/La verdadera historia de los colores del logo Ciudad de Mendoza.

La verdadera historia de los colores del logo Ciudad de Mendoza.

Como todos sabemos, año a año nuestra provincia tiene un nuevo sello que la identifica. Algunos han sido muy buenos, otros medios buenos y otros definitivamente pedorros y hasta polémicos, al punto tal de no durar casi ni un semestre en el último caso.

El Mendulotudo junto a un equipo de investigadores, tuvo acceso a la documentación referida sobre este tema. Los resultados fueron casi escandalosos. A priori se pudo determinar que la elección de la imagen que representa actualmente a nuestra provincia, y puntualmente a la ciudad en sí, lejos quedó de un diseño que gustara. Sino mas bien fué por un descarte de colores censurados por gente muy poderosa.

A continuación les mostraremos cómo fué que el color naranja ganó esta batalla.


Amarillo Patito
Corría el año 19789 (sí, mil novecientos setentayochentaynueve). El Papagallo estaba en una línea muy delgada con la guerra con frente a lo que hoy es el barrio privado Dalvian. El soldado raso Juan Pierro Canardonga organizó un sabotaje de los Patitos Amarillos del enemigo, que en este caso eran los antiguos redidentes del loteo que hoy en día es privado. Instantáneamente todas las tropas dejaron las armas y reclamaron sus Patitos. El mismísimo General Noganéunamedalla declaró, llorando a moco tendido «Hey che! devolveosos our Patitën, pour le amour du deux!» (era evidente que en esa época todavía no estaba definido el idioma en Mendoza). Años mas tarde, el gobierno de la privincia consideró que esta era un arma letal, y por lo tanto censuró el color en el logo, para evitar que este descubrimiento llegue al enemigo y se pudiera generar nuevmente una guerra.


Marrón Caca
La población de Mendoza es de 1.500.000 y pico, que unos 500.000 deben transitar las calles del microcentro a diario. De esos aproximadamente 490.000  mendocinos se patina con un sorongo cada año. Esto genera un SPC (sorete per cápita) de 17 pisadas en blando en el plazo de una vida. El gobierno considera que el primer paso hacia un mundo mejor es un paso sin bosta, y por eso este color será retirado de nuestras vidas y de nuestras zuelas principalmente, comenzando por el logo que nos representa.




Violeta como un chihuahua radioactivo
El 12 de agosto de 1891, la ya desaparecida planta nuclear que se encontraba en plena capital del Borbollón, voló por los aires. Todo fue el resultado de un experimento filosófico. Tilili, como se llamaba el chihuahua, había sido metido en el microhondas por puro deporte, y cuando explotó todo, el pichicho fue el único sobreviviente a el pulso cósmico que eliminó a todos los negros a la redonda. Tilili salió ladrando feliz de ese microhondas, pero salió violeta, y con la curiosa habilidad de dar la plata en vez de la pata. Importantes políticos se vieron asustados frente a este fenómeno y temieron que  ellos les pasara lo mismo. Fue esto último lo que el gobierno de Mendoza intenta ocultar.


Azul como el mar Azul
El gobierno, en su expediente secreto, dice: «El día de la fecha llegó hasta nosotros la cancion de un tal Cristian Castro. Se adjunta la canción, pero se recomienda (con énfasis) no escucharla. De ahora en adelante, será censurado el color Azul como el Mar Azul, no porque el autor pueda llegar a tener un parentezco o relación alguna con Fidel Castro, ni tampoco porque sospechemos que la letra posee mensajes subliminales, sino simplemente, porque Cristian Castro nos da mucho asco.»




Rosa Trolazo
Desde que el secretario de departamento de investigaciones del gobierno, Horacio Megustacomoelagua, anunció su homosexualidad y su posterior casamiento con su dirigente Scout, nada es lo mismo (incluso se piensa que se gastó parte del fondo destinado a este departamento para coimear al momento de la probación de la ley que habilita a casarse a personas del mismo sexo). La oficina rebosa pequeños animales con suéteres, globos, plantas (que hay que regar), y todo el día dale que dale con los Village People. Tanga opcional. Todo esto tuvo un fin abrupto cuando el «jefe» llegó y, consternado, dijo «A ver a ver… Horacio, le aviso que será mi nueva pareja, y no tiene opciones » Hasta hoy, Horacio no volvió. Para evitar estas situaciones en el resto del país, el rosa (y ya que estamos, los maricones) quedan baneados para evitar futuras desapariciones (y confesiones en la cabeza del gobierno).


Gris como las viejas
Corría el año 1462. Eriberto Civit era presidente de un par de cuadras de lo que hoy es una famosa calle mendocina y una noche, habiendo terminado de ver una película y sacándose los lentes 3D, soltó una flatulencia más bien redonda y a continuación le ordenó a un agente de viajes: «López, retroceda la cinta.» López hizo lo que le decían. «Deténgase ahí! Ésa. Ésa vieja me da miedo. Destruya la cinta.» López la hizo añicos. «Bien, ahora busquen a la vieja y mátenla.» – «Sí, señor.» – «Y… ¿López?» – «Si, señor?» – «Puedo dormir con usted esta noche?» – «Claro señor.» Queda claro porqué no hay grises en el logo.



Negro Botón
En una época en Mendoza se odiaban a los negros. No hacían nada más que ser pacíficos. Sí pacíficos. Y eso no les gustaba (no queda claro). Este niño por ejemplo, ni siquiera nació en Mendoza y miren qué cara de macaco. Es más, antes no estaba permitido hablar con ellos. Pero el gobierno quería quedar bien con la ONU por unos créditos que se le iban a otorgar, decidió sumarse a la aceptación de esta raza. Entonces, en un documento determinó que a pesar de no ser de este nivel de negrura, con el solo hecho de vivir en ciertos puntos de la provincia se los consideraría de este color. El problema surgió cuando éstos decidieron no ser mas pacíficos. En fin, para determinar que no es un provincia discriminadora, se optó por usar esta gama oscura para las letras, solo eso. Por cierto, esta conversación nunca ocurrió. Prohibida la venta a mayores de 18 años.

ETIQUETAS: