Romina era una diosa total, una hermosura de mujer. Nos conocimos bailando un viernes, no pasó nada más que un saludo intenso al despedirnos. Logré sacarle el teléfono. Ya era demasiado que una mina tan linda se perdiese toda la noche hablando conmigo, así que me sentía más que satisfecho. Lógicamente intuía la buena onda y hasta me dí cuenta que fue lo mejor que no haya pasado nada.
Sábado a la siesta ya nos estábamos escribiendo vía wasap. Iba todo sobre ruedas con la Romi. Era una mina divina y divertida, además de re contra mil rica. Mi cabeza estaba en Disney.
Mientras charlábamos me imaginaba todas las cosas que le podría hacer si me dejaba, cómo sería con menos ropa, cómo besaría, si era simplemente buena onda o si realmente me la iba a poder levantar. Ese sábado ella tenía otros planes, en los cuales yo no estaba incluido, pero me supo pilotear bien y dejarme conforme con un “la semana que viene nos juntamos”.
Llegó la semana que viene y tuve que contenerme a no quemar el asado antes de tiempo con mensajes atosigantes. De haber sido por mi, el lunes a las 8 de la mañana le estaba preguntando cuándo nos íbamos a ver.
Me puse como meta aguantar hasta el miércoles para escribirle. Lunes por la tarde me escribió ella. Punto para mí… mi cabeza estaba en Kuala Lumpur. Si bien decidí no quemar el asado, tampoco quería que se pase y comer suela, así que avancé con una juntada… quedamos para el miércoles. Listo, era mía, no lo podía creer. Todo iba joya, la pasaba a buscar a las 9 por su casa, nos íbamos a cenar donde yo propuse, el vino lo elegía ella y después tenía el as bajo la manga de mi departamento solo. Si lograba llevara ahí no me la despegaban ni con una palanca.
Hasta que de pronto… me dio la dirección de su casa… barrio “Cementista”… Las Heras city.
Un escalofrío me recorrió el cuerpo entero, para mi, un Godoycruceño, Las Heras era otro país. Recuerdo haber ido dos o tres veces de adolescente a la plaza departamental. Recuerdo ver tipo gente extranjera, que hablaba un idioma distinto, que vestía distinto, que tenía costumbres diferentes a las mías. Tengo imágenes borrosa de señoras sentadas en las veredas, tomando mate, guachitos jugando al fútbol en cada calle, locales de todo tipo en cualquier lugar, desordenados, estéticamente mixturados, abarrotados de gente algunos, vacíos los otros. Dicen que hay gente que jamás salió de Las Heras, que vive ahí y que cree que el mundo termina en los límites departamentales, como el Negro Tulio por ejemplo. Me acuerdo del acento distinto, de las calles desordenadas, de sentimiento de barrio, de calle, de construcciones inconclusas, de sensación de estar siendo observado por perros y punteros políticos todo el tiempo. Ir a Las Heras, para mí, era igual que ir a La Pampa, a Chubut o a cualquiera de esas provincias pija a las que caes de paso, de pedo o porque te súper gusta hacerte el raro y vacacionar alternativo.
Encima barrio “Cementista”… el dos, el segundo, re contra Lasherino. No tenía la más pálida idea de dónde quedaba. Cementista me sonaba a cementerio, y estando en Las Heras, me imaginaba hordas de zombis chombis viniéndome a atacar en el instante que pise sus calles. Seguramente me iban a parar a pedir guita, iba a tener que pagar una especie de “pase”, mientras aterradores comandantes de guerrilla urbana me iban a estar vigilando, apostados desde los edificios abandonados con sus pasamontañas y sus AK47 afanadas del Liceo. Quizás se me iban a abalanzar raquíticos muchachos lobotomizados por el paco y el poxirrán, con ánimos de suicidarse contra mi auto, robarme o pincharme con algo para contagiarme sida o alguna enfermedad virósica incubada en Las Heras a la que ellos eran inmunes. Pensé en que quizás me iba a agarrar una manifestación peronista, zarpada en morochones enojados, que me iban a dar vuelta el auto y prenderme fuego dentro. Imaginé las mil vueltas que debería hacer para buscar a la Romina, sorteando villas miseria, ranchos, iglesias embrujadas, fincas turbias, desarmaderos gitanos, cocinas de falopa y casas tomadas por okupas golpistas.
