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El opinólogo deportivo (típico del argentino)

Voy a dar inicio a esta nota hablando de los argentinos frente a un espectáculo deportivo de índole mundial y cómo estos reaccionan ante semejante acontecimiento.

Nosotros  (los inventores de la pólvora, los dueños de la viveza, los creadores de la ventaja) los amantes de la celeste y blanca, vos Willy, vos Raquelita, el portero, el trabajador municipal hasta el amante del futbol,  cuando encendemos la tv y observamos que hay un partido de la NBA donde participa Ginobili o si está jugando el Barcelona con Masche y Lio, comenzamos a opinar.

En este tipo de situaciones siempre tenemos a dos tipos de opinólogos bien definidos, los que siempre favorecen al equipo de nuestro representante (el cual se lleva todo tipo de elogios cuando está en cancha, pero si lo sacan cambiamos de canal porque ya no nos interesa) o el antipatria (al cual todos putean en el “caralibro” debido a sus estados alentando al equipo contrario o bardeando o vacilando a nuestro héroe argento).

Antes de empezar el partido comienza la pelea en casa, el tipo que quiere ver el partido y la jermu que quiere ver la novela del Chueco, después de mucho luchar y pedir por favor implorando de rodillas lo dejan ver el acontecimiento deportivo. Durante todo el partido, este amante del deporte momentáneo (solo ve la final) opina y sabe de todo, cuando hacen una buena idolatra a los players con frases como: “este es un crack”, “mostro”, “¿este pibe estaba en el banco?”. Pero también tiene palabras cuando alguno hace algo mal como: “para que lo pusiste a este muerto”, “¡burro!”, “que mierda hago viendo esto”.

Y ahí está, apostado en el sillón, con un platito de papitas, con camiseta deportiva pero de jeans, mientras la bipolaridad del chabón va y viene escaviando un fernando seven, la mujer mete un bocadito porque no caza una y hace preguntas boludas tratando de entender el juego: “¿Qué es eso del orsai?”, ¿por qué vale 3 ese y el otro vale 1?, ¿por qué siempre la pasan para atrás si quieren ganar?

Párrafo aparte le hacemos a lo escrito anteriormente y volvemos a los dos tipos de opinólogos. La mejor parte de todo esto viene cuando el partido está terminado y comienza la pelea en las redes sociales, el pesimista anti argentino amante de la figura del otro equipo, idolatra y disfruta la victoria, mientras que el apasionado, amante del asado y el fernet seguidor de todo argentino que nos represente en el mundo le contesta con cierta bronca y como si fuera un enemigo diciéndole cosas como: “traica”, “cagón”, “vende patria”, “amigo de Polino” etc. Sumado a estas dos opiniones siempre aparecen los “me gusta” o los “retweet” que meten leña al fuego y la pelea toma ánimos de enfrentamiento de Maravilla con Chávez o Cristina con Clarín.

Terminada la discusión y calmadas las aguas, pasada una semana, ya todos olvidaron lo que ocurrió y esperan tener la chance de encender el LCD de 42” (o el 14” del año 2001) para encontrarse nuevamente con un match que contenga a un representante nuestro definiendo algo, cualquier cosa, la final rusa de waterpolo o el campeonato sudamericano de pelota mano, siempre estamos ahí, al pie del cañón, con la opinión como estandarte.

¿Y vos? ¿Qué tipo de opinólogo sos vos?

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