Esta es una historia real, por la que se cuidará la identidad del relator. La intención no es informar, si no alertar sobre estas prácticas y mantener el anonimato es indispensable para no ser sometido a discriminación ni bulling a futuro.
– La primera es dibujar una ballena en un papel.
Como vi que la prueba era chotísima, me empecé a cagar de risa y me puse a hacer los retos para joder. Eran estupideces como levantarte a las 4:20 a ver pelis de terror y escuchar Marilyn Manson, la estaba pasando bómba. No entendía lo tarado que debía ser alguien para terminarse suicidando por algo así. De hecho, hasta que me estaba haciendo amigo con el administrador del juego, el también lo hacia para divertirse, pegamos la mejor.
Todo genial, pasé la prueba 20 un sábado y el domingo a las 4:20 cambió todo con un nuevo mensaje:
– A esta altura, no hay salida. Hacé 21 pasos hacia tu derecha y abrí el primer cajón, vas a ver una nota.
Pasados unos 10 minutos, entre en razón y pensé en llamar a la policía. Estaba sólo, era la madrugada y si llamaba a algún amigo iba a pensar que estaba drogado. Al ver mi celular, tenía 6 chats de números desconocidos con el mismo mensaje: «La nota».
Obedecí y encontré una tétrica anotación (letras horribles y faltas de ortografía) en un cuadernito con dibujos infantiles de payasos, lo asocie con lo tenebroso y macabro del «Juego del miedo», uniendo conceptos de inocencia con finalidades fatales. No podía ser cierto, no me podía estar pasando a mí.
El primer reto, me situaba en una esquina totalmente nueva para mi. Ya saben que soy mas bien un chico de casa, conozco el sol solo por fotos. Me adentro al local indicado en la nota y me recibe una persona horribe, un hombre gordo que me sonríe como si me conociera con un gesto de felicidad exagerada. Tenía puesto un delantal blanco y en la sala se veían todo tipo de objetos cortantes y cadenas sucias con…¿Sangre? Nunca en la vida me había sentido tan acorralado, veía mi futuro tan negro, que hasta me sentía en una oscura paz interior.
En ese momento, supe que estaba en el juego. Y que necesitaba conocer de cuanto soy capaz, de vencer mis miedos de una vez. Y sigo…
Le doy la nota al hombre y fue cuando todo comenzó a suceder…
Quedé shockeado por imágenes de metal sucio y gotas de sangre haciéndome ruido en la mente. Después de un rato me vi en la esquina con un paquete que parecía tener órganos o restos de humano. Lo que sea que fuera no quería verlo, sólo pensaba en todo lo que había visto, cuando de repente me interrumpe mi celular vibrando…
– Meté el paquete en el baúl del auto negro. Y sacá la bolsa negra.
En la bolsa había una nota con una dirección, parecía ser una lavandería. El panorama era claro, estaba limpiando la escena de un crimen. De la bolsa saqué medias con sangre y ropa de quien parecía haber sido arrastrado a la fuerza por el piso de algún jardín con césped. No podía creer lo que estaba haciendo, quería que fuera un sueño, pero no lo era.
Volví a casa para prender la compu y ver si había algo ahí y justamente, lo había…
Una foto de mi viejo pegada y una flecha dibujada en la pared con pintalabios. La flecha señalaba a la ventada que da al quincho. Fue ahí cuando vi las llamas y sentí lo peor. Mi rostro estaba desfigurado, mi piel blanca y el corazón se me salía por la garganta. Corrí hasta la ventana.
Al asomarme, la imagen mas garrón de mi vida, me quise cortar las pelotas con una cuchara. Abajo, junto al fuego estaba mi viejo. Tomándose un vinito y cagándose de risa de mi con todos sus amigos.
– ¡Bajá boludo, fue una joda! Como se nota que nunca fuiste a la carnicería a comprar el asado, jajajaja. De paso hasta nos lavaste la ropa del fulbito de ayer.
Y claro, como no me di cuenta cuando el culiado me mandó a limpiar la terraza…
Finalmente todo fueron risas y nos agarramos un pedo tremendo viendo unos partidos, al final el juego parecía ser un misterio de esos chotos de internet.
Jajajaja mori! (No en sentido literal)
Jajajajajaja que rata hdp, hacian falta esas notas para cagarse de risa