Martes 3 de octubre de 1995

Todos sabemos que cuando te mandas alguna en el cole, te hacen firmar el parte. En mi escuela las amonestaciones que no eran tan graves, podían canjearse por tareas comunitarias o de colaboración en el establecimiento. En este caso, mi castigo fue ordenar todos los anaqueles de la biblioteca del cole. Y ahí estaba, sacando libro por libro y limpiando, cuando de pronto un título atrajo toda mi atención “Sea detective en un día”.

Algo sospechoso había en la escena, ¿Que se supone que hacía un libro en un anaquel dentro de una biblioteca? Acá hay gato encerrado…saco mi teléfono.

_Tuuuuu….tuuuuu….¿Hola?

_Hola mami, si soy yo, Rata. Acabo de encontrar la punta del ovillo en nuestra investigación.

_¿Ehh? No te entiendo una garcha, déjame en paz que me voy a hacer indoor con las chicas. Corta el teléfono.

Jejeje, que astuto soy, con esa llamada me aseguré que mamá no supiera nada de mi investigación secreta, sobre todo porque ella es mi principal sospechosa. Y sin darse cuenta mi mamá había hablado mas de lo que realmente desearía, ahora tenía dos puntos a los cuales enfocarme, indoor y chicas.

En la vida de un detective hay algo que no puede faltar, y es un piloto con muchos bolsillos internos. Y también algo de olfato,  así fue como intuitivamente decidí jugarme por la segunda opción, las chicas. Pero, ¿Donde encontrarlas? Aún no lo sabía.

Este caso cada vez se volvía más y más enmarañado, pero no estaba dispuesto a rendirme. Activando un contacto que me debía un favor llegue a una dirección, mi amigo me dijo: “Llevá plata y forros, jajaja”, lo que no entendí muy bien, ¿Acaso esto tendría algo que ver con ese libro en la biblioteca? ¿Me harían forrar y pegarle folios a más y más carpetas y libros en esa dirección?

_Snif snif, huelo a emboscada…

_Rata hijo, no es emboscada lo que oles,  te has cagado horrible, parece que comes Bolivianos.

_ ¡Mamá! ¡ Me estas cagando la nota!

_ ¡Como te atreves pendejo! ¡Soy tu madre! A ver correte que sigo yo con esta investigación.

_Pero mam…

_Dale, andá a ver Comunnity pelotudo.

Oh no, mi hijo estaba tan cerca de mi descubrimiento. Por suerte mi instinto de madre me ayudó a llegar justo a tiempo. Suficiente fuerte fue el golpe emocional cuando mi hijo conoció a Samuel Jackson III, como para descubrir la investigación que estoy haciendo en el garaje de casa…

Una tarde Fría de Abril me dijeron un secreto y  cuando pregunte por la fuente me respondieron: _“Aaa no sé, me contó un pajarito”.

Fotos, incriminatorias, documentos y miles de pruebas demostraban que yo tenía la razón. En una investigación que consumió la mitad de mi vida, logré dar con el culpable.

Gracias a estas pruebas logré comprobar que los pajaritos no solo no guardan secretos, si no que les encanta el puterío de estado, las drogas y la música electrónica. Yo ahora vivo feliz escribiéndole las notas a mi hijo cuando no se le ocurre nada, y el pájaro malévolo…esta donde merece.

Las pruebas presentadas por la mamá de Rata fueron suficientes para iniciar una causa al ave, que finalmente terminaría con el plumífero pagando 3 años entre rejas, con una nutrición a base de alpiste y agua.

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