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Cosas que no deberían existir (pero que para algunos son imprescindibles)

Que algo no funcione como tú esperabas no quiere decir que sea inútil.

Thomas Alva Edison

Algunas cosas en la vida nos resultan desagradables, con el anexo agravado de la inutilidad; pero, curiosamente, para otras personas estos elementos son de suma importancia. Nada, eso.

La salsa golf: Desde el color hay algo que no funciona ese naranja salmón apastelado que sugiere más provenir de la perdida de la masa encefálica de alguien que de algo comestible…¿salsa golf? Cómo algo puede tener ese nombre…Golf…¿Golf?… La fabrican en un green caddies enanos que revuelven el menjunje con palos del 8, planos para arena, mientras hadas todoterrenos escupen de vez en cuando en el revuelto para darle un toque de magia.

Las empanadas de jamón y queso, choclos, etc: A veces el fundamentalismo está permitido y argumentado y este es uno de esos casos, las empanadas son de carne y cebolla, en su defecto serán sanguches ornamentados.

Los colectivos llenos: Una unidad de transporte público colmada es una caterva de situaciones desagradables, una experiencia que muchos evitarían si pudiesen, pero no así los pungas, abusadores y portadores de celulares chillones.

El jamón del Diablo: A mi en realidad me da miedo comerlo, porque es de Mefistófeles.

El mondongo: No sé qué parte de las vacas es el mondongo, pero el animal debería venir sin eso…. Hasta el nombre es feo…Mondongo…parece que significara conchudo en suahili.

Las lentejas: Este seguramente será un tema espinoso, porque estos engendros de alguna manera han logrado la consideración general, sobretodo en invierno (valga el juego de palabras).

Las baldosas flojas cuando llueve: Arteras, malas…bien malas; tienen la capacidad de mojarte en el tobillo distraído por el simple gusto de hacerlo; generalmente son portadoras de malas noticias

Los sahumerios de rosa mosqueta: Su aroma es lo más cercano al gas mostaza que me puedo imaginar. Han sido prohibidos por la Convención de Ginebra Bols.

La serie “Lost”: Nunca la entendí, lo único que pude dilucidar es que un avión de pasajeros cayó en una isla paradisíaca, después todo fue una sarta de cosas que no daban pie con bola.

Los que te piden una pitada del cigarrillo (dame una sequita): Estos seres son el paradigma de la rapiña. Estimado, un cigarrillo cuesta dos pesos, o sea que con dos pesos vos te fumas tu propia baba y no me la tengo que fumar yo.

Jorge Rial: Por metido.

La posición adelantada: Esta es otra de las tantas formas en el que el ser humano coarta, a sí mismo y a los demás, la posibilidad de la felicidad, cómo podría ser un gol o por lo menos un tiro en un palo o travesaño; no así si pega en el pecho del arquero.

La pantallita del Window 10 que se aparece y de prepo te quiere instalar no sé qué: Este muchacho Bill Gates no le alcanza con levantarla en pala, sino que también te mete el nuevo sistema operativo, lo que no sabe que el comando “ QUEVUX” (que vuelva el XP) del cual formo parte, está planeando una contraofensiva a nivel mundial parar reimplementar este sistema (el XP) tan leal, bonito y sencillo.

Las palabras urinario, fellatio y epitafio: No por su significado, que bien merecido lo tienen; sino porque son feas y que casi causan vergüenza el pronunciarlas.

Los controles remotos sin pilas: Todo control remoto debería de tener pilas eternas para que uno no ande sacudiéndolo como asesino serial sacude un cuchillo.

Andrés Calamaro: Flaca, por favor, clavale todos los puñales en la espalda, a él, que le gusta tanto la tauromaquia.

Los emoticones: Estos adefesios digitales amputan al idioma, en vez de escribir un liso contundente “Te amo”, con todo lo que implica, se mandan corazones que explotan de pelotudos que son. A excepción del bailarín onda John Travolta que tiene la galería de emoticones del Skipe, ese no…ese está bien.

El ananá: Es considerada la mayor estafa en historia de las frutas; su cubierta espinosa y dura hace creer al incauto que se va a encontrar con un manjar al lograr llegar a ella, pero lo que encunetra es que se le estruja la boca.

Esta nota: Este texto no debería existir por grotesco, rebuscado y simplón. Al cadalso con el escritor, ni un puto like.

Y así concluimos con este breve pero sentido párrafo sobre las cosas que no deberían existir pero para algunos son imprescindibles. Y recordemos…Hasta la victoria siempre, pero el empate siempre viene bien, más si es de visitante y con uno menos.

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