/El día que me levanté a una vieja

El día que me levanté a una vieja

Estaba lo más bien tranquilito tocándome en casa cuando suena el teléfono. La persona que menos esperaba estaba del otro la do de la línea, Mariana mi ex. Antes de nada le grito ‘’¡Te repito por última vez que no me llevé tus calzones, pendeja!’’ Pero de sopetón me paró y me dijo que ese no era el motivo de su llamado. Me cuenta que su abuela, la Chichi, había fallecido. 

Mientras me secaba las lágrimas, Mariana me contaba con una voz de total desconcierto que supuestamente la vieja había dejado un sobre con 500 mangos para mí antes de morir. Y ella le estaba cumpliendo las últimas voluntades.

Solo yo sabía lo que venía oculto en esta última petición de la Chichi, pero me he decidido a compartirles esta historia de una vez por todas, ahora que ya no pisa el suelo de los vivos…

 Yo hacía como 4 meses venía saliendo con Mariana y como siempre, mientras más confianza hay, más conocés a la familia y ese sábado era el turno de ir a conocer a la abuela. La vieja nos había preparado unos ravioles de puta madre, adivinando que las pastas son mi debilidad, así que fue sumando puntos. Además, para tener 70 pirulos todavía se notaba que habría tenido una juventud muy interesante, y todavía se arreglaba bastantito, lo suficiente. Tampoco digamos que era una Moria Casán o una Mirta Legrand, porque ya es para pavada, pero bien cuidada, si.

 Almorzamos tranquilos, nos tomamos unos vinos y charlamos de todo un poco. Como todo caballero que soy me ofrezco a lavar los platos y levantar la mesa. Y ya en la cocina, dele boludear con la espumita y quemarme con el agua siento unos pasos detrás mío. Al segundo me manotean el ganso a lo más confianzudo y con la otra mano me van desprendiendo y bajando los pantalones. Ya estaba duro y caliente por la situación, imaginando que nos echábamos uno en la casa de la abuela, mientras la vieja dormía sentada porque a la vieja se le había ido un poco la mano con el vino blanco; me di vuelta para entrar en acción.

Imagínense la cara que puse cuando me doy  vuelta y estaba la vieja bajándose el vestido con una cara de guarra que no te la dan ni 10 años de carrera porno star. 

_Dale pibe, yo te voy a enseñar lo que es bueno.

_Pe pe pero que dice, señora, ¡yo salgo con su nieta!

_A lo tuyo pibe, ¡porque se te arma quilombo eh! Dale que mandé a Mariana  a cobrar un cheque al banco, tenemos 20 minutos.

_¡No!¡ No quiero probar una pasa de uva! ¡No!

La vieja ahí nomás cazó la cartera, saca una cámara de fotos y me saca con los pantalones abajo y el zodape al palo 

_O hacés lo que te digo o digo que me acosaste, pervertido, tengo fotos..

_¡Pero la puta madre!

_Ay, si, puteame, además si hacés las cosas bien, lo que traiga del banco Mariana es para vos.

No estaba para nada cómodo con lo que se venía, pero bueno, de última me iba a garpar, me había convertido en un prostituto en 2 minutos por quien sabe cuantos mangos.Chau, la di vuelta para evitar besos, traté de pensar en Susana Gimenez, en esas que tienen como 80 pero que calientan igual y resultó, a los 12 minutos todo había terminado. Ella satisfecha, yo con el culo lleno de preguntas. 

A los 5 minutos llega mi novia con el fajo de billetes en la mano y me calmó un poco saber que pasar por esa experiencia traumática al menos me dejaría unos mangos.

_Vamos, gordo. Saludá a la abuela.

 Me le acerco y le susurro un »laguitaaaaa» y me dice »la próxima chiqui» guiñándome un ojo. Ah nooo, la vieja me tenía agarrado de las pelotas en mas de un sentido, no solo no me había garpado el aliciente que había supuesto garcharme una abuela de 70 sino que ¡todavía tenía una foto mía medio en pelotas!

No pude dormir por 3 días recordando los colgajos y pliegues de »La Chichi» además del cagaso que me suponía que esa foto y la plata que me había ganado estuvieran en poder de la vieja malévola esa. Se me ocurrió un plan anti escrache y al otro día le dije a mi novia que me había caído muy bien la abuela y los ravioles, que deberíamos ir a comer más seguido, así no se siente sola. Marianita se comió mi carita de enternecido por al 3ra edad y me dijo que el domingo se repetía.

