/Reñacalotudos

Reñacalotudos

Por Doc. Bomur, tuneado por Celso Jaker.

Como nunca me puedo negar a los pedidos de mi amigo Bomur, vamos a intentar tunear un poco la info que me mandó y darle un poco de caña a los malnacidos, berretas, careteados, pseudo pacatos que vacacionan en esa horrible extensión de nuestro territorio nacional atendido por Chilenos que llamamos Reñaca.

No tengo nada contra los Chuchas ni su patético simil Malibú (y casi único) lugar de vacaciones, sino que me producen una mezcla de gracia y pena los Mendolotudos que deciden irse a Reñaca en enero. El Reñacalotudo es un  pobre tipo que se cree “gente bien” por cruzar Uspallata, me da urticaria de solo pensarlo.

Reñaca en enero condensa lo peor del Menduco standart, lo más cochino de nosotros, es como una Arístides o un Cariló con mar. La gente que concurre no disfruta la playa por pensar que se encuentra en un bar o boliche. El Reñacalotudo no se mete al mar porque le da frío, no juega con las olas para no mojarse el peinado, no hace surf ni body porque obviamente no sabe y no quiere pasar vergüenza, no juega al fútbol para no chivarse, no juega a las paletas para poder ver minas (o que lo vean haciendo posturitas), no juega al tejo porque no es cool y es de viejo y encima no escavia porque le teme a los carabineros.

Son tan patéticos que teniendo toda una playa se aglomeran en un solo sector (el 4), todos pegados, fusionados y lo peor de todo es que se quejan de ser “siempre los mismos”, cuando sin ningún lugar a dudas ¡Es lo que están buscando! Ahí están, todos los patéticos montañeses mendocinos de lentes Ray Ban truchos, enormes y llenos de logos, de mallas pagadas en doce cuotas sin interés, de peinaditos pactados constantemente controlados en los lentes del amigo, de culos con celulitis pero en puntitas de pies, de remeras apretadas luciendo físicos pastilleros, trabajados desde julio no por salud sino por el simple hecho de hacerse el rico.

El Reñacalotudo no toca la guitarra, no hace fogones, no lleva fernet en el termo, no se sabe “una que sepamos todos”, no baila si no está en pedo, se saluda con otros especímenes Reñacalotudos como si se conocieran de toda la vida pero en realidad no se bancan y cuando no está en pedo o en el boliche no se saludan, en fin… insisto, son lo que son, un pueblo careta, paquete y recauchutado en una playa ajena.

El Reñacalotudo se pasa 5 días en un cuchitril que comparte con 20 personas, a 18 cuadras de la playa y se saca 50 fotos para luego subirlas al Face en un álbum de mal gusto llamado “Reñaca2012”donde probablemente salgan los tipos metiendo panza y las minitas con cara de putas, eso si, todos abrazados, esperando a algún socialero para que los retrate y así poder sentirse un poco mas “in” o mas “cool” en la society mendolotuda.

Cuando después les comentan o preguntan por la foto devaluada que salió en algún periodicucho, se la tiran de superados y dicen que intentaron evitarla por todos los medios, pero que se la sacaron igual, cuando la realidad es que estuvieron mirando fijo al pobre tipo que anda fotografiando sociales de segunda, y persiguiéndolo por toda la playa intentando llamarle la atención y saludándolo por su nombre para asemejar familiaridad en el trato y lograr el tan ansiado trofeo: Una foto de mierda, con el nombre mal escrito en un periódico local, que tiene durante el Verano poca difusión y mucho espacio para llenar, dado que la gente que normalmente aparece en esos espacios “Socialeros” se encuentra vacacionando en lugares “top”, como puede ser Punta o Cariló, o por lo menos “con onda” como Mardel o Pinamar, o directamente viajaron afuera.

Si hablamos del lugar en si, es imposible que les guste Reñaca. Un lugar sin centro, sin noche, sin playa como la gente, con el agua helada, las olas fuertes, de pendiente abrupta y fácil ahogamiento, de difícil tránsito, con pocas opciones para la tarde (más que el antro cervecero ese donde todos se roban tubas) y plagado de caretas. Chile tiene lugares tremendos, comoLa Serena, Totoralillo, Tarapacá, Atacama, Los Lagos, Aysén o Arica, pero no… el menduco cerrado se mete en Reñaca, todo porque ahí van todos, todo por aparentar y seamos sinceros, porque es “tobara”.

