/¡Se llenó la cancha de traviesos!

¡Se llenó la cancha de traviesos!

El fin de semana estuvo cargado de sorpresas. ¡Y que sorpresas! Por la mañana del domingo se había pactado disputar el encuentro entre Huracán Lavalle y Sportivo La Pega. El Sportivo había declarado que iba a jugar con “la reserva”, dejando más que claro que ningún titular estrella iba a estar en el encuentro.

La mañana comenzó como de costumbre, Huracán Lavalle llevando la hinchada más cuantiosa y agitadora de la provincia y los lapeguinos llevando su parva de obreros golondrina y borrachines de pueblo. Modestamente habían llenado un quinto de la popular visitante.

El partido iba a ser arbitrado por Peteco Carmelillo, reconocido referí de la zona este.

El encuentro arrancó puntual, a las 10:15 con el ingreso de los jugadores de Huracán a la cancha, como de costumbre vitoreados y aplaudidos por su hinchada. Uno a uno se acomodaron en sus posiciones y toda la cancha quedó en silencio, a la espera del ingreso de la reserva del Sportivo La Pega.

Fue entonces cuando se dio la gran sorpresa, literalmente hablando. Ingresaron a la cancha once conocidos travestis del famoso pub de la calle Rivadavia. La formación era la que usualmente forman para los encuentros gay: Diego “La Negra” Cuelgachota al arco, la defensa a cargo de: Juan Carlos “Rubia” Trozzo de 2, Martín “Mimosa” Travesaño de 3 y Nicolás “Enfermera sexy” Tetamanti de 4. En el mediocampo se posicionaron: Abel “Enana Petardo” Mascarpone de 5, Darío “Golosa” Sabroso de 6 y Nicolás “Aventurera” Colalocca de 7. Los delanteros fueron: Gonzalo “Insaciable” Depravaddo, Daniel “Garganta profunda” Huevoculo y Pompi “Felatio” Miró.

No se sabe si por una cuestión de instinto, costumbre o sorpresa, instantáneamente los once jugadores de Huracán Lavalle se quedaron en bolas y el partido terminó en una orgía monumental a la que se sumó el cuerpo técnico, varios hinchas de la popular este, los jueces de línea y unos milicos con macana, perros y todo.

En un momento intentaron meterle un balón de fútbol al señor “Mimosa” por el trasero el que fue expulsado violentamente quedando dentro del arco de Huracán, a lo que el refería, mientras era modestamente entotorado por Aventurera, pitó entre gemidos, dolor y placer el fatídico 1 a 0 a favor de la reserva del Sportivo.

La jornada se extendió hasta altas horas de la tarde, cuando dirigentes de Huracán Lavalle trajeron champagne con speed y se armó una papuza con todas las letras. Oficialmente el partido terminó 1 a 0 pero entre bambalinas se comentaba que a varios de los jugadores de Huracán Lavalle les clavaron más de un gol.

Todo terminó cuando cuatro ambulancias del Same tuvieron que venir para llevarse a dos travestis que se estaban peleando agresivamente por el 9 de Huracán Lavalle y se habían cortado y rasguñado en varias zonas erógenas, también un por muñeco al que le habían endosado una botella de la nueva Coca de tres litros por colectora y para llevarse a un jugador que había descubierto que le gustaba que le importen carne por popa al que le dieron catorce puntos de sutura.

¡Inolvidable encuentro para el domingo mendocino!

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