Primero que nada vamos aclarar que a ninguna persona se le desea el mal o que sufra algún accidente hacía su salud física, y espero que tenga una pronta recuperación… y es un hecho que nos hace falta en la selección argentina.
Vamos a dar unos ejemplos en la vida cotidiana de como la podemos “Gagonearla” nosotros mismos, para los que no entienden mucho del término, se hace referencia a maneras en que uno mismo se puede auto infligir un daño, ya sea físico o psicológico.
Si uno cree que solamente Fernando Gago es capaz de hacer esa hazaña, déjenme decirles que están equivocados, y por absurdo que suene nos pasa y algunas veces más seguido de lo que creen, he aquí 5 ejemplos de cómo Gagonearla olímpicamente:
1- Pegarse en el codo
No sé qué pensó Dios todo-poderoso cuando nos creó, pero creo que no se dio cuenta en poner un nervio justo ahí, justo en un lugar donde al mínimo contacto con alguna mesa, silla o elemento contundente, se sienta un tipo de cosquilleo o una especie de entumecimiento en todo el brazo. Y ahí quedamos como unos idiotas, porque no podemos decir a nadie lo que nos pasó, por temor a que se nos cague de risa el muy forro y con mayor desgracia que lo cuente a los demás y se te caguen de risa todos.
2- Pegarse con el borde del mueble en el dedo chiquito del pie
La constelación misma se encargó que el diseño de los muebles, la oscuridad de la noche, y el dedo del pie chiquito coincidan en tiempo y espacio para sentir uno de los dolores más punzantes y penetrantes que pito de negro Africano a una virgen. Lo peor que cuando nos pasa esto, nos encontramos en un estado zombie ya que nos levantamos en pleno sueño para ir a mear; después nos pasamos el resto de la noche despiertos por el dolor de mierda que nos quedó, porque ser pelotudo cuesta trabajo.
3- Stalkear a un ex y darle like a una foto
Un Sábado tipo 3.30 de la mañana estás en tu casa re bajón porque tu huesito se puso de novia y no te da para llamar al enano del Unimev, porque lo único que tenes de carne es un pedazo de Osobuco y te va mandar a la mierda. Te pones a mirar el Instagram, miras una foto de tu ex con la que cortaste hace 6 meses y está más buena que Alina Moine. Entras a su perfil para ver si ya tiene chongo nuevo y en eso le das like sin querer… porque el Táctil de los Celulares es la peor desgracia para Stalkear (ni hablar cuando están peleando por whatsapp y te cambia todas las palabras, con ellas toda la dignidad junta).
4- Mandar un audio hot a tu papa en vez de a tu chico
Tarde o temprano sabías que podía pasarte… tu Papa lo tenes agendado como “Papi” y tu chico se llama “Pablo”. Tu papa tiene una foto de perfil con la “Nena” de la familia porque para él seguís siendo chiquita, pero lo que no sabe es que tiene más guerras que los yankees y rusos juntos.
Tu chico también tiene una foto de perfil juntos, lo que es cuestión de un simple error para desatar una catástrofe más grande que el terremoto en Ecuador.
La cagada que te acabas de mandar es más grande que los lotes de Lázaro Baez y sabes que no te van dejar salir hasta que los leprosos asciendan a primera.
5- Tirar de la puerta cuando el cartel dice “empuje”
El que dice que no le paso esto, está mintiendo… A todos alguna vez en nuestras cortas vidas nos ha pasado que vamos a un lugar y a la hora de entrar o salir sucede el gran problema de la duda. Porque somos boludos grandes y aun no aprendemos cuando hay que “tirar” haca atrás o “empujar” haca adelante. Estamos entre la embarazosa situación de empujar y entrar sin sobre salto alguno, o si tirar y con ella también tirar nuestra dignidad y quedar como un pelotudo grande en frente de todos. Y para el que se la cree que la tiene clara y tira y entra rápido con toda la confianza del mundo y se lleva puesta la puerta, queda multiplicado como el Pelotudo del año con derecho a gastadas de por vida.
Y así es como queridos muchachos y muchachas… la podemos “gagonear” en cualquier parte.