Estuve a punto de decirle que no, o que mejor nos encontráramos en el centro, pero era muy de puto y de poco caballero, así que me contuve y le dije que se esté lista puntual, que le avisaba cuando estuviese llegando así salía rápido. Me temblaba la pera.
Llegó el miércoles, en vez de estar emocionado, imaginando cómo iba a hacer para que la Romina me dejase darle un beso y posteriormente intentar verle la cara a Dios, ordenando las cosas, dejando todo listo, no paraba de pensar en el Cementista, se me dibujaba una imagen de isla abandonada, nublada, de noche, rayos, miedo, martes 13 con motosierra y una gorra a 90 grados. Evitaba de pensar en Huracán Las Heras y todo lo que podía pasar si me atacaban los barras. Era como el viaje de Frodo a Mordor. Miraba la chapería de mi auto… intacta, sin choques y pensaba cómo me iba a quedar luego de los disparos de los delincuentes, los chupetazos de los guachitos con el rulero y el globo, los cascotazos de los chorros deseosos de que pares para robarte todo, los “miguelito” en el piso para reventarme las cubiertas, robarme y violarme despiadadamente, dejándome el recto a la miseria y los palazos que me iban a dar los militantes de Miranda por cheto choto. De pechera nomás. De perucas.
Lo rica de la Romina equilibraba la balanza del terror que recorría mi cuerpo y hacía que valga la pena correr el riesgo. Encima la única arma que tenía para defenderme era una espada de plástico que se había dejado olvidada mi sobrino el Marcos en mi departamento. Si me bajaba con eso a defenderme de los zombis, los zapatistas, los manyines o los peronistas furiosos no solamente se iban a reír de mí, sino que probablemente me iban a terminar entubando el artefacto por colectora, sin piedad ni vaselina alguna. Temblaba entero, estuve diez minutos con el auto en punto muerto pensando en arrepentirme, pero nada… puse primera y salí de mi hermoso Godoy Cruz, zarpado en chetos, gente como uno, nenes bien y niños rubios obsesos.
Pasé la ciudad, las manos comenzaron a sudarme, los pies me temblaban, confundía los pedales. Como autoreflejo apagué la radio, como cuando estas buscando una dirección y tenes que prestar atención. Tenía los sentidos agudizados, miraba la calle y los techos, los árboles, las ventanas. Temía que algún francotirador me estuviese apuntando, iba despacio en segunda, pero a altas revoluciones, cosa de apretar el acelerador y salir picando ante cualquier embestida de monstruos, deformes o barrabravas del Globo.
Entonces, de pronto, me perdí… no supe si aún estaba en ciudad o ya había entrado en territorio hostil. Una placita divina me indicó que estaba entrando al Cementista… entonces, de los nervios, me pasé varias calles de la indicada por la Romina. Tuve que dar varias vueltas, parar, volver a mirar su wasap y hasta preguntarle a un señor que paseaba el perro. Las calles del barrio eran hermosas, había olor a primavera en el ambiente. Los pendejitos aún estaban jugando en la calle, hora que para mi concheto Godoy Cruz ya era utópica. Las chicas caminaban por la vereda vestidas con shorts sensuales, libres, tranquilas, como en un pueblo. Me paré en un kiosco a preguntar porque seguía perdido, me indicaron amablemente. Vi en las esquinas grupos de amigos, pibes andando en bici en bandas, vagos acordonados porroneando, cosas que hacía siglos no veía.
Llegue a la hermosa casa de la riquísima de la Romina. Todos los autos afuera… en toda la cuadra. En mi calle no podes dejarlo afuera ni un segundo. Se subió y le pedí que fuésemos hacia la ciudad, pero pasando por el centro de Las Heras, metiéndole cualquier verso.
