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Hyperloop, un sistema de transporte ¿revolucionario?

Se podría decir que es el Tony Stark de carne y hueso. Es cofundador de Paypal (empresa de pagos y transferencias online), Tesla Motors (fabricantes de autos eléctricos) y fundador de SpaceX (la primera compañía privada en llevar carga a la Estación Espacial Internacional utilizando una nave de diseño propio). Este sudafricano de 42 años parece tener tantas ideas como billetes. Su última invención, que mantuvo en vilo a todo el mundo de la tecnología el lunes pasado, se llama Hyperloop y promete revolucionar el transporte, compitiendo en costo y seguridad con los vuelos de corta distancia.

Musk publicó un informe de 57 páginas, extremadamente detallado, en los blogs de sus compañías, donde describe la tecnología del nuevo sistema e invita a la comunidad a aportar ideas y encontrar errores. Declaró también que él no iba a construirlo porque ya estaba demasiado ocupado con sus cosas como para encarar un nuevo proyecto. La primera mención al tema la hizo en 2012, cuando afirmaba en una conferencia que las principales características de cualquier sistema de transporte novedoso (que no fuera un auto, un tren, un avión o un barco) deberían ser:

  • Más seguro
  • Más rápido
  • Menor costo por viaje
  • Más conveniente (en tiempo de viaje y costo del pasaje)
  • Inmune al clima
  • Que utilice energía autogenerada
  • Resistente a los terremotos (lo pensó para California)
  • Que no moleste a quienes vivan en la ruta que recorra

El motivo de querer crear un nuevo sistema de transporte es unir aquellas ciudades que estén a unos 1500 km o menos entre sí, ya que el avión se vuelve poco práctico para estas distancias y los medios terrestres son demasiado lentos.

hyperloop

¿De que se trata la nueva idea? Parece bastante simple. Un tubo conectando sobre o bajo tierra las dos ciudades, por dentro del cual varias cápsulas se mueven a velocidades realmente altas, digamos mayores a los 1000 km/h. Claro, el problema es como llegar a estas velocidades. Una idea sería inspirarse en los tubos neumáticos que se utilizaban hace años para enviar correspondencia entre las diferentes oficinas de un edificio.

Ejemplo de correo neumático

 

Esta idea fue utilizada para lo que fue el predecesor del subte de Nueva York, como puede verse en esta nota (que en realidad exagera un poco las similitudes para llamar la atención).

Hacer lo mismo a una escala que permita transportar personas no es simple. Se podría llegar a crear la presión de aire necesaria con turbinas, pero la fricción entre la cápsula y el aire dentro del tubo sería muy grande a altas velocidades. Pero si el aire molesta, ¿por qué no lo sacamos del tubo? Bueno, hacer vacío y mantenerlo en una longitud y un diámetro tan grandes es casi imposible. Además cualquier pequeña pérdida a lo largo de los kilómetros del tubo podría hacer que todo el sistema dejara de funcionar. Musk propone entonces una solución a mitad de camino: extraemos algo de aire para reducir la resistencia, hasta un nivel que sea fácil de mantener utilizando bombas mecánicas existentes y a esto le agregamos algo muy ingenioso. Una bomba que extrae aire de la nariz de la cápsula de transporte y lo inyecta en la cola, aliviando la presión y reduciendo la resistencia al avance. Ingenioso, ¿no?. Parte del aire que se bombea se utiliza para hacer «levitar» la cápsula, de la misma manera que en los juegos de hockey de aire.

Si extraemos algo de aire del tubo, está claro que ya no podemos utilizar aire a presión para impulsar las cápsulas. El movimiento se logra mediante lo que se conoce como «motor de inducción lineal». El funcionamiento es similar al de los motores giratorios, pero produciendo un movimiento de avance o retroceso mediante el cambio de polaridad magnética de ciertos segmentos del tubo.

Motor lineal. La polaridad magnética se invierte con la frecuencia necesaria para generar un movimiento.
Motor lineal. La polaridad magnética se invierte con la frecuencia necesaria para generar un movimiento.

Curiosamente, un método similar se utiliza para que la partículas subatómicas se muevan dentro del tubo al vacío de un acelerador, pero utilizando campos eléctricos.

Musk propone que este sistema se utilice para unir las ciudades de San Francisco y Los Ángeles, distantes aproximadamente 560 km. El viaje tardaría unos 35 minutos (!) y se haría en varias etapas, para evitar aceleraciones bruscas:

  1. Se acelera la cápsula desde 0 a 480 km/h para viajar dentro de las áreas urbanas.
  2. Se lleva la cápsula de 480 a 1220 km/h en un corredor recto que sigue el trazado de una ruta interestatal ya existente.
  3. Se frena hasta llegar nuevamente a los 480 km/h al final del recorrido recto y hasta frenar definitivamente al llegar a la ciudad de destino

La energía necesaria para mover las cápsulas y para las bombas de aire se obtiene de paneles solares ubicados a lo largo del tubo, con un sistema de baterías que le permita operar de noche o en períodos nublados.

Todo el sistema usa tecnología ya disponible, pero utilizada de manera novedosa. Sólo en este sentido es revolucionario. La genialidad está precisamente en que no hay que desarrollar nada, sino hacer números (que en buena parte están explicados en el informe de Musk) y ver si es viable económicamente.

Mi deseo personal es que alguien tome la posta, cambie lo necesario y lo construya. Sería genial hacer en una hora un viaje que hoy lleva 12 sin más que llegar a la estación de embarque, subirse y bajarse fresquito en el destino.