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La cara de boludo no es señal de ser buen tipo

Comienzo está épica historia con esta aseveración: “¿porque entre gente poco agraciada físicamente suele formarse un lazo de sangre y entendimiento?”, por ejemplo un lindo nunca va a saber lo que significa que te rebote hasta la más fiera del baile, máxime si a la fealdad la acompaña una cara de marmota importante, la cosa se hace aún más difícil. Es por esta razón que la gente fea solemos formar un círculo estrecho de fraternidad en los que nos sentimos parte de un todo.

Pero el problema yace en que el prejuicio, tanto positivo como negativo es siempre malo, es decir yo veo por la calle a un tipo que se tropieza e invariablemente me siento identificado, me lleva a creer que él ha pasado por situaciones similares a las mías, que ha sufrido golpes en situaciones increíbles. Que ha pasado papelones indescriptibles como yo a diario. Pero resulta que dentro de este grupo también existen tipos forros, es decir sus torpezas no inspiran ternura como lo hacen otros porque simplemente es un forro.

Esta es una realidad de la que cuesta hacerse cargo, quiero tomar distancia de ellos para establecer una diferencia.

No se confíen del boludo, yo sé que inspira ternura, condescendencia, yo sé que te sentís identificado, pero hay muchos que se aprovechan de su condición para cagas gente. Lo explicaré con un ejemplo:

“Hace un tiempo nos juntamos con unos amigos y cayó un chico nuevo, portador de una de esas caras de boludo proverbial. De inmediato entendí que sus grotescos rasgos y sus torpes palabras escondían un trasfondo siniestro, quiso comprar cigarrillos y se olvidó la plata en la mochila, preparamos fernet y se separó los únicos 3 hielos que había para su vaso, las señales estaban todas a la vista y no quisimos verlas. Pero la culminación de su acto llegó cuando tuvimos que armar el asado, sabiendo que no tenía plata y siendo que no era nuestra intención bancar su hambre, le dijimos que había que poner plata, no con indirectas, no con gestos sugestivo, si no con un cortante “son 50 pesos”, pero su gesto de lelo hizo que se nos partiera el corazón y lo invitamos al asado. No tuvimos otra opción que llevarlo y cambiar la carne vacuna por pollos. Me puse a la parrilla y después de sudar la gota gorda, corte el banquete.

Cuando volví del baño después de haberme lavado la cara vi a este sujeto devorando no una, si no las dos patas, un hijo de puta. Me miró con cara de cachorro desahuciado y me dice “lo demás me cae mal”… ¡loco es todo el mismo pollo! Cuando saque el segundo de la parrilla me retire a la cocina para cortarlo tranquilo y evitar que éste ente devorara las presas más suculentas. Pero el caradura se paró y me dijo “separa la pata, si podes las dos” tenía el cuchillo firmemente agarrado y cruzaron por mi cabeza varios incidentes de sangre. Pero un amigo me agarró a tiempo, sabía que la paciencia no era mi mayor virtud. Después de la cena nos sentamos a tomar el fernet que quedaba y el señorito se apartó un vaso más grande al que preparó más fuerte todavía porque según él era muy macho (Virgen PUTO). Entonces se lo saque e hice uso de mi galante voz para decir “ANDATE MARMOTA”…  fue un grito salido de lo más profundo de mi alma y no lo repetí, lo seguí por una sonrisa para hacer que quedará en el olvido. Obvio que no se fue.

Paso una hora y empezamos a hablar de temas sexuales, no es que ninguno de nosotros fuera un latín lover pero escucharlo hablar a este tipo era como cuando en la película “Virgen a los 40”, el protagonista dice que los pechos de una mujer se sienten como una bolsa de arena. En serio, era grotesco, pedante. Pero el punto culmine de este magnífico encuentro llegó cuando salió el tema de la masturbación. Cada uno contó su parte, más que nada con tono cómico y el ser este Dice.

– Yo nunca me hice la paja, porque debuté a los 12 – tipo asegurando y remarcando los doce años.

– ¡¡¡Por favor!! ¿¿¿qué tiene que ver? – pregunto calentito.

– Mira Curly que vos seas un pajero no quiere decir que yo lo sea – contestó la marmota.

Se me llenaron los ojos de sangre, monte en cólera y le tire…

– Mira virgen de cuarta, vividor, abusivo, mentiroso pedante, acá todos nos hemos hecho la paja, nadie le escapa, y vos sos el más pajero de todos – y la caldee para la cagada.

En fin, no se fíen del típico “cara de boludo”, muchas veces suelen ser los más hijos de puta. Sino vean el mejor ejemplo del mundo con Bil Gates, como se vacunó a cuanto amigo tuvo.

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