No habían ni zombis, ni ladris, ni peronchos, ni miembros de las FARC, ni barrabravas hostiles. Estaba zarpado en gente, todos callejeando, en bandas, en tribus. Recorrí varias cuadras observando la armonía suave entre las clases, casas de ladrillo versus los chaperíos, conviviendo en perfecta sintonía. Había puestos de comidas rápidas, tipo choris, pollos y hasta costillares en las esquinas. Gente de todas las edades haciendo compras, bondis de colores, verduleros tipo delivery, rastrojeros que aún cambalachaban baterías por huevos. Había vida… eso había. Vida en las calles.
Con la Romina la pasamos genial, creo que es el amor de mi vida, y la verdad que yo me siento tremendo mendocino concheto y pelotudo, típico prejuzgador del culo. Me voy a meter mi Godoy Cruz careta en el ojete.
Escrito por Esteban Lezcano para la sección:
buenisimo loco! es posta 100%, lo q hacemos por una buena minuza supera cualquier prejuicio o amenaza lasherindia. A mi me pasó lo mismo con una minita del Sagto Cabral y tambien se llama Romina (Ayelen) La unica diferencia es q ese barrio sí que es la garcha misma y me tiraron la bronca varias veces jua. A los lasherindios no les gusta nada q se levanten a sus minitas mas si somos negros de otros deptos (te sacan la ficha cuando no sos de Las Heras) Pero la minita era un bombonazo mal, yo no sé que comen en Las Heras pero las hembras se desarrollan distinto q en el resto de Mza (además de q son un avión).
Jajaja lo que me reí! muy buena nota! soy del barrio jardín los andes, pero vendría siendo lo mismo que el cementista, porque estan todos los barrios pegados. Es tal cual lo que contas, ya que toda la gente del «interior» piensa eso de todos los barrios de las heras. Pero por suerte esta zona es hermosa. Gracias por dejar bien nuestro territorio! jajaa, saludos!
Y… Pasaste por las partes lindas… Soy de las heras.. Pero hay zonas que no voy si no es de dia o acompañada..
La verdad que cada línea que leí no paré de reír. Aplausos una gran nota! Diría que lo último que escribiste lo hagas!! Metete tu GC CARETA en el orrrt* jaja no todo lo que decís de las heras es así (:
Saludos. Ani de Las Heras 😀
Aguante el Cementista 2!!! Las mejores minas salen de ahí 😛
Asi somos con los prejuicios, me paso algo así cuando tuve que ir por primera vez a Corralitos, o a Colonia Segocia, etc y nada que ver. La pasé peor en el cheto Godoy Cruz cuando me metí en un barrio donde me quisieron parar y como no frené me cascotearon el auto, despues me enteré que eso era el Barrio Papa, también me comí un piedrazo en la ruta y despues me enteré que era el B° La Gloria, asi que moraleja zonas jodidas hay en todos lados, pero por una rica fémina nos metemos donde sea, y mas esas que como dice el amigo parece que se alimentaran con alguna sustancia que les saca lomos terroríficos dignos de la mas feroz baba
Te juro que iba por la mitad de la nota e iba a ir directo a los comentarios para re cagarte putiando! Decí que la terminé de leer jajaja. Muchas personas dependen de un ver para creer… ahora te tocó a vos, pero faltan miles de personas que nos juzgan todos los días, nos discriminan y demás. Las Heras tiene mas de 250 barrios y vos fuiste solo a 1 ¿te imaginas la cantidad de guachas ricas que no viste?
Esta nota es genial! Soy y seré siempre de Las Heras. El barrio que más amo es el 1º de mayo. ¡Es un universo aparte! Actualmente trabajo en el Municipal y veo la misma actitud en las personas, una amabilidad y camaradería que no cambio por nada. ¡Gracias por reivindicarnos aunque sea un poquito! Admito que, como en todo departamento de nuestra provincia, hay lugares fuleros, pero no podemos encerrarlos a todos en la misma bolsa.
Es lo mejor que me pudo pasar en la vida…haber nacido en Las Herasy ser del Globito…las mejores minas de todo Mendoza…Deberíamos ser Provincia aparte Ja!!!!
