La lista que me pasó Teresita para salir con la Elisa era, como bien dijo ella, una apuesta grande. En primer lugar, ya tenía prohibido el llamado para invitarla a salir, por lo que necesitaba de un elemento que cause impacto, que sea desafiante. Algo que la obligue a replantearse la posibilidad de querer salir conmigo. “Una serenata”, me dijo, una serenata donde escriba una letra invitándola a salir, aunque no sea linda, no importaba. Así que averigüé qué música le gustaba, si prefería mariachis, o tal vez una zamba… o algo estilo Silvio Rodríguez…
Música clásica. ¡Lareputísimamadrequeloparió!. ¡La música clásica no tiene letra! Pero el violinista al que le fui a pedir presupuesto para que me acompañe, me dijo que podíamos improvisar algo así como una opereta italiana. Así que contraté un violín, un violonchelo y una flauta dulce. Acuña, de mala gana, aceptó participar gratuitamente con el triangulo y el hijo de la peluquera de una tía mía se animaba con una trompeta, pero después de escucharlo los que no nos animamos fuimos nosotros, así que quedamos cinco nomás.
Llegamos a la puerta de entrada del edificio donde vive la Elisa, y ahí me di cuenta de que para que nos escuche en el octavo contrafrente iba a ser un problema, pero no tenía alternativa. Violín y violonchelo empezaron a calentar las cuerdas y la gente empezó a parar, no tanto por los músicos, sino porque accedí a la estúpida sugerencia de Acuña de ponerme un saquito de torero, pantalón embolsado en los muslos y ajustado en el paquete con medias apretadas hasta las rodillas, babero blanco con ondulaciones alrededor del cuello y unos zapatitos ridículos que brillaban mucho. Me dijo que así había visto que cantaban ópera los operadores.
-¡Vamos! –dijo el violín y empezaron a tocar, incluyéndolo a Acuña.
-OooaaAAAAAAaeeelisaaaaa, trona la asperantza del mio cuoooooreeeee….
No me gustaba escuchar, a pesar del triángulo de Acuña que lo sacudía en mi oreja, las risas de la gente que miraba en la calle. La apuesta era fuerte, el margen era más ajustado que el tiro de mi pantalón de puto.
-percheeeeeeee non saliere con meeeee e non deyiamo de romper le boluoooooooreeee…
Mientras cantaba empezaba a creer que haber hecho la letra con Acuña no fue una buena idea, pero era el único que realmente me iba a dar una mano en este papelón sin contar nada en el grupo. De pronto, no recordaba que así estaba planeado, pero todos los instrumentos se detuvieron de golpe. Incluso el triángulo de Acuña. Miré al violín.
-¡Dale, boludo! Es ahora… -me dijo en un murmuro, y ahí me acordé. De tanto cagazo que tenía, lo había olvidado. Venía el “Solo de Elisa”. Inspiré, la gente me miraba sorprendida. Nadie entendía qué estaba haciendo, seguía inspirando, mi pecho se agrandaba, los músicos y Acuña volvieron a preparar sus instrumentos, yo aspiraba… Esto, se tenía que escuchar desde el octavo contrafrente…
-mmmmmmmmiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii…
El sonido de mi voz era como una vibración, los nervios potenciaban la fuerza, entre el público una viejita se tapó la cara…
-…iiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii…
Era como el comienzo de una turbina en un avión que está por despegar, la “i” iba increcendo, dos chicas se taparon los oídos, un chiquito reía…
-…iiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiIIIIIIIIIIIEEEEEEELLLLLIIIIIIIIIIIISSSSAAAAAAAAAAAAAAAAAA…!
Corté en seco. Hubo un silencio. Hasta las bicis pasaban en rueda libre.
-¡IO QUERO SALIERI CON TÉ!
“Chen-chen”, concluyeron los instrumentos.
No estaba preparado para “el después”. Pasó un colectivo, la gente murmuraba, venían a felicitarnos… un taxi, otro colectivo… ¿Qué tenía que hacer? Quise preguntarle a Acuña qué hacer, pero estaba saludando en una reverencia repetida a un grupo de cuatro viejas que lo vivaban de pie, de pie como todo el mundo. Giré confundido y quise buscar al violín, al violonchelo, a mamá… daba vueltas hasta que sentí una mano que me agarró el hombro.
-Disculpame…
Era la Elisa!!! La miré y le di mis ojos, y con mis ojos le di mi mente, mi corazón, estaba entregado. Esperaba sus palabras, le vi la cara tan serena, tan sonriente…
-Sí… -contesté.
-¿Tenés idea de qué pasó acá? ¿Por qué hay tanta gente? Yo vivo en este edificio y estoy llegando de un congreso sobre la profilaxis natural del suricata en los otoños sin lluvia y me encuentro con todo este tumulto…
No, no podía ser. ¡La Elisa no había escuchado nada del concierto! ¡Todo había sido en vano!
-Te ,lo pregunto a vos que estás así… este… ¿disfrazado, no? ¿O sos gay…?
