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Los Mendolotudos y la música en los celulares

Y continuando la búsqueda de talentos, encontramos en los recónditos lugares del espacio menduco a un personaje quejoso y podrido, calentón y crítico, como más nos gusta. Les dejamos el primer escrito de El Viejo Pelotudo, espero que les guste saber de él, como a nosotros leerlo. Pasen y vean…

Comienzo esta nota con la siguiente situación: “Un pelotudo en el colectivo, cualquiera sea su grupo y destino, con el parlante del celular saturado de llevar el volumen al palo por la música…” Lo primero que se me viene a la mente es esa imagen de los años 80, cuando los negros en Estados Unidos, andaban con el grabador de doble parlante y tamaño carpeta de dibujo de estudiantes Bellas Artes, esa que no te daba ni el brazo para llevarla, con el volumen a mil como si fuera un walkman.

Lo triste de estos personajes nefastos, porque algunos de estos son nefastos en serio, por lo general, unos personajes de la sociedad mendolotuda con carita de “a ver que te puedo afanar”, que piensan que son lo más TOP del momento, escuchando música de mierda, que ni siquiera ellos entienden la letra cuando la oyen, y mucho menos los que van cerca, dada la saturación del parlante y a lo molesto de sus notas musicales perforadoras de tímpanos.

Tal es así que creen muy en su interior, que va a sentarse junto a ellos y a entablar terrible conversación Angelina Jolie o la mejor mina que suba al bondi en ese momento, con insinuaciones de “esta noche sexo papito… quiero todo con esta música”. De paso, creen estos monigotes, que estando echados como el famoso Tony Montana de Scarface, en el asiento VIP de Aeropuerto Musical Bailable, esperan que la diosa Jolie se les acerque.

Pero esto no es solamente propio de un solo personaje, no, no, no, ni hablar del o los grupitos de pendejos y pendejas que suben al colectivo pensando que están en el boliche, lo que es peor todavía, es que cada grupito cree que está en una de las pista de baile diferente del mismo (si es que las tiene) cantando a viva voz tratando de hacerse ver cada uno de estos a su manera  y desafinando como Belén Franchese, transformándose así, la pista principal del colectivo, en el ring de los famosas peleas del recordado breakdance, pero para ver quien desafina peor.

Estos pendejos y pendejas culos cagados, fronterizos (*) de mierda, que ni siquiera pueden dar signos de crecimiento mental fundamental básico, de coeficiente intelectual 0,23, con una falta total de urbanismo y respeto hacia ellos mismos, como también al resto de mendolotudos, que nos aguantamos esta sarta de pelotudeces. Pendejos que no solo los escuchas cantar, sino que lamentablemente les escuchas sus tristes y graciosas conversaciones bolicheras, de quien, qué, cómo o cual se apretaron, dando lujuriosos detalles que ni ellos mismos se creen.

Lo peor de todo es que, si a alguno de estos futuros/as piqueteros/as o empleado/a público mala leche le preguntas cosas básicas de educación sexual como “¿Sabes qué es la regla?” seguro que contesta: “y sí… esa de 20 cm que nos piden en la escuela…” ó le preguntas “¿Sabes qué es un forro?” seguro que contestan: “Sí, ese papel araña que viene en azul o verde (y cuantos colores más) ese con el que me forra los cuadernos mi mamá…” esas son respuestas lógicas para ellos. Pero bueno, con el fin de no salirme tanto del tema, me rompe mucho las pelotas este tipo de situaciones, más cuando estoy empezando o terminando mi jornada laboral, cuando vengo o estoy con la cabeza molida y con ganas de no escuchar a nadie. Pero yo me pregunto, ¿A todos estos mendolotudos, cuando compran el celular, no les viene un juego de auriculares? O son tan ratas que no se pueden comprar un mp3, digo, como para no tener que hacernos partícipes de su mendolotudez…

(*) Fronterizos: El Trastorno de la personalidad fronterizo se caracteriza por impulsividad y la inestabilidad anímica, de la imagen propia de la persona y de las relaciones. Este trastorno es muy común y se diagnostica con más frecuencia en mujeres que en hombres.

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