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Las drogas potencian al artista

NDA: Antes que comiencen a leer esta nota aclaro dos cosas, primero que es una opinión personal y segundo que no hablo de manera generalizada, sino que existen muchísimas excepciones a la regla. No la lean pensando en un artista en particular, sino en el oficio del arte. Ahora si vamos al texto…

El arte se crea desde la angustia. Esto no quiere decir que un artista es una persona que vive todo el día bajoneada, pero sin lugar a dudas las mejores obras surgen desde ese estado. Por el simple hecho de que el artista sublima angustias mediante el arte. En los momentos donde más sensible está, es cuando logra transmitir mejor su obra. Las ausencias generan un vacío existencial que él solo logra equilibrar con la creación. Es por ello que el arte es un don, porque no cualquiera canaliza sus sentimientos mediante obras. Algunos lo hacen vía laboral y son grandes emprendedores, otros vía atlética y son grandes deportistas. Cada uno encausa sus pasiones donde más cómodo se sienta. Con este don se nace, pero puede generarse y pulirse con el tiempo, como todo. Puedo no ser un pintor brillante, pero si estudio y practico con esmero, sin dudas voy a lograr pintar, lo que no se puede generar con nada es la capacidad de sentirse bien sublimando angustias mediante el arte, eso es innato.

Hace algunos días pedí la opinión sobre “drogas y músicos”, comentando algunos ejemplos. Les muestro mi pregunta y las respuestas más relevantes.

LOS MÚSICOS Y LA DROGA

Pido la opinión de ustedes, ¿la droga explota la genialidad de un músico? La ausencia de ella evidencia la incapacidad creativa imparable de antaño (3 primeros ejemplos), pero el abuso sin dudas los arruina (3 segundos ejemplos).

Entonces… ¿son lo mismo sin el uso (y abuso) de droga? ¿hubiesen sido quienes son sin adicciones? ¿el artista crea desde la angustia y cuando no sublima creando encuentra reparo en la felicidad inmediata de la falopa?

“El talento es innato. Si sos un genio lo sos con drogas o sin ellas” Adrián Monetti.

 

“Los grandes músicos suelen ser grandes desde el comienzo… desde su simple ser… el abuso de sus adicciones los llevaron a la ruina. Pero no a lo que ellos sacaban desde el principio” Tamia Peretti.

 

“A Kurt no lo mató la droga, lo mató su depresión, la cual arrastraba desde que era un niño, sus vicios sólo eran consecuencia de esa depresión. Su capacidad creativa hubiese sido la misma” Emilio Heredia Chaves.

 

“Si el talento viniera por la droga Chano sería el sucesor de Mick Jagger. Usando esa lógica. El talento lo traen de nacimiento. Lo ayudan con drogas quizá. Pero siempre lo tuvieron” Manuel Yañez.

 

“Mi opiónn es que las drogas potencian el intelecto, está comprobado” Lili Chirino.

 

“Sacan lo mejor del talento pero los arruina, es un arma de doble filo” Federico Varetto.

 

“La droga simplemente es un vehículo, un catalizador, una autopista que les sirve para sacar lo mejor de ellos cuando andan bloqueados. Pero eso mismo, «lo mejor de ellos», ya lo tienen, la droga no se los crea” Gustavo Zippo.

 

“Cerati empezó a entrarle a las drogas sintéticas antes de la creación de Canción Animal. No se puede negar el talento nato del loco, pero sin dudas esto abrió puertas para la creación de obras de arte como ese disco, Amor Amarillo, Dynamo o Sueño Stereo” Mauricio Lucero.

 

“Los músicos «diferentes» son gente muy sensible, que además, para sacar sus obras suelen ahondar en esos sentimientos para poder sacarlos, digamos en criollo «revolviendo su propia mierda emocional» y el que revuelve mucho queda tapado, muchas veces. A eso se le suma el tener que hacer frente a un público cuando muchas veces son poco sociables o no saben manejar semejante popularidad… Y utilizan la sensación de omnipotencia que la droga produce para hacer frente a todo eso. La droga los ayuda a brindar el show, se sienten confiados, si se equivocan no se dan cuenta o no les calienta, cosas fundamentales para poder seguir, creo yo, más todavía si sos una persona insegura y muy autoexigente. En conclusión la droga para mí no tiene nada que ver con el talento artístico y bastante que ver con la imagen de estrella de rock” Marilí Videla.