Eso fue suficiente. Me apareció el coraje del orto y, de un grito desagradable, llamé a los músicos. “Va de nuevo…” les dije. Acuña quiso acotar algo, pero lo miré fijo y le dije “¡Va de nuevo, la señorita Elisa no escuchó!”. La Elisa se sorprendió al escuchar su nombre, y la orquesta, más relajada y mucho menos concentrada, volvió a tocar.
-OooaaAAAAAAaeeelisaaaaa, trona la asperantza del mio cuoooooreeeee…. percheeeeeeee non saliere con meeeee e non deyiamo de romper le boluoooooooreeee…
Otra vez los instrumentos se detuvieron. Empecé a inflar mi pecho mientras veo que la Elisa… está abriendo la puerta de entrada de su edificio!!!! No había tiempo para tempus ni compases.
-¡Ey! ¡Elisa…! –le grité a lo carrito de panchos, y ella se dio vuelta-. ¡IO QUERO SALIERI CON TÉ! –le dije apurando la melodía y con el “chen-chen “ acompañándome atrás como un tango apurado.
Se hizo un silencio. Me miró, miró a los músicos, miró a la gente, algunas viejitas lloraban, los demás estaban serios, tensos, duros, el aire se podía cortar con una hoja de papel, dos colectivos pararon enfrente de la puerta y un taxista y su pasajero abrieron sus ventanas mientras quedaban atascados entre los dos colectivos. Elisa me miró otra vez, sentí que me veía heroico, fuerte, hasta que recordé que tenía el puto saquito de toro y el pantalón de calzas de marica pasivo… Acuña me abrazó y dijo en un suspiro: “Hiciste lo que pudiste, Marcos. Nunca te salió nada, por qué iba a salirte esto…”.
-Sí –dijo la Elisa-. Pero más vale que hagas puntos, sorete, porque estás en mi libretita de gente de mierda.
La gente rompió en un aplauso feliz, los chicos corrían alrededor de sus padres, los colectivos tocaban bocina, lo miré a Acuña con los ojos llorosos. “¡Lo lograste, forro! ¡Lo lograste!” y nos dimos un abrazo fuerte ya olvidándonos de aquel debate en los mijitorios.
Poco a poco la gente fue despejando el lugar, nosotros juntamos nuestros instrumentos y, antes de irnos vemos, con sorpresa, que la Elisa vuelve a salir del edificio y viene hasta la camioneta donde estábamos yéndonos.
-Marcos…
-¿Qué, bombón…?
-Solo te quería aclarar que me gusta la comida china.
(Continuará…)
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Muy fantástico, como siempre. La escena de la serenata me trajo recuerdos de los mejores cuentos de Álvaro de Laiglesia. Genialo.
Gracias, Ernesto!!! Qué bueno que te siga gustando la saga! Abrazo grande!
noooooooooooooooooo dios mio lo que me he reído!!!!! «Giré confundido y quise buscar al violín, al violonchelo, a mamá» jajajajajja ¡A MAMA!!! jajajajjaj que grande sos Valencia como me alegraste la mañana culiadin!!!!!! jajajajajajajaj
Es que no era una confusión así nomás… jajajaja, un abrazo grande, Bomur!!
Peroooo la putaaaa madreeeee como termina esto!!! Despues les voy a mandar la factura del medico por el ataque de ansiedad.
Elfacu, mandame la cuenta que la pago gustoso, feliz de que me estés leyendo! Gracias, y un abrazo!
EXCELENTÍSIMOOOOOOOOOOOO!!! Que hombre admirable, Dios mío!! Esos son machos carajo! Los que se animan al ridículo con tal de conquistar a una mujer que vale la pena! Y ojo que no es una mujer común! Es una mujer que va a «congresos sobre la profilaxis natural del suricata en los otoños sin lluvia»…. Aplausos varios para Marcos Valencia. Un hombre sin «intermezzos» !!! BRAVÍZZIMO!
Un lenguaje tan delicado, que habla con soltura usando las palabras precisas…. creo que sé quién se esconde detrás de «Florette». Y eso que la Srita Dipietro ya habló sobre las máscaras y disfraces…
Muchas gracias, Srita Florette!!! Y viste lo repugnante que es la Elisa y sus seminarios del orto???? No, quedate tranquila que no me inspiré en vos, jajaja!
Beso grande, Florette! Y gracias por pasar a leerme (y metele dedo al MeGusta al final de la nota).
jajajaja mas vale que hagas puntos, sorete
Ariel, decime la verdad. No me digas que no son jodidas las minas… Al final es más fácil caerse por la escalera y que te den cinco, seis puntos en el mate sin vestirse de bala ni andar espantando gatos!! Si no fuera por lo lindas que son… (¡qué lindas que son las minas…! Dios existe).
JAjajajaja me imagina a marcos cantando y desafinando mal jajaja muy buenaa
Gracias, Capitana!!! Qué te parece la estrategia de Marcos Valencia de cantar una opereta italiana vestido de Julio Boca para conquistar a una pirata? No será muy canchero, pero es un valiente!! Vamos que sí!!
