Voy a escribirles a aquellos seres adoradores de la impuntualidad que se les muere el reloj, se derriten sus agujas, el tiempo pasa pero a ellos, no les importa. Tremendos cinturones negro en dejarte esperando, nefastos del “ya estoy llegando”, no los conmueve en lo más mínimo el hecho de estar siempre tarde.
Son detestables, realmente. ¿Pensarán que son el ombligo del mundo, acaso? Miserables con aires de divas, ¿qué carajo se creen, tribu de malparidos anacrónicos?
Se defecan en el respeto por los minutos del prójimo, por no decir que se cagan en el tiempo ajeno, ingenieros a la hora de estructurar excusas:
- Me hicieron un control de eyaculador precoz y me dio hasta las manos.
- La abuela de mi mujer clavó terrible sopa de murciélago y terminé en el Español.
- Tuve el bautismo de la prima de la nuera de la cuñada de mi mujer por videollamada de WhatsApp.
- De no creer, ¡me tacleó un enano de jardín!
- Pinché la rueda de la patineta.
- Mi perrito Duque, se atragantó con una empanada.
- Se incendió la casa de la vecina a la que le robaba el wifi y perdí contacto con el mundo puntual.
- Tuve que cargar con las polleras y los gatitos de mi suegra, se mudó al barrio “tengo cagando a mi yerno”. (¡Esta es la más creíble, por cierto!).
- Me agarró la manifestación de los “métanse los plazos fijos en el orto”.
- Mi peluquero se puso creativo y me demoró. (¡Si es lunes, por la madre que te parió!).
- Cayó una lluvia de meteoritos cerca de casa, cortaron la calle y se armó baile.
- “Solo sé que sé llegar tarde a todos lados”.
Esa sí es una certeza para estos bastardos sin relojes ni remordimientos temporales. ¡Psicópatas, claro que sí! Creo que nos toman de víctimas para saciar sus deseos de estar a deshora, de hacernos irritar al extremo. Son unos malditos sociópatas, disfrutan de provocar su tan anhelada tardanza para hacernos degustar el veneno de la impuntualidad.
Para uno que ama la puntualidad, se hace difícil convivir con estas personas.
Propongo un grupo de ayuda para estos voy en camino seriales, ese “estoy en camino” se hace eterno. Mejor que te tomes una jarra de café y aproveches a ver todas las temporadas de Breaking Bad de nuevo, esa sería una buena alternativa.
Estoy convencido de que si les pagaran por ser puntuales no podrían hacerlo, necesitan palpar el fastidio que provocan en el otro, como diciendo “yo soy un ser superior y debes esperarme”. En fin, no quiero extenderme tanto.
En realidad no me gusta perder el tiempo escribiendo sobre estos bastardos impuntuales, no obstante me puse el overol y debí hacer el trabajo sucio.
Muy dedicado especialmente para los impuntuales de siempre, para los impuntuales más bastardos que he conocido, para el Gato y el primo Diego.
Escrito por Messiánico (Instagram @messi_anico) para la sección: