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Increíble pero real: Mi abuelo tiene Facebook

Jugador símil compulsivo, pertinaz, buen educador, bebedor asiduo de champagne y un chorrito de fernet como para darle más gusto (PONELE), estricto, esforzado, suele quedarse dormido con el diario en la cara y la Tv en volumen mil, siempre quiere ver a un nieto en particular (A MI), cree que un Dvd es una especie de aparato alienígena manejado por la Nasa. Repite constantemente frases como: “En mi época….”, conservador de secretos, veterano de guerra, apasionado.

Jerónimo, mi abuelo, 82 años; el que te dice: – Que bueno Ignacio (su otro nieto), ¡te vas a hacer un tatuaje!, cuando te lo pongas vení así lo veo, y de paso te rompo el culo a patadas pedazo de puto.

Un día cualquiera me llega una solicitud de amistad. Cuando a una mujer le llega una, solemos sentir algún tipo de ansiedad por saber quién podría ser nuestro nuevo contacto. Si, era él, Jerónimo. A mi hermano se le ocurrió la increíble idea de incluir a una persona más al huracán de las redes sociales.

Ahora no solo tenía que lidiar con mis viejos en Facebook, sino también con mi abuelo, la persona más testadura del mundo. ¿Si tenía problemas para incluirse en este tipo de sistema? Solo al principio:

Bienvenidos al Facebook de Jero:

Al principio fue difícil, en su cabeza tenía mezclados diferentes tipos de aparatos electrónicos, era capaz de conectar una impresora de tal forma, que las hojas se imprimieran en la impresora del vecino. U otras cosas, como esto:

De a poco le fue agarrando la mano, pero ya había empezado a mostrar su vida sin tabúes en la red:

Me copiaba estilos de publicaciones así podía atraer a mis contactos y tener más amistades. Lo lograba siempre:

Mis contactos de  a poco lo empezaron a agregar, pero me ponían las quejas de que esporádicamente se le saltaba la térmica y mandaba estos tipos de privados:

Cuando me hablaba a mi tenia la suerte de que le respondiera, pero a veces se metía con Maro, nieta de Antonio, su mejor amigo, y no tenía la misma suerte:

Solo se sentía libre cuando hablaba con Betty, porque ella de vez en cuando le preguntaba por sexo:

Hasta que un día pasó lo impensado, descubrió los hashtags:

Los empezó a complementar con fotos:

Y cuando no tomaba Ginkgo (su producto natural psicoanaléptico por excelencia) se volvía más verborrágico:

Se reía de sus achaques y dolencias:

Armaba grupos de viajes y aunque el destino no fuera lejos, el entusiasmo si lo era:

Y un día descubrió las páginas de compra venta:

 

A sus actos fallidos también los empezábamos a conocer:

Los nietos solemos ser tan iguales a por lo menos uno de nuestros abuelos, él cree que es capaz de todo, DE PUBLICAR TODO:

¿Hemos heredado algún tipo de conducta o pensamiento de nuestros antecesores? Yo lo pajera.

Ustedes quizás se rían o le parezca un poco grotesco todo esto. Pero la familia no se elige y eso me convierte en la mujer más afortunada del  mundo. Él con sus desmemorias, con su humor, con su fantasmagórica psiquis me hace feliz. A parte es el último abuelo que me queda, pero me queda, aun me queda y espero que por mucho años más.

Y Parafraseando un poco al rock nacional, un día le pregunte a Jerónimo: – ¿Cuál es tu sueño?

Y me dijo: – Quiero vivir para ver amanecer.

“Escucha a tus mayores, porque ellos saben acerca de lo que hablan. La vida es el mejor maestro y ellos… ellos los más avanzados aprendices”

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