/Frank Romero Day nos presenta su voluptuoso libro

Frank Romero Day nos presenta su voluptuoso libro

El Mendocino Frank Romero Day nos trae un fantástico libro de casi 8.000 páginas donde nos cuenta acerca de todas aquellas frases que decíamos cuando eramos chiquitos, lo que hoy tenemos entre 20 y 30 pirulos. Nos tomamos toda una noche para observar el libro de Frank y acá les dejamos el prólogo del libro y las más menducas y célebres de todas las frases y latiguillos:

¿Te acordas las frases típicas que decías cuando eras chico?, allá por la primaria, cuando pegabas guardapolvo blanco o marrón y zapatones febo negros, cuando jugabas a la pelota con la latita pisada en el recreo o la pelotita de media con diario, cuando los bolsillos te atestaban de figus de fobal y de los caballeros del zodíaco. ¿Te acordas de las frasecitas que decias? Este libro te las va a refrescar, pero más allá de las típicas “aonde, a la cueva del conde”, «se mira y no se toca«, «toqui vuelvi«, «espejito”, “che che chesterfield/he he helado/Che che che, chevrole’”, “Subime upalala”, “Mira quien viene, Susana Gimene”, “Mira quien va, Carlito Balá”, “Cuchillito que no corta con tu hermana la gordota”, “Yo soy la pare’ vos so’ la pelota, todo lo que me diga’ me rebota”, “Pricon”, etc, lo que busco es ahondar en las más incoherentes:

  • Tenes la guita loca! (utilizada para referirnos a alguien que tenía plata): ¡que ridículos por dios! ¡que frase tan estúpida y absurda!, ¿te imaginas? ¿guita loca? ¿como era? que ¿la guita se ponía histérica en tus bolsillos? que ¿los billetes te bailaban en la billetera? ¿Quien declaraba en estado de locura a la guita que tenias? ¿Y las monedas? ¿Eran psicópatas acaso? ¿Te imaginas un Roca re loco?
  • Aummmm que hambre (utilizada para rebajar a otro): ¿porque que hambre? ¿hambre de que? si lo estas sobrando y poniéndole cara ¿acaso si come va a dejar de ser ridículo lo que dijo? ¿Acaso una persona bien alimentada estaba exenta de ser rebajada? Nunca entendí hambre de que tenía ¿acaso decir una estupidez esta perdonada si hace rato que no comes? ¿Acaso un indigente esta todo el día hablando boludeces?
  • ¡Agachate que pasa el bolazo! (cuando alguno decía algo entupido): ¿que pasaba por arriba que había que agacharse? ¿Acaso el «bolazo» era tangible? ¿material, palpable?. ¿Habría que tener cuidado que te pegara? ¿y si te pegaba? ¿que pasaba? ¿Sería “me pegó el bolazo” parecido a “me pegó el bajón”? ¡Uuuuyyyy te metieron un bolazo! No entiendo.
  • Sos un mulero (ésta se utilizaba para catalogar a los mentirosos): ¿Mulero? ¿Acaso quienes trabajan vendiendo mulas son mentirosos? ¿Porque mienten? ¿Acaso el que mentía tenia alguna mula con él? ¿Y el que miente y vende caballos? ¿Sería un caballero? ¿O de las vacas un vaquero como el que vende jeans?.
  • Caracapaz (utilizada como para afirmar algo). Ej: ¿vas para el centro?, ¡Caracapaz!. ¿Caracapaz? Si era para afirmar… ¿porque se usaba el capaz? ¿y la palabra cara? ¿cara es una negación o una afirmación? No entiendo mama!!!
  • ¿Queres andar con migo? (obviamente esta era para preguntar si ella quería ser tu novia): ¿andar en que? ¿la invitabas a andar en que? ¿Ibas en auto a la primaria? ¿Ibas en la bici? ¿¡andar en que papa!? ¿En un andador? ¿Andemos juntos le decías después?
  • Capisimo (esta era para tildar a alguien de groso, de copado): Tiene algo de coherencia, porque viene de capo, pero ¿porque no usar solo capo? ¿acaso el capisimo era mas capo que el capo? ¿estaba jerárquicamente mas arriba en la familia mafiosa?¡No lo sabremos nunca! ¿Trabajaría en la mafia?
  • Shu (esto suplía el «piedra papel o tijera»): ¿porque se usaba? obvio que es porque es mas cortito, fácil y rápido de decir, así se apuraba el jueguito, pero… porque «shu», porque no «ya», o no se… ¡chupala!
  • Pulenta montro cañon (idem a capisimo pero no se le adjuntaba a personas, sino a lugares agradables o divertidos para esa edad). ¡No hay palabras para explicar el porque de esta frase! En los lugares catalogados así jamás encontré ni un cañón, ni un monstruo ni mucho menos polenta.
  • Guacho ocote (mala palabra, formada por dos palabras 100% despectivas para los mendocinos): acá en Mendoza, ocote es sinónimo de culo. Ocote, Poto, son todos sinónimos de Recto. Y guacho no es de huérfano sino de pibe, de cabeza, de chabón. Suena como el culo. Literalmente debería ser como culo huérfano… totalmente incomprensible.
  • Sos un opa (símil a sos un gil): ¿opa? ¿ooopa? ¿que queríamos decir? ¿Es como cuando ves un minon tremendo? Oooopaaalalala!!! Que opa somos.
  • Calentito los panchoooosss: (para referirte a alguno que estaba embroncado), pero… ¿que panchos? ¿Porque panchos? Porque no hamburguesas o lomos, no se. ¿Y tendrían lluvia de papas? ¿O salsitas? ¿Te ponían las mostaza si peleabas?
  • Ganamo’ perdimo’ la salsa se la dimo’ (cántico): cuando terminaba el partidito ganaras o perdieras, ¿pero que salsa le dábamos? ¿Salsa de tomate? ¿Pomarola? ¿Cica? ¿O Cocaína? ¿Que salsa? ¿Música? ¿Fiesta?… ¡que salsa! ¡Que salsa por el amor de Diossssss!
ETIQUETAS: