/Diferencia de tópicos entre hombres y mujeres

Diferencia de tópicos entre hombres y mujeres

Las conversaciones y situaciones entre hombres y mujeres suelen ser muy diferentes. Ellos hablan de una manera y le ponen énfasis a algunas cosas mientras que ellas lo hacen con otras completamente distintas. Hablamos de lo mismo, sin duda, pero hablamos y pensamos distinto. Acá van algunos bizarros ejemplos para el bolsillo de la dama y la cartera del ca… no… para la cartera del caball… no, no… para la dama del caball… bueno acá va:

QUE DICEN ELLAS QUE DICEN ELLOS
Te compraste un auto nuevo:
– ¿Qué auto te compraste?
– Un gol.
– Que lindo.
– ¿Qué auto te compraste?
– Un gol trend blanco, 1.6 8 válvulas chipeado. Tiene llantas 17 y cubiertas nuevas. Esta impecable, no tiene un detalle. El flaco lo ha usado poco, así que tiene 30 mil kilómetros, ¡todavía tiene olor a nuevo! Posta, encima lo pague re bien.
– Manso.
Anoche te juntaste con esa mina/flaco que venías encarando hacía tiempo:
– ¿Te acostaste con él?
– ¡Siiii! No sabes que divino. No la tenía muuuuy grande, pero la sabía usar re bien. Comenzamos con tremenda previa, yo me dejaba llevar, estaba algo nerviosa. Luego arrancamos y en el primero no rindió tanto, bha… yo no acabé. En el segundo si, nos dimos con todo y llegue re bien. Y la frutilla del postre fue que le dieron ganas de un tercero y en ese casi nos morimos. Me acabó en la boca jiji. Me encantó bastante, con ese voy a salir un tiempo.
– ¿Te la garchaste?
– Si.
Partido de la selección:
– ¿Cómo salió el partido?
– Ganamos, no sabes lo lindo que es el Pocho por dios. No paré de babosearme, verlo todo chivado, con el pantalón que le queda apretado del pedazo de totó que tiene, además el Kun no se queda atrás, negri divino le hago de todo. La verdad que están cada día más ricos estos tipos, no tienen nada que envidiarle a los Pumas. Te juro que termino de ver los partidos hecha sopa.
– ¿Viste el partido?
– Si la concha de su madre Martino y la re putísima madre que lo re parió. Todos los putos bardeando a Messi y ahora que no lo tenemos no podemos hacer la O con un vaso, no jugamos a nada… a nada. Son unos putos pecho frío, no tienen sentimiento de equipo, no le podemos ganar a nadie, nos merecemos todo lo malo, todo, todo. No sé a quién puta vamos a poner que nos dirija, pero este viejo culiado nos va a amargar la vida. Yo me quiero matar, en serio. Tengo ganas de llorar.
Le pide a la amiga/o para ir a comprar ropa:
– ¿Me acompañas a comprar ropa?
– ¡Dale!
Se juntan a las 16hs en el centro, se recorren cuatrocientos locales, se prueban todos los pantalones, faldas, remeras y zapatos que ven. Compran de todo, se acuerdan que en el shopping hay rebajas. Se mandan para allá, con el auto atestado de bolsas. Se patean los dos pisos del shopping sin perdonar un local, se prueban toneladas de ropa. Se compran de todo, la amiga que acompaña incluso se lleva más ropa que la otra. Terminan a las 21 siendo echadas de un local para cerrar.
– ¿Me acompañas a comprar ropa?
– No.
Va solo, entra en el local donde hace cinco años se compra la ropa. Se prueba un pantalón, le queda bien, agarra una remera de su talle, ni se la prueba. Compra. Se va.
Joda / Evento. Horario al que la/lo tienen que pasar a buscar:
– ¿A qué hora te paso a buscar?
– A las 21.
Él llega a las 20:50, puntual, listo, cambiado y perfumado. Ella está recién entrando a bañarse, sale, se encrema toda, se prueba mil prendas, no se decide, se prueba mil más, se siente gorda, se enoja, promete dietas, se prueba mil mas, elige una. Se maquilla, se piena, se perfuma… sale a las 23:30
– ¿A qué hora te paso a buscar?
– A las 21.
Ella llega a las 21:45, el tipo está listo desde las 20:30 llamándola desde las 21 en punto para preguntar porqué no ha llegado aún.
Reunión de amigos/as ¿Qué día nos juntamos?:
– Bueno… ¿qué día nos juntamos entonces?
– El sábado no puede la Pipi, el viernes la Andre y la Juli tienen que trabajar, a almorzar el sábado no puede ni la Anto ni la Barby, el domingo la Romi se va con la familia y para mi también es sagrado. A la Mari no la dejan salir de noche con nosotras el pelotudo del novio. La Estefi tiene un casamiento el otro sábado, la Sol dice que va, pero que va con los bebes, así que si viene no podríamos salir a bailar ni a la Arístides. La Viky está enferma, la Maca entrena y está con todo porque se viene la final contra Maristas. No se… ¿el lunes podes?
Se juntan 2 de 10.
– ¿Cuando nos juntamos?
– El viernes a la noche en lo del Poli, a las 20 pregunto quiénes vienen así compro el asado.
Pregunta sexual incómoda con pareja reciente:
– Amor… ¿Con cuantos tipos has estado?
– Con vos y dos más.
En realidad ha estado con once.
– Amor… ¿con cuantas minas has estado?
– No se… con algunas (se ríe canchero)
En realidad ella es la tercera.
Placard:
Zapatos de todos los colores, sabores y medidas. Perchas llenas de camisas, saquitos, vestiditos, remeras, camperitas, estantes colapsados de shorts, de más remeras, de más vestidos, de más polleras, cajas gigantes almacenando la ropa de invierno. Una parte completa de aritos, anillos, colgantes, cinturones, dijes y pulseras. Ropa nueva sin estrenar, kilos y kilos de tela. Dos jean, dos camisas de laburo, tres de “salir”, cinco remeras lindas, dos camisetas de fútbol, una malla, dos pares de zapatillas y uno de zapatos, una corbata y dos cinturones. La ropa de invierno (una campera y tres pullóveres ahí mismo). Todo el resto ocupado por revistas, elementos de electrónica obsoletos, juguetes viejos, porquerías inútiles, apuntes de la facultad y libros viejos.
Bronca con una/uno del grupo de amigas:
– ¿Qué onda vos conmigo?
– Nada ¿por? Está todo bien nena, nada que ver.
En realidad la odia, la mina le roba los chongos, todos la miran a ella primero, le va bien en la facultad y está todo el año divina. Le tiene mucha envidia y ganas de matarla, cada vez que la ve charlar con flacos, comer sin culpa, reírse de todo, una vena impresionate se le infla y la mataría de ser legal asesinar a alguien con las manos. Pero prefiere comérsela y hablar mal de ella por detrás. Perra wiskera.
– ¿Qué onda vos conmigo?
– Vamos afuera y te cuento.
Salen, se recontracagan a piñas. Pueden suceder dos cosas. Lo más seguro es que no se hablen más en la vida, lo menos probable pero que suele pasar también es que, sacada la bosta como dos primates salvajes, se sienten a aunar diferencias, consolidar criterios, decirse todo lo que quieren y terminar como grandes amigos.

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