“So little time, Try to understand that I’m trying to make a move just to stay in the game, I try to stay awake and remember my name, but everybody’s changing and I don’t feel the same”
Ya sé, muchos no entienden “na de na”, pero es un pedacito bello de una canción vieja que escuché nuevamente hace poco y me pegó bastante porque me recuerda mucho a una parte de mi vida que ya pasé y creo que todos pasamos alguna vez. La etapa de cambiar, moverse y mantenerse despierto para seguir “en el juego” y no olvidar nuestro nombre como dice la canción, entenderse uno mismo mientras todos los demás cambian.
En la vida entenderse y ser auténtico a la vez es algo difícil. Somos seis mil millones o más de habitantes en un mundo gigante y aún así cada individuo es diferente de otro, cada uno tiene su huella digital, es único e irrepetible. De chicos y de a poco vamos formando una personalidad que nos diferencia del resto, formada por lo que traemos en los genes y lo que vemos en nuestro alrededor. Vamos adquiriendo la identidad que nos va a acompañar para toda la life.
Pero el problema es que la personalidad es un concepto que día a día se deforma y al cual se le agregan prejuicios sin sentido. La gente que no tiene idea de la vida te dice: “Nene tenés que tener un poquito más de personalidad” o “te vestís igual que el resto de los chicos de tu edad, no sos para nada especial”. Y bueno, para panchos hablando pavadas no hay nada escrito.
Te inculcan que el hecho de ser especial es algo que se consigue intentando diferenciarte del resto lo más posible, vistiéndote de forma rara, no seguir la moda. Resaltar, destacar. Para mí la personalidad es otra cosa, que no sólo no se basa en ser diferente sino que es algo que viene desde dentro, algo que no tiene nada que ver con la forma de vestirse.
Recuerdo que en el proceso de encontrarme a mí misma tuve que recurrir a un psicólogo para corregir ciertos aspectos de mí con los que no estaba de acuerdo (una forma sutil de decir que estaba chapita). Y en una sesión me recomendó el doc elegir un personaje de película como modelo y copiarlo en las actitudes que quería tener en mi propia actitud. En su momento, ignorante como toda adolescente, pensé que el señor psicólogo me estaba diciendo: “Nena, si no tenés personalidad, copiáte una”. Ahora lo entiendo, tenemos que ser nosotros mismos desde un principio y dejarnos fluir pero ¿cómo hacerlo sin un patrón de conducta? ¿Y si nos dejamos fluir y no fluimos de forma correcta? ¿y si con nuestras actitudes dañamos a los que nos rodean? Y entonces cambiar puede ser una opción, de la manera que tengamos más a mano, obviamente sin perdernos a nosotros mismos en el intento.
Tanta cháchara con ese tema que cada día los jóvenes por creer que no tienen identidad se desviven en alcohol y drogas, copian a sus ídolos musicales hasta en los peores términos, se desviven por publicar la foto de perfil de face más original, twittear algo re copado cada 5 min, pintarse las uñas o el pelo del color que nadie usa…lady gaga un poroto. Escapan de ellos mismos y creen que en realidad lo que hacen es descubrirse.
Después el tema de la vestimenta. ¡Pero recórcholis! ¿Qué tiene de malo vestir a la moda? O también ¿qué tiene de malo vestir como a uno se le canta? Y ahora me iluminé y entendí todo: la mayor parte de los seres humanos quieren cortarse las alas unos a otros, impedir que cada uno sea como quiere ser metiendo esa clase de ideas o miedos en las cabezas ajenas.
¡Que tanto prejuicio! Perdemos vida intentando demostrar algo que no existe, tratando de demostrar que tenemos personalidad cuando en realidad es algo obvio. Algo que debe suponerse como hecho, porque es algo natural en el hombre. Y tanto cambiar como aprender a ser tolerantes con el otro es algo que debemos imponer en nosotros y en los demás. Dejar de obligarnos a ser algo que no somos, a crear otra personalidad cuando en realidad ya tenemos una forma de ser bastante fuerte y valiosa que se trae desde la cuna.
Mi conclusión final, es que en cuanto a cómo debemos ser, no existen estereotipos y reglas sólo existe una: Cuando nos encontremos, aprender a querernos y a darnos cuenta de cuándo cambiar. Buen fin de semana Mendolotudos y perdón si los aburrí, la culpa es de mi cabeza que no deja de darle vueltas al universo.
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Aflojele a Keane, madame y a dar vueltas su cabecita loca al universo. Sabia que es casi transparente para sus lectores? Hubiera podido decir que la nota era suya, aun sin saber quien la firmaba. Muy buena y gracias por compartir su vision con nos, sus humildes lectores
Creo que la personalidad de una persona va mutando a lo largo de su vida y sus situaciones. Un adolescente vive con más vértigo esta mutación porque entran muchas cosas nuevas en juego. Al pasar los años uno no deja de cambiar, simplemente está más acostumbrado al cambio y no suele ser novedad sentirnos diferentes.
Muy linda nota, ideal para reflexionar un finde fresco…
Hace poco se demostró que la falta de personalidad corresponde a un tipo de personalidad
chupate esa mandarina
jajajajajaja maaandaaarinaaa
Abierta al aprendizaje de cosas nuevas, siempre.
Que buena nota Madame ! Buena reflexion.
Coincido con el Ing. Conep: No existe la «falta de personalidad»; existen personalidades diferentes. Y todas tienen sus lados buenos y sus lados malos. Todos tenemos algo de qué enorgullecernos y algo que corregir.
Muy buena la nota, Madame!