en la pc, y le entró como vagabundo al guiso de la iglesia. Pero antes que se fuera el flaco, le agarré el hombro, lo aparté un cachito y le aconsejé que una vez concluido el acto se pegara un baño, con el olorcito q tenia la muchacha si no se bañaba al otro día iba a tener ronchas, pulgas o quien sabe que. Y que la despachara lo antes posible, ya que imaginarse despertándose al lado de  eso, desprovisto ya de las capas de maquillaje que por ahora poseía, hubiera sido tan terrorífico como despertarse al lado de la minita de »La llamada» y que el forro estuviera pinchado.

Moraleja o consejos, o nose:

*Nunca labures ni de telemarketer, ni de atención al cliente. Son laburos proclives a recibir puteadas constantes.

*Si tus amigos te llevan sucuchos bailables como los descriptos, corré en dirección opuesta y no pares hasta escuchar a alguien que te diga “Oooye pero quei pasa poh, ¿que vai al tiro weon»?

*A caballo regalado, no le entran moscas

*Terrome terrome, te sin te san, terrome terrome, te pum guardá

También podes leer:
El famoso garchangóu


ETIQUETAS: