Para todos aquellos que frecuentamos los caminos para recorrer largas distancias, es insufrible la cantidad de hijos de puta al volante que hay, me es difícil encontrar otro adjetivo para una persona que pone en riesgo la de los demás.
En general me gusta definirlos como “pitochicos”, se preguntarán ¿por qué?, es que este particular segmento de la población tiene un problema de ego, necesita demostrar que es el más capito, que le gana a todos y es el mejor, porque seguramente esconde algún problema de autoestima y lo está canalizando cuando conduce.
Recién bajada del auto, con casi 4hs de volante encima, les dejo mi lista:
– el pitochico del auto nuevo: se ha dicho muchas veces que el vehículo es una extensión peneana y la ruta lo confirma, porque hay una fila de 6 autos y ahí tenés al pijicorto queriéndolos pasar a todos juntos de una vez. Siente que el valor de su auto lo habilita para eso, como también para estacionar donde le da la gana, preferentemente esquinas o sectores para discapacitados, pasar el semáforo casi en rojo, no darte la derecha, básicamente se cree omnipotente en su auto ¿será impotente en otros ámbitos? Te mira y se ríe de tu pobreza, en su mente siente que le creció el glande y con eso es suficiente.
– el pitochico de la 4×4: lo anterior se potencia con eso, probablemente también es petizo, a la mayoría casi no se les ve la cabeza cuando manejan. Es como la publicidad de «cañonero» de los Simpson, con la chatototota creen que están dominando la carretera desde el vehículo más grandototote y después son la mayor causa de accidentes, lo único grande que tienen es la imbecilidad.
– el inconsciente apurado que pasa a mil autos: se aplica a los anteriores también claramente. Corazón si vamos en fila India con paciencia, no es porque nos guste hacer el trencito de la alegría de las fiestas pero con autos, no se puede pasar y estamos siendo prudentes. Él está apurado, no importa si pasó de pedo, si casi termina en la banquina o si tuvimos que frenar para que vuelva al carril y no se mate él, su familia o pasajeros, al de enfrente y a todos los demás. Te apura, te hecha el auto encima, no le importa si vos pusiste el guiñe antes, a esos les digo: si querés matarte, dátela contra una pared vos sólo y no pongas al resto en riesgo.
– el salame que no diferencia luz alta de baja: criatura sabemos que vos ves bien, pero el resto no, 30 autos seguidos te hacen seña. Además córtenla con el foquito de neón, los faros dobles, los antiniebla y la madre que los parió, ustedes se creen re facheros pero el caretearla le puede costar la vida a alguien, ¡huecos!
– el infeliz que cree que chupándose atrás tuyo va a gastar menos: encima rata ¿Qué parte de qué si toco el freno nos hacemos torta todos no estarías entendiendo? Evidentemente unos pesos son más importantes que poner en riesgo tu vida y la de un grupo de desconocidos, ni los pericotes hacen eso ¡roñoso!
– el analfabestia que se pasa las leyes de tránsito por el poto: arrancando por los límites de velocidad, estacionarse en donde se le da la gana, incluye pararse arriba de la ruta para que no se le ensucie el auto al bajar, pasar a 180 km/h por al frente de las escuelas, no ponerse los cinturones ni prender las luces de día porque se cree inmortal.
Generalmente por creerse con súper poderes, son capaces de putear a un oficial porque le hace una multa por cualquiera de estas razones, ¿qué se creen? ¿Qué pueden ofender al hijo no reconocido de Fangio?
– el choto que acelera cuando te acercas: cuando voy aburrida manejando me entretengo con esta gente inexplicable, los voy probando, ¿querrán ver el paisaje sin nada adelante? ¿Se sienten más poderosos por ir adelante? ¿En la primaria eran los últimos en salir al recreo? ¡Paaaabres!
– el rechoto que acelera cuando lo estás pasando: es muy probable que el anterior se transforme en este individuo. Ya que ve su superioridad amenazada y se identifica con el león que está siendo pasando por la gacela, cuando en realidad es una marmota que puede causar un accidente ¡tontito!
– el motoquero fantasma: si fantasma, porque por pelotudear se va a pegar un tortazo y va a pasar a ser un espíritu. Van por la ruta sin luces, sin casco ¿de verdad te crees inmortal o tus papas eran gemelos?
– el «John Foos»: porque el tarado cree que la calle es suya, se para en la ruta para doblar, no pone guiñe, nunca sabes que va a hacer, cruza como le pinta. No es consciente de que existe un mundo a su alrededor o francamente no le importa.
Creen que los espejos retrovisores son para ver que bonitos son y admirar toda la sensualidad que desprenden al andar. Las luces son de adorno, como las del pino de navidad, básicamente no te van a poner una luz de giro en la puta vida, sobre todo en las motos de noche que juegan a ser invisibles, o sea vos tenés que ser mentalista y adivinar que van a hacer.
– al que no lo querían de chiquito: Se ve que no le prestaban atención y no le compraban juguetes de niño, entonces ahora de grande necesita llamar la atención dejando el caño de escape abierto de la moto o auto. Él cree que todos lo ven y dicen “¡wooow qué maquinototota en que anda ese sex symbol semental ojalá me haga 3 pibes!” lo de los pibes es opcional si se es mujer, pero en realidad uno piensa “¡ahí va otro mamerto despertando y jodiendo a todo el mundo con esa catramina destartalada, qué pedazo de virgo!”.
Al único que banco es al auto viejo que va despacio, mientras tenga las normas de seguridad, luces y eso sólo va despacio, no renieguen si a lo sumo es pasarlo y no es tan difícil , menos peligroso que los que se creen que tienen un fórmula uno porque lo compraron 0km el año pasado.
Y a vos paparulo que te creés el As del volante, el piloto internacional no reconocido, que te sentís más pijón por meterle pata… vas arriba de un arma, casi sos un mono con navaja.
Y ustedes ¿a qué otro se encontraron?