Mi sarcófago se abrió al grito de ¡uy alto pedo me tiré! Si, han pasado 84 años desde que no escribía algo. Volví, a nadie le interesa pero acá estoy volcando mis palabras para poder llegar a ustedes a través de mis letras.

Hoy queridos amiguitos imaginarios, a quien esta dirigida esta nota, es con motivos de preverlos. Para que sean conscientes de un mal que asecha en lo oscuro y no es lasherino, que huele a sus presas, y actúa en el peor de los escenarios para sacar tajada.

Queridos congregados en este pasquín… les vengo a hablar de el temible y predador “amigo buitre”, más conocido como “el que te la descansa”. Cualquiera en este lugar puede serlo, capaz en este momento te la están descansando y vos leyendo esto perdés el tiempo. Corré, mete a la wacha al baño y tapia la puerta.

El amigo buitre es fácil de reconocer, de sexo indistinto, preferentemente hombre, por el grado de inmadurez, por la “originalidad” de pensamiento. Son solitarios, amantes de los comics de Marvel, y fanáticos de Iron-man. Cantan la canción de Dragon ball Z mientras se bañan y su mejor amiga la consideran a su mamá, porque no tienen un padre que los haya criado como hombres.

De edad cercana a los 30, físico menudito (pero yendo al gimnasio), con anteojos y un corte de pelo hecho por su mejor amiga (o sea su mamá) y una maquina de cortar el pelo sin afilar, oculta sus facciones de feo haciendo reír a las multitudes con lo perdedor que es. Su gracia es mostrar como todo y absolutamente todo le sale mal. Por su propias habilidades, hechas para el intelecto y sacar provecho de eso, los encontramos en carreras para terminar siendo jefe, o en otras palabras, estar sobre el promedio después de haber estado por debajo toda la vida.

Pero hermanos, hermanas no os dejéis engañar. El sujeto es una mente maestra, ha pasado años planeando ser el papel del amigo al que nadie le da pelota. Es la posición exacta en la que quiere estar. Invitación a ver una película de superhéroes por acá, asadito por allá, tiempo libre de sobra y sobre todo demasiado amor derrochado en su mano, hace de este sujeto una bomba de tiempo y de virginidad.

El amigo buitre aparece de a poco en determinada época mala de la relación…. paulatinamente hasta ser recurrente a diario. Hay casos en los que se encuentra desde incluso antes. Su modus operandi es parecido en casi todos los caminos: “No pasa nada gordo, es solo un amigo”. Un supuesto amigo libre de pecados, puro, inocente. Es el que se adueña de anécdotas ajenas, el comodín de toda juntada y si falta uno para el truco (y hay que explicarle como se juega).

Habla a diario por Facebook o Whatsapp, entra en confianza y ahí espera pacientemente a alguna pelea grande con tu pareja, invita al cine, y mete púa, entre consejo y consejo barato, ¡pum! te roba la wacha que está medio destrozada por la duda de que si sos un pelotudo o no. Y generalmente quedas como tal.

El buitre amigo no dura, es toda esa ñoñez que te faltó en tu momento, es un entremés porque no tiene cosas nuevas para ofrecer. No es un compañero ideal y por sobre todo, no sabe llevar relaciones. Su mayor amenaza es que no es amenaza, pero si un grano en el culo. De esos que no te dejan sentarte tranquilo, de que te meten una idea en la cabeza a futuro a vos y envenena a tus relaciones venideras.

Como dije anteriormente, los amigos buitre abundan y son lobos solitarios. Son carroñeros y se alimentan de buscar ser mejor que uno, por ser miserables y vivir toda su vida a escondidas. Son criaturas que recorren la tierra de día porque les da miedo la noche. Su locura mas grande fue robarle el auto a la mamá para comprar una coca en la esquina y fiar un envase. La mejor forma de contrarrestar su presencia, que generalmente no se arreglan hablando con tu pareja porque no sienten amenaza alguna y son “solo amigos”, es encarar al buitre en sí. La gente segura los asusta, son como fuego para ellos.

¿Hoy han aprendido algo nuevo? estoy seguro de que no, pero para eso estoy acá para distraerlos y que se aprovechen de su boludez, a todos nos llega o llegó alguna vez, así que amigo buitre, ¿Quién será tu próxima víctima?