Si bien los lectores asiduos tienen un amplio conocimiento de las diversas obras de Gabito, descreo que en su mayoría puedan tener en cuenta a esta novela. “La Mala Hora” está situada en un pueblo, no muy diferente a Macondo, pueblo húmedo perdido en el medio de la selva colombiana. Es tan denso su clima, que esta pesadez de humedad y calor traspasa a los personajes. Como dije, todo sucede en un pueblo, y como dice el dicho “pueblo chico infierno grande”, y en este infierno pueblero un día comienzan a aparecer en las puertas de las casas papelitos que incriminaban a sus habitantes en situaciones poco agraciadas con sus vecinos. Tan grave es el asunto que en medio de esta incertidumbre que producía el denunciante anónimo, se produce una muerte.

En medio de este hecho se van sucediendo infidelidades, acusaciones falsas, delitos y en el ojo de la tormenta la policía que realiza actos poco comunes dentro de la comandancia, a manos de un poder golpista que busca acallar todas las voces que se muestren en desacuerdo. Y el Padre Ángel, cura párroco del pueblo. Quien se hace eco de las voces y junto a su grupo de monjas tienen la misión de eliminar a una rata que circunda el edificio parroquial.

En ningún momento se logra dilucidar quién y que expresan cada uno de los pasquines que aparecen en las puertas cada amanecer, pero al salir el sol llega la mala hora.

Si te encanta chusmear la vida ajena, o vivís en un pueblo y querés entender lo que pasa allí, ésta es tu novela. Encontraras todos los condimentos que han hecho de García Márquez el escritor que fue y que será… un boom.

Escrito por La Bibliotecaria para la sección: