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Pasos para dominar el arte de comerse un cucurucho

Más de alguno se preguntará como puedo estar pensando en helados con este frío, pero es la mejor época para comerse uno con tres bochas sin que se te chorree por el brazo antes de terminarte la primera, es más, puedes llevar a pasear al perro y dejar el helado para después en la mesa y te aseguro que va a estar intacto para cuando vuelvas (esta condición no se cumple si está tu viejo y/o hermano a un radio menor de 15 metros de la mesa o si dejas prendida la estufa y/o caloventor). Debo admitir que en realidad me hice una pregunta similar al ver por la tarde una camioneta heladería de Sopelsa mientras tiritaba haciendo una buena imitación de castañuelas al ritmo flamenco con los dientes. ¿Por qué será que jamás vi una de esas cosas en el verano? Es que supongo que hacía demasiado calor como para salir a vender helados ¿no?

En fin, comerse un cucurucho es todo un arte, en especial si quieres hacerlo con clase, y no terminar embarrado como un nene de tres años. Esto de comerlo con clase va especialmente dirigido al público femenino, no está bien parecer que se la comes a un guacho que la tiene con gusto a chocolate con almendras y pistachos, eso no es de damas, a menos que sea parte de tu trabajo y lo uses como publicidad, de ser así está bien, pero procura que no te vean los niños, hay que cuidar la inocencia, que hoy en día los pibes están más despiertos que uno mismo.

Para explicarte mejor como comerte tu cucurucho con estilo voy a explicarlo paso por paso.

Paso 1: Ahí está, tu helado de tres bochas con salsa de dulce de leche, cucurucho bañado en chocolate con maní y chispitas de colores como las de las tortas de cumpleaños que te hacían cuando eras tan sólo un pibe que aun no sabía cómo se hacían los bebes. Antes de abandonar la heladería asegúrate de haber pedido servilletas, una cucharita de esas que parecen una pala chata de colores y de haberte tomado un paracetamol y la suficiente vitamina C como para no morir de pulmonía.

Paso 2: Buscar asiento. Aunque prefieras comer de pie, no es recomendable, es malo para la digestión, además, probablemente te enteres de que eres uno de esos pelotudos que no pueden caminar y comer al mismo tiempo porque es probable que se saquen la madre o mueran atropellados por una anciana en silla de ruedas frente a Osep o un hippie en bici camino a la facultad de artes y diseño.

Paso 3: Ya que pediste la cucharita, ¡usa la maldita cucharita! No es lindo ver como lames el helado con esa lengua fernetera color verde pantano. Una que nunca falta es la del pajero que lo lame lento con cara de placer, este tipo de “lamedores” ponen la misma cara que la de un perro haciéndose higiene intimo a la hora de la siesta frente a la chimenea, algo que me parece inaceptable, así mismo como las “Peter As” con su versión masculina incluida. Aclaración, además de ser antiestético, usar la lengua es el error más común que se comete, la lengua tiene una temperatura mucho mayor de lo que realmente sentimos (36°C aproximadamente), y por esa misma razón, al lamer el helado no haces más que derretirlo.

Paso 4: Una vez que vas terminando el helado y te queda el cucurucho despejado, ve mascando de a poco el borde superior, reduciendo así el tamaño del cucurucho y logrando tener acceso al helado que está adentro. Consejo: No metas la lengua en el cucurucho como si trataras de lamer el fondo del frasco de Nutella vacío, parece que trataras de tocarle el punto “gé” a una mina que encontraste en un boliche en medio de una borrachera vomitiva y uno o dos porros. Usa la cucharita.

Paso 5: Cuando el cucurucho está demasiado pequeño como para seguir escarbando con la cuchara, o si ya no tiene nada dentro o sólo líquido tienes dos opciones:

A: Si el cucurucho está vació: Salta al paso seis y deja de hinchar las pelotas.

B: Si tiene helado: Ya sea líquido o aun esté congelado, aunque es muy poco probable, muerde con cuidado la parte inferior del cucurucho. No seas imbécil y no inclines mucho la galleta, porque lo más probable es que termines tirándote toda la mugre pegajosa encima. Apenas muerdas la puntita succiona el líquido cremoso, con cuidado, así no te atoras y no te largas a toser hasta tener arcadas.

Paso 6: Después de haber hecho el sexualmente llamativo paso cinco, debo confesarte que hay tres opciones, no dos. La tercera sería tirar la última parte del cucurucho a la basura, pero eso sólo es de cobardes, de todos modos, la posibilidad existe, aunque según estadísticas, el 98% de los casos que eligen tirar el final del cucurucho mueren por selección natural. En el paso seis, recomiendo no apresurarse a comer el final del cucurucho de un solo bocado, esto puede hacer que tengas que abrir la jeta más de lo saludable y te disloques la mandíbula, por eso, antes que nada debes tomar el final de la galleta con los dedos medio y pulgar (si no sabes los nombres de los dedos quise decir “entre el dedo gordo y el faquiu”)  y presiona la galleta con cuidado hasta que se fracture.

Paso 7: Come los fragmentos de cucurucho, que si los rompiste bien deberían ser sólo dos. Luego con una servilleta limpia tu boca primero y luego las manos.

Paso 8: Haz el “Moonwalk”.

Paso 9: Finge que eres una gallina.

Paso 10: Tenía que rellenar con algo, siempre es más copado que sean diez.

Espero les haya gustado esta nota educativa, y pueden estar tranquilos que si mueren mientras duermen al menos deben recordar que no murieron sin aprender algo nuevo. Fin.

Por: Caracola Mágica para la sección:

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