• A nivel provincial la gente de los pueblos siempre le tiene bronca a la de la ciudad y a nivel nacional las provincias le tienen bronca a los porteños. Es como una ley.
• Los pantalones a cuadro son de gay.
• Los petisos musculosos se ven más petisos aún.
• Un signo típico para saber cuando llevas mucho tiempo de novio (o si ya estas casado y todavía no caes) es cuando las preguntas “¿adonde vas?” y “¿de donde venís?” son las dos que más se hacen con tu pareja.
• Los amigos que se bancan tu estupidez sin que te afecte la de ellos son los que duran para siempre.
• Los milicos siempre te van a encontrar algo por lo que cobrarte una multa, y misteriosamente en algún lado va a decir que es “falta grave”.
• Dolph de los Simpsons (el amigote de Nelson)… ¿es un “emo”?
• Aunque todos te lo hayan dicho, vas a tener que conectar speedy para darte cuenta que es semerenda bosta.
• Solo a los que le gusta la tararira y la ropa fucsia resignan un vaso de porrón por tener los abdominales marcados.
• Hay palabras cómicas que sazonan cualquier conversación, como “sopaipilla”, “papada” y “cotolengo”. Es imposible que no se te escape una mueca al escucharlas.
• En tres meses de verano te olvidas todo el inglés que aprendiste en un año de cursado, es ley.
• Tu novia va a odiar comer esa comida o postre que siempre decís que tu vieja cocina “como nadie”. Y, por más empeño que le ponga, jamás le va a salir igual. Resígnense chicas.
• “El mejor amigo de un hombre es humano”… aunque con diferencias de sintaxis queda mucho más realista: “el mejor amigo del hombre es su mano”.
• La diferencia entre lástima y lastima es el tamaño, este me lo robé pero está zarpado.
• Sabemos que es asqueroso, pero toleramos con placer y regocijo el olor de nuestras ventosidades… ¿será la costumbre?
• No saber escupir, para un hombre, es pecado. Para una mujer, saber hacerlo es una proeza digna de quien ha tenido más amigos de sexo masculino o hermanos mayores.

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