Siento tibio y frío, debo haberme quedado dormida para ir a trabajar ¿Es la mañana? ¿O todavía es de noche? No lo sé, deberé abrir los ojos para averiguarlo, cuesta tanto, creo que no puedo,…
El cerro
El tipo llegó apurado a la terminal de La Dormida y le dijo al que iba delante que sacara boleto para el cerro. El colectivo paró diez minutos en la terminal, antes de hacer el…
El infierno de Butel
Butel tenía dos libros de cabecera: uno de Oliverio Girondo, en el que releía en especial un texto que hablaba de la mujer de Girondo, que tenía el defecto de hablar en voz alta y…
Tres segundos (segundo tres)
El segundo segundo pasó, y la locomotora estaba ya encima de todo su cuerpo. Habida cuenta de que en el primer segundo Róber experimentó casi de forma mística la proximidad de Dios, ese rayo fundido…
Tres segundos (segundo uno y dos)
El Róber se acomodó los auriculares mientras caminaba. La música era -por la acordeona del vallenato- como el lento trotar de un caballo. La música, será que es eso: un caballo que trota y no…
Tres verdades reveladas hechas viñeta
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Un asunto impostergable (segunda parte)
El sargento Drajzibner le dio una pitada a su habano cubano y luego dijo: - Debemos cambiar de estrategia, temo que de nada nos sirvan las armas, buscad un brujo. Los demás policías lo miraron…
Un asunto impostergable (primera parte)
Fran murió antes de cumplir los cincuenta y su esposa, una bella mujer, lloró desconsoladamente. Pero era una mujer joven y el cuerpo reclama. Un año después era la trola número uno del barrio. Burdeles,…
La venganza de Juan – Una partida contra…
Las sierras tenían un aire a bandadas empujando el sol. Pájaros que se movían como figuras sin restos de cielo. Lucifer se tomó un tiempo y antes fue a Unquillo a visitar la capilla museo…
La venganza de Juan – El ludópata fracasado
En el pueblo de Deán Funes, por las noches, el viejo Jockey estaba lleno de humo y apuestas y vasos. Juan venía ganando y pidió pollo para todos en la mesa. Quince minutos después le…
Entretelones
Slavoj Zizek se acomodó en el sillón cama especialmente diseñado para sus casi doscientos kilos de masa abdominal y abrió la esquela con el sello papal, mientras pensaba quién se colgaría de las tetas de…