• Pocas mujeres han visto levantarse acartonado a un hombre.
• A veces la más linda del boliche, esa a la que nadie le atina por lo rica que está, es la que más ganas tiene de conocer a alguien. La belleza es directamente proporcional al miedo de ser rebotado.
• Alejen de niños y vejetes el veneno de ratas que reparte la Municipalidad de Guymallén. Es tóxico y azul.
• El Red Bull tiene olor a bilis.
• ¿Queres levantar minitas en el centro? Decile a algún amigo o compañero de laburo que te arañe o te muerda el cogote… es muy sensual para ellas.
• Papis, si su hijo vive prendiendo sahumerios en su habitación, es porque fuma marihuana y está tapando el olor. ¡He dicho!
• Siempre fue mal visto quien lucra haciendo reír a los demás.
• Los timbres más bochornosos siempre se quedan pegados.
• Los pailones son bolaceros.
• La diferencia entre el buen gusto y la ridiculez la hace tu autoestima.
• No hay nada más top que ponerle nombre de mujer a un bar.
• En las películas nadie paga el taxi.
• Entender la homosexualidad es como tratar de armar una pared de rastis poniéndolos de frente.
• Por alguna extraña razón para ser cantautor exitoso en España tu apellido tiene que empezar con «S». Serrat, Sabina, Sanz y Serrano defienden mi postura.
• Si la vida fuese fácil habrían muchos más suicidios.
• Los que trabajan de saco y corbata son grandes gorriados concientes.
• Ricardo Mur tiene la particularidad de hacerte pensar en que está pensando chistes mientras conduce. Esa cara de seriedad con esa mueca de risa de trasfondo te la dejan picando siempre.
• La mayoría de las pendejas ningunéa y banaliza de tal manera el sexo, que termina siendo un acto embolante y precoz. Recién lo empiezan a disfrutar después de los 25.
• A los que se le juntan las rodillitas tienen el culo caído y flanero.
• El concepto de «paraíso» es sencillamente una herramienta que te brinda la religión para suavizar las pérdidas terrenales.
• No hay nada que le genere más envidia a un hombre que ir a ver una carrera de fórmula 1 o rally.
• A todo estudiante de teatro le digo, si llegó Matthew Mcconaughey, cualquiera puede llegar.
• Antes la vida era “tener un hijo, plantar un árbol y escribir un libro”. Ahora es “tener un Facebook, plantar un Farmville y escribir un Tweet”.

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