Llega el domingo, ñoquis, voy a lavar los platos y la vieja manda a mi chica al shopping, que tenía que buscar un encargo, que además había un regalito para ella; pero se tenía que apurar porque era el último día que le tomaban de espera. Sin permitir que yo la acompañe, claro; porque con cara de pobrecita me pidió que le ayudara a podar un árbol, que a ella le dolían las caderas. Accedo con un gusto enorme, y para no ser sospechoso le digo a mariana:

_Daaale gorda andá, pobre tu abuela.

_No, es que me embola que te agarre de jardinero.

 _Ni te preocupes amor, me encanta ayudar a los viejitos.

 _¡Ay gordo ¡sos un divino!…

(Muehehehe si, un divino hijo de puta, vieja soreta adonde está esa cámara…que te mato.)

Me enfrenté apenas Mariana cerró la puerta.

_Dale vieja, la foto y la plata que me prometiste, las dos cosas quiero, ¡YA! Deja de cagarme… 

_Bueno, esta bien, pero hagamos un trato. Yo te doy las dos, pero vos tenés que hacer algo por mí antes.

_(Uuuy la p….) Bueno, dale pero pone la guita y la cámara acá arriba de la mesa.

Se va y vuelve ahí nomas, con 500 mangos y la cámara, lo cual me enterneció y pensé para mis adentros ‘uuh, capaz estaba siendo muy duro con la pobre vieja, le deben haber fallado las pastillas’. Estoy por agarrar el botín y me espeta un…

_Chsst chsst chstt, quiero mi favor antes..

_¡Aaah que vieja hija de p… que sos eh!. Y yo que te creí inocentona, pobre gil de mí. Bue, a ver que querés ahora.¡ Ni en pedo volvemos a lo de antes!

_No, decime cosas sucias, con eso me conformo, decime que me querés hacer de todo y la guita y la cámara son tuyas…

_¡Mira que sos bizarra eh! Ya ni se si tratarte de usted o de vos.

_¡Shhh calláte pendejo! y decime cosas calientes y sucias.

_Ehmm, bueno ahí va…ehmmmm, te voy a dar por todos lados, voy a ser tu Luismi, tu Pocho La Pantera… 

_¡Te dije que me calienten! Mira que el cuento todo a la nena…

En ese momento, respiré hondo y un ser depravado que quería terminar toda la historia se apoderó de mí y con una cloaca dialéctica empecé a largarle chanchada tras chanchada, desbocado como nunca en la vida. Cosas que a Betty Boop la hubieran hecho acabar a chorros lo suficientemente grandes para apagar un incendio en el pedemonte.

Siento un ruido detrás mío temiendo lo peor, que Mariana nunca se hubiera subido al auto o algo así. Pero no, para mi sorpresa era otra vieja con otra cámara y un grabador todavía encendido. ¡La puta que las parió! ¡La vieja me había vuelto a re cagar! ¡Vieja de mierda que sos mas inteligente que yo y me arruinas la existencia!

_Ok, ok, me volviste sentar, ¿ahora que querés? ¿Querés lo de la otra vez? ¿Cochinota? ¿ah? ¿Ah? ¿ah?

_Sep, solo que ahora nos vas a tener que domar a las 2, salvaje.

_¡¡No sean así hijas de puta!!

_Calláte la boca y clavános a las dos o contamos y mostramos todo sorete…

_¿Saben que son dos viejas putas no? (ya no me importaba nada)

_Si, venga chiquito, venga… 

Y seguimos así por 2 largos meses, que ya no dí más y de un día para el otro dejé a Mariana,no por falta de amor, pero tenía que cortar el problema de raíz de una buena vez. Y es que la vieja me tenía tan agarrado de las bolas, que se empezó a abusar y a llamarme 4 veces a la semana y me dejaba sin fuerzas. Les juro que no se que carajo tienen las pastillas del Pami para sexagenarios, elaboré la teoría de que pueden curar cualquier mal y/o enfermedad conocida, pero los mata a fuerza de perforarles el estómago. Y lo digo porque  más de una vez me cabalgó cual potrillito y no me van a  creer si les digo que una de las veces se tiro un backflip desde el sillón aterrizando impecablemente y sin hacerme sufrir en el….bueno, ya saben. Uniendo cabos sueltos una de las teorías es que las pastillas para la hipertensión tenía anfetaminas, energizante para caballos y ADN de la Coca Sarly, porque, vamos; una vieja de 70 no pueda llevar esa vida, al menos no por mucho tiempo.

Ah, antes de irme les digo… lo que dicen del pete sin dientes, es cierto….es un antes y un después… 

En memoria a Chichi Fresneda, que descanse en paz en los albores del averno.
Abuela querida. Vieja trola…

También podes leer:
El día que me levanté a un traba


ETIQUETAS: