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Patos invaden Mendoza reclamando lo suyo

De chiquito siempre tenía un pato de goma para jugar en la bañera, hasta que cumplí los 18 años y ya era hora de madurar. Se lo regalé a un vecinito y al poco tiempo lo ví en la boca del perro que tenía por mascota. En fin, más allá de eso, acá el tema principal es el pato. Va, no «ese» pato, sino el pato en general. Va, no «el» pato, sino «los» patos en general. Va, no «en general» sino los patos criollos. De chiquito me decián «pato criollo», un paso, una cagada. De grande también me dicen pato criollo.

Volviendo al tema.

La ciudad de Mendoza se vió conmocionada cuando un grupo de patos se hicieron presentes en uno de los lugares más importantes del centro de la provincia, próximo al km 0.

«Acá vinimos con los compañeros a reclamar lo que nos corresponde, y empezamos por acá, pero vamos a ir por cada ciudad de la provincia a recuperar lo que tanto se nos quitó» declaraba el vocero oficial de la parvada de aves que se preparaban para la marcha, el Patón Bauza.

«Nosotros vamos a ir hasta la Legislatura y de ahí no nos movemos hasta que esto vuelva a las alas de quién corresponda, osea, nosotros» anunciaba entre cuack y cuack un pato con el ala tatuada que decía «Patos al Poder» en color rojo. Luego agragaría «Traigan a Pato – Aparato si quieren, nosotros no vamos a cerrar el pico hasta que esto vuelva a pertenecer a nosotros.»

Además las hembras no se quedaban atrás, y también se hicieron un lugar en la marcha. La agrupación «Cada un Pato hay dos Patas» liderada por una pata de Villa Nueva, nos contaba: «Tenemos patitos que amamantar».

La gente que se encontraba en el lugar tomando algún que otro café, tenía sentimientos encontrados, entre ternura por los patitos y el hecho que estos animales hablaran. «Creo que hay formas y formas de protestar, hasta ahora va todo tranquilo, lo único que espero que no empiecen a las patadas» opinaba un transeúnte del lugar.

Hasta el momento que cerramos la nota, la policía llegaba al lugar con un arsenal de migas de pan para distraerlos y amansarlos.

Luego de un rato, descubrimos la causa puntual de esta protesta.

Y es que estos animalitos insisten que el lugar que quieren como propio no es nada mas ni nada menos que…

La Pato-nal Sarmiento

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