/Pros y Contras de tener un jefe Gay

Pros y Contras de tener un jefe Gay

Acá les dejo algunas apreciaciones favorables y otras no tanto de tener un laburo donde tu jefe se mastica la callampa. Saludos a Pedro “Piter” Robledo ejemplo de ser un jefe-loca buena onda.

El Jefe Gay Copado

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Cuando la loca anda de buen humor, te cagás de risa, es solidario, atento y predispuesto. Sin dudas lo que provoca su buen humor es que la noche anterior lo visitaron, entonces anda más contento que puto con dos culos (valga la redundancia).

La loca copada siempre se acuerda de los cumpleaños de sus empleados, y los regalos que hace son muy pensados y de buen gusto. Los cuales van acompañados con una tarjeta más gay. Siempre regala algo de calidad y buen precio. Ni hablar si a quién le tiene que regalar es una mujer, excelente gusto para ropa, zapatos, carteras o perfumes.

El jefe gay-bueno siempre va a tener buenas actitudes, te va a bancar si llegás tarde, si tuviste una urgencia o si tenés que salir a hacer un trámite. Y si tenés hijos más te va a entender, porque aunque el no los tenga, la concepción de familia que tienen los gays es más fuerte que la de muchos heterosexuales. Al contrario de los que muchos creen, los gay respetan el matrimonio, la institución religiosa, el cuidado de los hijos y hasta te diría que conozco varios ultra religiosos y conservadores. Una muestra de esto es que seguro tenés un amigo gay que se queda a cuidar a sus sobrinos, la loca niñera es conveniente, nunca te falta porque le vino.

El jefe gay bueno siempre va impecable al trabajo, uñas perfectas, perfumado hasta la médula, sumamente combinado y nunca te repite la ropa en la semana. Siempre con un corte de pelo de última moda. Un placer a los ojos, lo cual genera el típico comentario entre sus empleadas mujeres “¡Qué desperdicio!”.

La loca buena es el mejor para atender a un cliente, ¡¡¡por eso es el jefe!!! Las grandes empresas cada vez contratan más personal gay, por su buena predisposición, nunca tienen problemas de horario, su presencia es excelente y lo más conveniente para los inversores: nunca se queda embarazado. Ante un problema con un cliente que vos no podés resolver, acudís a la loca y te resuelve el tema en un segundo, su templanza y paciencia es admirable.

Este jefe es el que siempre se prende en alguna salida de empleados a algún bar, si van a comer seguro te sorprende y paga la cuenta. Porque hay que decirlo, el jefe gay siempre anda con plata, no tener hijos es un beneficio en algunos casos. En el restaurante el jefe gay se conoce todos los platos, sabe de vinos, sus modales en la mesa son cual sangre azul. Ahí es cuando te viene a la memoria tu marido los domingos al mediodía peleando con la costilla del asado, engrasado hasta los codos y rodeado de una cantidad de migas infernal.

El jefe gay siempre se acuerda del Día de la Secretaria, Día de la Mujer, Día de la Madre, Día del Empleado de Comercio, Día de cualquier tipo de Profesional. Su recuerdo va acompañado de un presente. Ni hablar si se va de vacaciones, regalo seguro.

El jefe gay copado se lleva bien con tu esposo, porque no es una loca relajada, entonces para tu marido es la fórmula perfecta: su esposa trabaja con un flaco exitoso, que sabe de deportes porque es enfermo del gimnasio, tiene buen trato con su mujer, siempre le manda un vino de regalo y lo mejor, nunca le va a tocar un pelo a la fémina.

El jefe gay es culto, te lee todos los diarios apenas llega al laburo, y seguro en el break te conversa de moda, decoración de interiores, y si tenés mucha confianza (porque lo más seguro es que el gay evoluciona de jefe a amigo) es que te comenta del chongo que se está manyando.

El jefe gay copado crea un ambiente de laburo muy bueno, siempre perfumado, música ambiente con onda, bien decorado y con esos toques que te alegran el día. Hasta el tono de su celular es genial. Todo tan pensado, típico de un gay.