Un beso grande, Capitana!! Y gracias por pasarse por acá!
Es el nuevo idolo de mi hermano jajajaja
“Hiciste lo que pudiste, Marcos. Nunca te salió nada, por qué iba a salirte esto…”. Un consejo de un amigo sincero es el tesoro más maravilloso del mundo…. o algo así.
A quién le contesto? Pusieron lo mismo, o son la misma persona? Pero esa frase me encanta. Es la derrota de los hombres, los que conocemos el sabor de otra derrota, los que tenemos marcas en la frente de las puertas que se nos fueron cerrando.
Me encantó esa frase de Acuña.
Yo quise poner lo mismo que dijo Verónica porque opino igual que ella…. me olvidé de citarla. No me pareció necesario,ya que el comentario estaba arriba. Sería casi casi como ponerle un «megusta» a Vero… ejem! (Puede ser también que se me haya apretado el enter sin querer y que después se me haya apagado la computadora súbitamente… ya no me acuerdo)
Florette, es un honor inmenso el que hayas pasado por acá, mujer!
“Hiciste lo que pudiste, Marcos. Nunca te salió nada, por qué iba a salirte esto…”. Un consejo de un amigo sincero es el tesoro más maravilloso del mundo…. o algo así.
muy bueno, estoy en mi trabajo secandome las lagrimas de risa y mis compañeros q me miran sin entender nada! la verdad me encantó ( aunq pienso sinceramente q elisa no se merece a este tipazo, es una ordinaria) segui asi q te sigo leyendo encantada
Gracoas, Noelia!!
Te das cuenta que justo con esta mina me enrollé para salir!! Todo sea por la sabia de Teresita… a ver si puedo volver al club con la frente en alto…
«Gracoas» significa Gracias en Hondureño nativo. Lo aprendí de unos apuntes que la Elisa tiene en el mueble bajo de la cocina.
Genial, simplemente genial!!! Marcos he leído todo lo que has publicado acá y realmente espero que te dediques a esto porq escribis como los dioses!! como dicen por ahi no tiene desperdicio!
Respecto a la historia que egoísta la Elisa, el pobre chabón está vestido de torero en medio de la calle y a ella solo se le ocurre decir q le gusta la comida china??? al menos le hubiese dado las gracias…
Muchas gracias, Meli!!
El tipo se viste de torero, entona un aria atrayendo un público espontáneo que llora emocionado, paran colectivos y ladran los perros, y la mina le dice «sorete». Con eso retrocedí cinco casilleros en mis diez años de terapia!!!
Valencia si vivieses en Mendoza tendrías la Pinchila gastada…
Muy cierto Bomur.
Voy a dejar los deportes y me voy a empezar a vestir de torero gay, así empiezo a ponerla.
Como siempre grandioso lo tuyo Markitos.
Gracias, Chori! Lo de torero gay funciona. Lo vi en un video de Chayane, y el tipo no se cansa de ponerla.
Sí, igual yo hablaba de ponersela a mujeres, pero entiendo tu punto…
Ah, claro… dicen que de Marinero es otra opción, pero claro… a mujeres… dame unos minutos…
genio!! Logras q me imagine cada palabra como si lo estuviera viendo. Siempre quise vivir una historia asi, lamentablemente todavia no me pasa!
Distinto, la podés vivir! Pero tenés que hacerla vos, gracias a Dios. No vienen solas ni se compran hechas.
Gracias por el comentario, Mostro!!
KPO!!!gracias por alegrarme el dia!!!!!
Nunca me animé a éstas cosas, pero siempre me las imaginé…..
Un genio y nuevamente gracias!!!!!
Gracias a vos, Timón!!
Releyendo la saga no dejo de sentir una admiración por usted don valencia, macho para las calzas y sensible para con la belleza!!Espero con ansias las continuidades de sus relatos, como recuerdo haber esperado los estrenos de los episodios de SW!
Cigarrillo querido (ya me he encontrado en otros momentos de mi vida diciendo esto)!! Muchas gracias, de verdad! Me honra mucho. Ojalá te siga gustando.
noooo no sabes como te quiero matar!!! no lo habia leido esperando a q se publicara toda la historia entera!! no me gusta quedarme con la intriiiigaaa!!!! pense q ya se habia terminadooo!!!!!!
Jajaja, Valentina, estás en el horno!!! La historia sigueeee!!!!!!!
jajajaja, Gracias por comentar, Valentina, y muchas gracias más por la paciencia!!!
GEnio total!!! Marquitos! Qué obra maestra!
«quiero salieri con té» ja ja ja ja jaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa
por mil ochocientos capítulos más!!! Chin chin!
sin desperdicio lo que me haces reir cada vez que leo las odiseas d emarquitos por la elisa…
La puta que lo pariooooooooo, hace cuanto una lectura no me dejaba tenso tensooooooo, que genial!
Marcos, he comenzado hoy a leer tu novela, son las 24:15 hs y quiero seguir con algunos capítulos más antes de acostarme, por eso te digo rápidamente sin perder tiempo… QUE ME ENCANTA!