Yo viví siempre en ciudad y tuve la suerte de irme a vivir al Bº Cementista I que lo amo es lo mas, mis niños eran felices ahí…..una pena haber tenido que volver a ciudad.
Tuviste la suerte de ir hacia el Oeste. Si Romina llegaba a vivir en el Este de Mordor, te estaríamos leyendo…pero en los avisos fúnebres.
Me pasó lo mismo , pero en el Municipal. Estuve media hora esperando a la mina en la plaza de ahí, la mejor media hora de mi vida
La nota más pelotuda que leí.
Pase toda mi infancia-adolescencia en Las Heras City.. yo siempre vivi en la 6ta (ciudad) pero todos mis amigos viven en LH.. y la verdad es que los mejores recuerdos de la plaza Marcos Burgos, fiestas y cumpleaños de barrios y salones de fiestas barriales… obviamente hay lugares jodidos, pero estamos en Latinoamerica, no pidamos fama… y si, las ladyes de LH son de las mejores en cuestiones de calidad (y cantidad tmb)…
No sólo que la nota es una tremenda pelotudes escrita, sino que tus altos grados de discriminación no tienen límites, le fatas el respeto a la gente de clase baja, a la gente que sigue un partido politico especifico, al intendente, A los hinchas de huracán, a los homosexuales, a las personas que no tuvieron oportunidades como vos al nacer en un nido de clase y rico. La gente como vos es realmente a la que le tenemos que tener miedo, y sobre todo asco. Esteban Lascano, tremendo pelotudo culo rico, concheto del orto. Sólo hay algo que te voy a aclarar, gente como vos hace de esta provincia una cagada. Y como todo te entra en ese agujerito tan pequeño que tenes, seguro también, te entrará este comentario. Besos.
La terminaste de leer mijita?
almenos termina de leer la nota -_-
GRAN BOBA..!!! TERMINA DE LEER….!!!!!! y después OPINAAAAAAAA!!!!!!! BABAS
La terminé de leer. Esa es mi opinión te guste o no. Saludos
YO ME PREGUNTO SI ESTE CHICO..CONOCE BIEN SU DEPARTAMENTO??? XQ YO LE PODRIA NOMBRAR UN MONTON DE BARRIOS DE G.CRUZ QUE SON IGUAL O MAS MARGINALES QUE LO QUE EL PUEDA CONOCER EN LAS HERAS!! O EL BARRIO LA GLORIA,HUARPE,FACHINAL PARQUE SUR,FAVORITA,FLOR DE CUYO.ETC NO PERTENECEN AL MANHATTAN G.CRUZ? ME PARECE UN COMENTARIO TOTALMENTE DISCRIMINADOR,X MAS Q DESPUES SE RETRACTE DICIENDO QUE NO ERA LO Q PENSABA!!
Nada no rompas las bolas!
Y claro que iba a ser hermoso no van a robar en su propio territorio, roban en Godoy Cruz por ejemplo
Te puede gustar la nota o no, pero no lo podés acusar de discriminador siendo que el mensaje que deja es reírse de los discriminadores, Se puede ser tan imbecil para no darse cuenta? Comprensión de lectura nena, si no vas a tomar la pastilla del día después… El mes después boba
Es sarcasmo marcar diferencias entre G.Cruz y L.H… El q conoce los dos departamentos entiende lo q digo.. Vivo en Gllen. mas de lo mismo, la diferencia la hace uno donde sea que esté. He tenido la suerte de conocer otros paises de América y Europa y puedo asegurar que en todos lados hay espécimenes raros y pueblos que parecen sacados de una historia de terror. La misma adrenalina q podes sentir frente a un «gorra 45°» q no sabes si te va a chorear la podes sentir en el metro de Paris frente a un moro cn su turbante que no sabes en q momento se va a inmolar por su dios.
si es bello el cementista viví hay 26 años y ahora viví en el smata es cerca pero igual extraño mucho mi barrio hay todos nos conocemos. es la parte bella de las heras
ja ja ja muy bueno