El jefe gay toma confianza rápidamente con sus empleados, y sabe que siempre está en boca de los mismos, pero no le importa. Porque es feliz con su vida, está completamente asumido y eso le da fortaleza para concentrarse en su trabajo, concentrado en el éxito. El jefe gay es el que te va a poner el hombro cuando llegues con quilombos de tu casa, con tu marido, tu señora o tus hijos. El jefe gay copado es una tumba en lo que le cuentes, piensa con su lado masculino y femenino. Es un gran consejero en temas de pareja.

La Jefe Mala

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Tema aparte es si te toca un jefe gay histérico y competitivo. El jefe gay malo es MUY MALO, típico malaleche que si puede te caga. Si trabajas con el en una gran empresa, es el típico superior que te manda al frente en cuanto puede, un buchón nato, que con tal de subir escalones especula y le chupa en forma excesiva el miembro al dueño.

En el caso de que la loca sea la dueña, te lo hace notar todo el tiempo, te recuerda a diario tu perra vida con unos hijos inmanejables, un marido vago o con sueldo básico. Te saca temas que detestás como tu suegra, lo bien que trabajan tus otros compañeros, te hace notar cosas que ni vos notaste como que repetiste ropa tres días a la semana, que se te notan las raíces o que se te ven unos cardos en alguna parte del cuerpo, por lo cual te manda a la depiladora. Es tan cínica que te ofrece prestarte plata si no tenés para ir a ponerte en forma.

La loca mala te refriega sus avances en el gimnasio, mientras que a el se le marcan cada día más los abdominales, vos no podés dejar las harinas y el café con leche con azúcar.

La loca mala hace que el chongo tipo modelo Armani que se está comiendo vaya al trabajo, cuando pasa por al lado tuyo te pide en forma cortante y soberbia que le llevés dos café a la oficina, la loca con poder es lo peor. En menos de un minuto te enrostró que es el jefe, que te manda, que sos su esclava y que encima se está comiendo un bombón. Después de llevarles el café, te metés de cabeza en Internet a buscar fotos tiernas de animales y ponés bajito un tema de Arjona.

La loca mala no da explicaciones, de repente le agarra. Lo ves que cazó abrigo y salió como tiro. Entre que tratás de pararte del asiento para preguntarle qué decís si llaman y preguntan por el ya se subió al auto y se fue. Tu duda es ¿Dónde fue? Chongo, shopping o café en lugar top.

Este tipo de jefe es el que te remarca sus lujosas vacaciones por el Caribe, te muestra fotos de todas las fiestas a las que va , los restaurantes que frecuenta , el tremendo departamento que tiene o el auto 0 km que se compró. El gay malo te va a refregar su cel nuevo, la ropa de marca y el perfume importado. Vos ves la foto de tus hijos en tu billetera, recordás que se te rompió el lavarropas y te querés tirar abajo del Metrotranvía.

La loca mala es competitiva, tanto como jefe como compañero de trabajo. Y ni hablar si es profesional y vos un simple secundario completo, te las hace negras todos los días, porque el puto malo es resentido, se desquita con vos por todo el bullyng sufrido durante su niñez. Nunca le falta el comentario ácido para mostrarte que estás debajo de el.

La jefe mala te seca la mente con Madonna en el laburo, te manda a limpiarle la oficina y la tiene llena de pelotudeces, cuadros de su familia, perros, vacaciones, chucherías, souvenirs, revistas farandulescas y muuuucha ropa que va dejando tirada.

La loca mala que siente que el trabajo es una mierda es la peor, te hace sufrir todos sus fracasos, su incomodidad, su bajo sueldo y su exceso de responsabilidades.

Este jefe poco simpático es en su mayoría una loca que no disimula su condición, por lo cual evitás invitarla a cuestiones familiares que en otros casos serían un compromiso obligatorio. No te permitirías nunca que tu familia te juzgue porque trabajás “con ese puto relajado y mal agestado”. En el fondo sabés que si la llevás bien, a la loca le sacás todo.

El jefe gay malo te hace pensar en lo hija de puta que fue Cristina con su puta ley de Matrimonio igualitario, sus derechos, su ley antidiscriminación y cuanto beneficio tienen. Después se te pasa.

Para concluir y en consonancia con esta última frase, las locas son buenas jefes, y también buenos compañeros de laburos. Cuando le encontrás las veta, podés sacar lo mejor de ellos, principalmente su afecto y amistad.

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