Son las 2:29 am cuando me pongo a escribir esto, porque siempre me pasa que cuando me viene la inspiración, el tiempo apremia o realmente prefiero que se muera, busco una excusa para no escribir, o me digo que no, que no tiene sentido, que ya supere esa etapa. Pero acá estoy, acá les cuento.
Estoy medio pelotudo hace un par de días, meses, años… BOE, resulta que empecé a salir con alguien y escribiendo siempre encontré una forma de desahogarme, de mis pesares, una especie de sosiego, para acallar mis demonios o dejarlos salir, para estar en paz conmigo y dejarme en eje otra vez, ese eje del mal humor, pero bueno, mi eje al fin.
Hace algunos años escribí una nota que se llama “El Ladrón del Primer Amor” que decía que ese primer amor se lleva todo lo lindo y bueno que uno tiene para dar, y que después en las siguientes relaciones venideras uno se guarda las cosas, o que las vive de una forma más madura y adulta, cosa que no me estaría pasando actualmente.
Y ahora yo me pregunto, ¿será que no era tan real lo que escribí allá por el 2017, por qué sigo sintiendo esas mariposas en la panza cada vez que la veo, por qué sigo estando enamorado como un idiota de la chica con la que estoy ahora?, ¿era necesario seguir siendo el mismo bobo cursi que era cuando estaba con mi ex?
Pues parece que sí, que no voy a cambiar, que no voy a dejar de sentir intensamente, que no voy a dejar de ser el mismo enamoradizo que he sido toda mi vida, lo debí haber supuesto, porque cada vez que me enamoré de alguien, mierda que fueron muchos enamoramientos, fue como que se me hiciera un hueco en la vida, y el resto de las cosas dejaran de importar completamente, como si realmente no existiera más nada en la Tierra que esa persona para mí.
Por lo que se podría decir que soy un pelotudo de desde que soy un chiquillo, que se enamoró perdidamente de su compañerita de la primaria, cuando la fue a visitar para su cumpleaños con 5 años, que tenía puesto ese vestido bordó, o que se enamoró de su compañera de la secundaria que prácticamente le vomitó lo que sentía en una carta muy ridícula y cursi, o el tipo que se enamoró un día de alguien que rompía la regla, que realmente se había dado cuenta que no le importaba tanto lo físico, que igualmente tampoco tengo, porque estoy bastante alejado de tener un cuerpo hegemónico, por no decir que soy un gordito simpaticón.
En fin, no, no voy a cambiar mi forma de ser en el amor, me voy a seguir quebrando, llorando cada vez que sienta que la amo y que esto probablemente no funcione, y que me cueste tanto darme cuenta que tal vez ella no sea para mí, a pesar de que esta vez el amor es correspondido, a pesar de que hoy si la puedo mirar a los ojos y decirle cuanto me gusta, mirarla y decirle que no puede entender realmente todo lo que me hace sentir, que se sienta incrédula de que alguien la quiera tanto, pasarme todo el tiempo del mundo hablando, diciéndole cosas al oído, esas cosas que solo le decís una vez a alguien, ojalá pudieras verte con los ojos que yo te veo le digo. Y si, probablemente haya nacido en una época muy equivocada, porque los románticos están extintos como los dragones y los caballeros.