Se van a Reñaca porque no les da el cuero si quiera para el feo Carlos Paz. El Reñacalotudo se hace el banana en diciembre diciendo que se va “quince días al mar” cuando no para de ratonear desde el vamos. Se lleva todo desde acá y cuando digo todo es todo, desde el pan, hasta la coca, pasando por el fernet, los embutidos, los fideos, arroz, los puchos, los forros, conservas y todo lo que caranchean en el Vea. Cuando esto se acaba, van en manada al Santa Isabel a continuar la compra, olvidate que el Reñacalotudo salga a comer más que un solo Palta Mayo en El Obelisco, porque es para lo único que le da. Por ahí se da un “lujito” y se compra una empanada de mariscos.

Luego se pasa media tarde implorándole a los más que patéticos y detestables “relaciones públicas” (suerte de galán de circo más arrastrado que indio pobre que se hace el de acento aporteñado y el más poronga) que le den precintos para entrar gratis o descuentos por docena. El Reñacalotudo se vuelve loco si tiene que pagar.

La previa se hace puertas adentro, con suerte con un grupo de minas seducidas por algún brebaje veraniego, como mojito, rojito o cuba libre, y por el simple hecho de que son mujeres ratas bien Mendocinas que quieren escaviar de arriba. Olvidate de que algún Reñacalotudo vaya a ir a un bar. Olvidate de garchar, obvio… son mendocinas.

El Reñacalotudo estúpido se esconde botellas de plástico con fernet arrugadas en las medias y se mete latas de speed en los bolsillos porque no le da para más que el traguito de entrada si es que tuvo que pagar, o un trago colectivo si entro gratis, por lo general algo picante que los emborrache rápido, obvio que el Reñacalotudo no tiene onda si no está en pedo, eso no se borra cambiando de lugar.

Con el cortejo pasa algo cómico. Al Reñacalotudo la chilena tradicional, esa fea, tetona sin culo y cara de toba no le gusta, no le da ni la hora (y es la única que se puede coger) y la chilena “neoliberal”, la moderna, la copia barata de modelo europea le encanta, pero es tan alta, rubia y millonaria que no le da ni la hora. Entonces ¿Qué hace?, le tira al hueso de toda la vida, a la amiga de la amiga, al hermano del primo, a la menduca más tonta y Susanita, al menduco más canchero y vacío, remando toda la noche por un besito y una vuelta obligada a la casa solo y con los huevos como dos zeppelines y para ellas la saga de su típico histeriqueo absurdo, con la diferencia que allá tranzan y se dejan tocar el culo.

La noche termina en Mc Donlads tratando de pegarle a algún chileno, o rompiendo el local poronga ese, o intentando llevarse algún cuerpo al antro que tienen por casa.

Sinceramente nunca los voy a entender, disfrutan a horrores encontrarse con toda la misma gentuza que frecuentan durante el año en Mendoza, y se quejan de eso y vuelven año tras año inevitablemente padeciendo horas y horas de cola en la aduana, con una despensa a cuestas, siendo maltratados por los boludos incapaces que atienden allí, y teniendo que esconder hasta la pila del reloj trucho que se compraron, para no tener que dar explicaciones, ni pagar 20 pesos de impuestos.

El Reñacalotudo es un pobre tipo, patético y de mal gusto, solo busca llegar para después decir “yo estuve”, tristísimo, deprimente, barato, grasa, rata, quejoso, desagradecido, mal parido, sucio y careta. Lo más lindo de todo es que la mitad de Mendoza termina allá

Independientemente de que la nota les guste mas o menos, lo que realmente espero es que les sirva de inspiración para encontrar rápidamente un nuevo destino vacacional, tienen 11 meses para pensarlo y sino… nos encontramos esta noche enla UltraVIPde Living VIP! Porque somos todos VIP!!! (Very Impostores Pacatos).

También podes leer:
Terror en el aire

El año pasado escribíamos: 
Como seducir a la minita 

ETIQUETAS: