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5 frases que te pueden hacer zafar de cualquier enojo femenino

Las mujeres a veces son tan complejas de entender cuál película bíblica doblada al esperanto, es por eso que ocurren situaciones en las que nosotros, hombres que pensamos en saber todo del universo, nos descolocan y no sabemos que responder.

Peor aún si tardamos en dar la respuesta. Ni hablar si esa respuesta no es la correcta (o por lo menos la que ellas esperan de nosotros).

Frase 1: Estás más flaca que antes de ayer.

Claramente es la reina de las frases, ¿pero por qué hacer hincapié en “antes de ayer”. La mujer dia tras día se pesa y ve si se mantienen, bajan o aumentan, entonces ellas saben que de un día al otro no se notará la diferencia por más que la balanza lo disponga en su pantalla, pero ya dos días son dos días. Más todavía para una mujer que está a dieta. Dos días seguidos de dieta en esta pseudo época invernal donde las tortas de chocolate y las comidas contundentes en calorías están más presentes que nunca, es casi lo mismo que le venga por 6 meses seguidos.

Se le pasa todo y zafás

Frase 2: ¿Qué opinas de esto?

Las mujeres cuando están molestas con algo se enceguecen y no ven otra cosa más que esa situación en su cabeza, por eso necesitás que esa atención se enfoque hacia otro lado. Por eso mi consejo es agarrar un perro de esos que suelen subir a Facebook con un ojo colgando, una pata quebrada y sarna por todos lados y le decís “QUÉ OPINÁS DE ESTO”, para que ella, como cualquier mujer que obvio aman a los animales, se apiade y corra en su auxilio. Ella se focalizará en cuidar y recuperar al pobre cachorro mal herido, se olvida del moco que te mandaste y zafás.

Frase 3: Tranqui nena, Messi llega 10 puntos al mundial.

Mi ávida experiencia con mujeres me ha permitido observar el amor que tienen por el fútbol. Simplemente que para llevarnos la contra hacen todo lo que cualquier persona que odia ese deporte haría. Pero en serio no es así. Entonces, llegás tarde de la juntada con tus amigos y ella te espera con un palo de amasar y friccionando los dientes para que le des explicaciones. Y ahí vos, justo ahí, ni un segundo más ni un segundo menos, le decís: “Tranqui nena, Messi llega 10 puntos al mundial”. Su subconsciente comenzará a trabajar y hará que el cerebro largue una sustancia que lleva inmediatamente a la felicidad. Ella sonríe, guarda el palo de amasar y vos, obviamente, zafás.

Frase 4: No te preocupes, atrás viene otro.

Hasta acá les conté como zafar de sus parejas, pero… ¿qué pasa si nos ligamos el odio de una mina que no conocemos? Pensemos que llegamos a la parada de colectivos y la única persona que está esperándote para compartir su odio es una mujer. Te mira, sin motivo alguno quiere asesinarte y vos: “No te preocupes, atrás viene otro.” ¿O qué pasa si de repente te invitan a una orgía, y justo cuando terminás de copular la mina que no conocés te mira mal agestada porque vos acabaste antes que ella? Agarrás, te la agarrás y mientras cedés el lugar le decís: “No te preocupes, atrás viene otro. ¿O qué pasa si estás comiendo y ves que al lado se encuentra una mujer hermosa pero que su color rojizo en la cara y el puño cerrado comienzan a llamar la atención porque se le acabó su plato de comida? Tomás un respiro, te inclinas sin levantarte de tu silla y le decís: “No te preocupes, atrás viene otro.” Es imposible no zafar de su odio.

De nada.

Frase 5: Tomá, te compré un bimbolé que de un lado tiene a Capitanich y del otro a Kichilof.

Cada vez es más común ver a mujeres practicar deportes de contacto y golpes, porque está en su naturaleza ser luchadoras. El tema que hay veces que son luchadoras contra nosotros. Dia larguísimo, llegás de la oficina, después de buscar a los chicos al colegio sin antes olvidarte de pasar por el súper a comprar la leche y pagar las factura, y ahí está ella, enojadísima porque, a pesar que en el baño hay cosméticos tirados por todos lados, madejas de pelos en el lavatorio y toallitas femeninas enrolladas cual pañal de bebé, vos en un descuido dejaste la tapa levantada del inodoro. Entonces, mientras tus hijos corren despavoridos a su habitación porque no saben la razón que esté el Increíble Hulk en el living, vos decís: Tomá, te compré un bimbolé que de un lado tiene a Capitanich y del otro a Kichilof. Listo, por los próximos 45 minutos estará entretenida golpeando a parte del gabinete mientras vos, una vez más y gracias a mí, zafaste.

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