 

“Cualquier estimulante del sistema nervioso central, lo potencia. Lo que cada quién hace durante esa estimulación, lejos de negar sus talentos, los ratifica. Claro que hay diferentes tipos de estimulantes, algunos más agresivos y otros más específicos. El problema con los estimulantes es que el cuerpo tiene memoria celular y como todo sistema en la naturaleza, aplica el principio del menor esfuerzo y la economía de recursos. De manera que, si con una sustancia externa logra la liberación de endorfinas en el torrente sanguíneo, la sensación de bienestar físico y el desbloqueo emocional, entonces no se molesta en hacer el trabajo solo y pide la sustancia para evitarse el trabajo autónomo. No tiene nada que ver con el talento o la capacidad, mucho menos con la vulnerabilidad. Todo es cuestión de un estado de conciencia y de lucha con los atajos del ego. El mismo mecanismo, aplicado en forma inversa, explica los resultados de cualquier placebo en la curación de muchas enfermedades” Lobesia Botrana.

 

“No creo que gracias a las drogas esta gente se inspire…. pero sí que recurren a ellas porque la situación los supera fama, dinero, críticas, etc. y todos terminan en la lona” Martín Filas.

 

“Es triste saber y tener en mente que en cualquier rama del arte esté presente la droga. Por ejemplo: Stephen King, gran autor de novelas de terror al cual admiro mucho, confesó que llegó a un tiempo en que consumía cualquier cosa que venga e incluso llegó a escribir toda una novela drogado. Pero, al ver que no recordaba un solo momento del proceso creativo de esa novela, decidió dejar todo, incluso el alcohol. Hoy en día sigue creando novelas que son best seller y grandes historias, según él, sin ninguna droga. Así que es todo un tema; hay gente que debe consumir para crear y hacen cosas geniales (pero no es nada recomendable) y hay personas que tienen un talento tan grande que no les hace falta estupefacientes para dar vuelta de cabeza al mundo con una obra” Franco Pulga Rosales.

Como verán, las opiniones son variadas, pero hay algo en lo que todos concuerdan, para bien o para mal, sin lugar a dudas las drogas influyen en la vida del artista.

Muchas veces pienso que el artista tranquilamente podría ser un asesino. Tiene en su psiquis rasgos típicos de un criminal. Una alta cuota de frustración, fusionada con demasiado ego y un nivel de autoexigencia inusitado generan un cóctel explosivo. El artista encausa su espanto de manera positiva, iluminando al mundo con la luz de su creación, mientras que el asesino lo hace de manera negativa, canalizando sus sentimientos mediante el dolor y la muerte física del otro. Ambos se creen con la capacidad de un Dios, sólo que uno crea y el otro destruye, sendas cualidades de cualquier Dios ordinario. De ahí surge la tendencia autodestructiva del artista, lo que puede ser el motivo que lo lleva a consumir drogas, no para crear, sino para destruirse.

Y con el consumo de drogas llega la desinhibición, eliminando el temor a las consecuencias de los actos y potenciando la concentración y fluidez creativa. Pero estos impulsos que se desatan ya existen en el inconsciente del artista, las drogas no generan nuevos impulsos, sino que exacerban los innatos. De ahí surge el hecho de que no todo drogadicto es artista.

Si ustedes analizan las etapas más creativas, de mayor brillo, esplendor y genialidad de la gran mayoría de los artistas (digo esto porque en toda regla hay excepciones), justamente van a ir de la mano de sus períodos de mayor consumo de drogas. Obras maravillosas creadas en tiempos compulsivos, vertiginosos y violentos. Espectáculos en público insuperables y emocionantes en paralelo con vidas privadas paupérrimas y escandalosas. Actuaciones increíbles generadas en estados de subidones por consumo. Suele pasar que con la madurez de la persona (y un casi seguro “toque de fondo”) el artista se aleja de las drogas y vuelve a una vida relativamente normal, sin poder ocultar las huellas físicas del abuso de antaño, en su estampa, capacidad o motricidad. Esta etapa es vitalmente feliz, porque lo vemos sano y sobre todo vivo pero artísticamente triste, porque no vuelven a crear nada más realmente contundente.

Esta nota no pretende ser una apología al consumo de drogas, yo por ejemplo jamás las he usado para escribir, sin embargo es real, es una cuestión tangible  que no se puede obviar: las drogas potencian al artista, aceleran el curso de su creación, pero también se cobran un precio muy caro, arruinando economías, familias, amistadas y hasta terminando con la vida misma de la persona en cuestión. No por nada cientos de músicos les han dedicado sus canciones haciendo analogías entre el Diablo y las drogas, porque es una oferta extremadamente tentadora a cambio de algo tan preciado como la vida misma.

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