/3 enrosques masculinos (sobre mujeres) que te llevan al colapso mental

3 enrosques masculinos (sobre mujeres) que te llevan al colapso mental

En la mente humana existen más neuronas que estrellas en nuestra galaxia y cuando se complotan pueden llegar a producir estragos. Como los de la mente del hombre cuando de mujeres se trata. No hay nada más peligroso que un hombre enamorado a flor de piel. Si a eso le sumamos algunos miligramos de inseguridad, otros miligramos de tetosterona, algunos kilos de hormonas, comenzamos a vivir épocas insufribles, tanto para nosotros como para los que conviven en nuestro entorno.

El enrosque mental masculino hacia una mujer es peligroso, sobre todo porque sin darnos cuenta se transforma en el mejor autoboicot que pueda llegar a existir logrando como objetivo todo lo contrario que buscamos: que las féminas se alejen como colectivo de estudiante que llega tarde a su pasantía rentada con chances de quedar efectivo.

1) Like a tu foto de perfil

Como siempre te metés al facebook para chequear algún videito viral o comentar la foto de algún amigo, y justo cuando te aparece una notificación, te das cuenta que la mina que te gusta le puso like a tu foto de perfil. Fua. Listo. A elegir los nombres de los hijos que tendrán juntos y definir si navidad lo pasan con sus padres o viceversa. Con una confianza de puta madre no tenés mejor idea que comentarle su foto de perfil con un «La mas linda» esperando que le de un «Me gusta». La ves conectada y nada. Esperás. Te levantás, fumás un pucho, actualizás y nada. Como si no fuera suficiente decidís inmolarte y escribirle. Te clava el visto. Y claro, pensás, si la viste el finde con el flaco del auto rojo que la pasó a buscar a las 6 vistiendo un frac nuevo que en realidad no le quedaba muy bien. Y sigue sin dar alguna señal de vida. Que se cague y se muera. Ojalá le de tos y diarrea al mismo tiempo. La odiás. Todo lo que te recuerda a ella te produce bronca, odio, rencor, furia, hasta que… le da like a tu comentario. Tu corazón vuelve a florecer y no querés decirle otra cosa que «te amo». Te vas a dormir mirando su foto y abrazando tu almohada.

Bueno, respecto a todo eso de recién, no lo hagas porque vas a terminar quedándote pelado del stress.

2) Encontrarte con ella en un boliche

Las cosas vienen bien, un par de chat por acá, un par de likes cruzados por allá. En fin, no te querés subir a la moto pero la verdad que esta noche te tenés confianza. En Instagram ves una story de ella con su grupo de amigas el fin de semana pasado con la leyenda «¿Se repite Grita?. El destino ya estaba fijado. Solo restaba convencer a tus amigos para salir. Un par no estaban ni ahí salir con este frío, otros decidieron quedarse con sus novias y vos ahí, con más ganas de salir que de enganchar las promos de los bancos para comprar el pan y la leche. Má si, te mandás solo y listo. Como sabés que es «la noche» te comprás pilcha nueva, perfume importado y gel efecto húmedo. Enfilás por el acceso Sur y te para la policía. No llevás el cinturón, multa. Ya fue, volvés a encarar hacia el boliche y al llegar ves que es un hormiguero de gente, pero un sexto sentido te dice que está adentro. No te importa nada, vas. Pagás la entrada en 3 cuotas y comenzás la búsqueda. Que las 3. Que las 4. Que las 5 y nada. Hasta que… ¡divisás a sus amigas! Tomás coraje y las encarás. Llegás y las ves todas en pareja. Taquicardia. Pero tranqui, que ella no está. ¿Habrá ido al baño? Vas al baño. ¿Habrá ido a la barra? Vas a la barra. Y nada. Muerto, cansado, sin un mango y con un multón se te da por chequear Instagram y ves una story de ella que continuaba inmediatamente después de la que subió con su grupos de amigas donde se la ve en la cama con un gatito y la leyenda «Hoy no se repite nada, a dormir.»

Bueno, respecto a toda esta situación anterior, analizá las cosas, chequealas bien y respirá prufundo antes de pasarla como el orto una noche de boliche por una mina, porque se te va a achicar el pito por el stress.

3) Consejero profesional

Qué mejor que la mujer de tus sueños, esa que te gustó desde los 9 años, comience a pedirte consejos. Porque un día estaban ahí en la parada de bondi y contaba sobre una tía lejana que no sabía donde venirse a vivir y vos le aconsejaste una zona linda por buen precio. Después otro día ella te consultó sobre alguna buena serie en Netflix y le clavaste en el ángulo con La Casa de Papel. Y así sucesivamente, vos embobado y ella en confianza, por fin se anima y te pide un consejo sentimental. Y es sobre un pibe (¡vos sos pibe!), en el que ella confía (¡en vos confía!) y que últimamente se ha sentido más cercana a él (¡ella te tocó el codo ayer cuando estaban sentados en el micro!) compartiendo algunos gustos como la música celta (¡vos tenés un papá que tiene un chevrolet celta!), los libros, (¡no lo podés creer!¡vos tenés un libro en tu casa!), los tatuajes (¡tu mamá siempre dijo que el lunar ese deforme que tenés en la frente se parece a un tatuaje!) entre otras cosas. Tus latidos van a mil, no podés creer que tantos años de paciencia por fin tuvieran su fruto. Y justo antes de darte el nombre, te dice que prefiere contártelo mañana.

Bueno, respecto a toda la situación anterior, lo mejor es que repases todo lo que te dijo, unas las piezas que creés que te vinculan y anotes en un papelito en imprenta mayúscula NO SOY YO, porque esa noche no vas a dormir un huevo y se te van a caer las uñas del stress.

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