Manuel Cáceres es un señor albino de la localidad de La Consulta. El muchacho sufrió toda la vida ser albino. Por una parte el calor abrasante del su pueblo no lo deja vivir en paz desde agosto a marzo de cada año, por lo que padece terribles insolaciones y fiebres en esos meses. Por otro lado ha sido “blanco” de gastadas (que ironía) toda su vida, lo que le ha dejado profundas cicatrices emocionales y heridas psicológicas muy severas. No puede olvidarse de los apodos de su niñez que iban desde el común “blanco teta” o “muertito”, pasando por los elaborados “Hannibal Lecce”, “Rana albino blanco” hasta llegar a los ordinarios “cara acabada” o “estornudo de semen”.

El tema es que Manuel comenzó a ahorrar a los 20 años para tener a los 40 el dinero suficiente y así poder hacerse la misma operación que Michael Jackson (que a propósito es su ídolo) pero al revés, o sea de blanco a negro.

Acá nos deja una foto de cómo quería quedar: “este negro se ve un tipo piola, ya me había averiguado como hacer la inversa del Hair Recovery para quedar pelado también”

Y este era su sueño: “Había pagado por adelantado un año de gimnasio y tenía todos los anabólicos en la despensa de mi casa para quedar así, como un termineitor negro”

En julio de 2010 se fue al Congo Belga, lugar donde el Dr. Chaquetín lo iba a operar de “blancoanero”, denominación científica de la operación. El tema es que el doctor se la mandó mal, le metió hormonas equivocadas de un gorila y para colmo usó a chimpancés de la Nasa como auxiliares en la operación (que estaban a prueba para ser mandados a operar a los astronautas en la Luna). Y el pobre de Cáceres quedó así…

Ahora está en un zoológico de la Antártida porque sufre el calor como un condenado, debido que ahora encima esta zarpado en pelos. Desastre total.