/Los ocho típicos e infumables compañeros de laburo

Los ocho típicos e infumables compañeros de laburo

El comunista
Siempre quiere una igualdad totalitaria dentro de la empresa. Desde obras sociales hasta viandas. ¿Por qué algunos tienen sillas con apoyabrazos y otros no? ¿Acaso los monitores planos no deberían ser para todos? ¿Acaso el estacionamiento no debería tener un toldo completo? Incansable luchador por mantener los mismos estándares de placer presentando un gran malestar cuando alguien la pasa mejor que otros y gozan de diversos beneficios sin importar el nivel de jerarquía.

La mamá
Cuarentona. Prepara café para todos. Pregunta frecuentemente como están y trata de “chiquito”, “amor” o “corazón” a la mayoría. Una vez a la semana lleva bizcochuelos o dulces caseros. Bien perfumada. Su cartera es un simil botiquín que contiene desde gasas y pastillas hasta un cuello ortopédico por si alguien sufre un accidente. Generadora de cariño. Nunca tendrían sexo con ella para evitar incesto espiritual.

El sentimentalista
Le afecta todo lo que pasa en el entorno laboral. Siente que su tarea es por algo. Se entristece al recibir mails con respuestas cortantes. Sufre mucho con el enigmático misterioso (leer más adelante). Inseguro de sí mismo. Pide consejos a todos sobre todos. Prefiere buenos tratos que aumento de sueldo. Enamoradizo. Muchas veces tildado de gay.

La ambientalista
Nunca imprime si no es absolutamente híper necesario. Guarda debajo de su escritorio una caja donde deja hojas borrador (las cuales clasifican incluso aquellas que tienen un margen de 5cm los cuales sirven para anotar “cosas”). Recicla lapiceras, ganchitos y hasta los post – it usados. Junta en una bolsita la yerba usada de toda la empresa para realizar su propio compost hogareño. Hace unos 10 recorridos diarios apagando luces innecesarias. Generalmente tiene tres o más macetas a su alrededor.

El lamebotas
En todo tipo de trabajo existe. Consulta a todos sobre lo que opina su jefe de él. Adula a quienes están por encima y desprecia a los de más baja categoría. Absorbe gustos musicales y estilo de vestimenta de gerentes y jefes de área. Es el primero en saludarlos para sus natalicios. Camisa debajo del pantalón. Mal aliento. Odiado por la mayoría.

 «Adula a quienes están por encima
y desprecia a los de más baja categoría.»

El sindicalista
Muy cercano al comunista, con la diferencia que éste se queja de todo. Presenta múltiples notas sobre el porqué de las cargas horarias y otras sobre el porqué la falta de horas extras. Consejero perturbador de casi la totalidad de empleados. Engatusador de nuevos empleados que llegan y, disimuladamente, le va tirando algunos consejos tales como “andá anotando todas las horas que trabajás, comparalas con el bono de sueldo, dividilas por la cantidad de días y eso te tiene que dar la raíz cuadrada de lo que ganás, a eso descontale lo que va para el sindicato, nene.”

El Padre Contreras
Tipo más bueno que el pan. Ayuda a terminar otros laburos y apoya moralmente a quienes están desgastados mentalmente. Motivador incansable y luchador por la justicia divina. En su escritorio tiene diversos portarretratos de la familia, el perro, los amigos y alguna que otra estampita. Es al que acuden todos cuando se mandan pedos y ayuda a resolverlos. Admite que está en peligro de extinción.

El enigmático misterioso
Poco se sabe de él. Llega a horario y se va a horario. Cumple con todo lo que se le pide, pero nunca habla con nadie. No se sabe de su familia ni de sus gustos. Configura su fondo de pantalla en negro. Si come en el trabajo lo hace solo desde su escritorio. Nunca responde los mails en conjunto y si lo hace solo utiliza monosílabos como “ok – si – no – tal vez”. Nunca lo ven llegar y nunca lo ven irse.

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