¿Cuántas veces hemos escuchado a nuestras abuelas o madres mencionar que tal o cual tiene un “encamotamiento” terrible? Y nunca vamos a saber el alcance de dicho vocablo porque, casualmente, cuando lo estamos viviendo la ceguera extrema que cargamos nos lo impide.
Esto generalmente sucede en la edad de la tierna juventud, cuando sos una tontona que se cree que se las sabe todas, pero tontona en fin. Una que ya está pisándoles los talones a los treinta tiene la posibilidad de observar a la distancia ese estado que todas pasamos, lamentablemente.
Y la ves a la inocente, ahí enamorada, fundida con el otro, soñando un futuro juntos con su “amor”, ese que le va a durar toda la vida. O tres años aproximadamente, pero ella no lo sabe, porque el encamotamiento le hace creer que el mundo empieza y termina en el pelele con el que se cruzó. Lo peor de esta etapa, es que no ves más allá de tus narices.
Dejamos proyectos de vida, estudio, amigas, amigos, hasta a la familia de lado. Somos capaces de faltar a los exámenes o a reuniones importantes para estar con Él. O de quedarnos el día antes del “cumplemes” haciendo alguna manualidad horrible para regalarle. Para las viejas chotas como yo, son fácilmente detectables apenas les ves el facebook o los ves juntos. ¿Y qué podés hacer o decirle a la pendeja? Nada. Dejar que el tiempo le corra un poco la venda que tiene en los ojos, ya que en este momento crítico, nada es más importante que ÉL. ÉL. El mismo que se va a garchar a cualquier gato tobara o te va a decir que después de tantos años juntos, que te quiere, pero que quiere tomarse un tiempo, obviando totalmente la palabra “indefinido”.
Porque, querida amiga, Él si se dio cuenta lo que se estaba perdiendo. Se dio cuenta de la cantidad de etapas que estaba echando a la fogata de San Pedro. Y el efecto colateral de esa avivada repentina, es dejarte con el orto mirando al sudeste y mandarte a volar.
Y ahí la tenés a la pelotuda, recurriendo a las mismas amigas a las que antes les mintió acerca del motivo del abandono, pero que ya todas sabían que era por Él. Y la escuchan, la consuelan, la reciben como a la hija pródiga que vuelve de esa primera rotura de corazón, con la nostalgia de saber que todas lo han pasado exactamente igual. Esa misma vieja insoportable que mil veces te quiso aconsejar y la mandaste al joraca, también está ahí secándote las lágrimas. Porque, al fin y al cabo también le tocó y la vida te va a demostrar que ella es tu mejor amiga, ahora y en todas las desilusiones del mundo.
Te tenés que perder las compoteras, el juego de sábanas y los adornitos para el modular en el medio del ojete, porque en “Modo Camote” hasta sos capaz de ponerte a planear tu casamiento y “armar el ajuar”. Dios mío, lo recuerdo y no sé si reirme o llorar. Y vos que pensabas que tu vida iba a girar en torno a Él ¡Inclusive ya tenían los nombres de los hijitos y de los perros que terminarían de conformar el hermoso grupo familiar, planeado a los 18 años!
Ay, chiquita mía, de nada sirve lo que cualquiera pueda decirte. Vas a leer esto y vas a pensar que a vos no te va a pasar. Que “el gordito” va a amarte para siempre. Puede que así sea, en un número muy escueto de posibilidades.
Sólo puedo decirte que, una vez que se te pase vas a ver las cosas con más claridad y todo lo que te perdiste por el “camote”. Y esperemos que en la próxima, no dejes de pensar nunca en vos misma, en tus proyectos, en crecer personalmente y no en crecer como una rama dependiente de un pelotudo.
No importa lo que escupas de la boca para afuera. Nunca, y metételo en la cabeza, nunca vas a dejar de creer en el amor, y en ese hombre ideal para vos que algún día llegará. Lo que sí, si alguien ve al mío le da mi número de celular, joder.
Jajaja todas pasamos por eso. Gracias a dios ya estoy en la etapa de consejera y no de encamotada jaja
Ufffffff quién no lo sufrió….quién no dijo ya está, ya aprendí y cayó diez veces más…Excelente nota
Hola sos capa, besi. ?
muuuy bueno Lia!! jajaja, me reí muchísimo porque yo misma me lo he prometido una y otra vez, pero ya estoy encamotada!! ja ja.. bueno para tomar el carril correcto ahora.
Ssselente nota Mía!!! Lo peor es que en ocasiones ves ese primer amor a la distancia y es como verte cuando tenías 5 años, pensás «Qué ilusa y conformista que era, pero qué feliz que fui con tan poco….»
Wooowww…. escribiste mi biografía sin permiso… jejeje
A los hombres tambien les pasa…
Es cierto y nos pasa con cada cabrona!!
Ohhh… pero si yo soy la reina del camote! Lo mantuve al infeliz por tres años! Sabias palabras en esta nota, genia!
Mi amiga de la secundaria se había comprado hasta las ollas (y casi casi la heladera) por estar así de bola… a saber que hizo con todo lo que compró
La cruda verdaaaad! Genia Mia!!! Excelente nota… 😀
«..crecer como una rama dependiente de un pelotudo.» jajajajaaj es la maldita verdaaaaaaaaaaaaad ! Sos una geniaaaaa Mia ?
Conozco a un hombre asi…de hecho le decian el camote..su novia fue reina jajaja
espero siempre tus notas, y la espera vale la pena, genia !!
Si te mostrara la colección de tarjetas de cada cumplemes que tiene mi marido (en ese entonces novio) con cartulina, goma eva, glasé, purpurina, etc. Un laburo de chota encamotada por supuesto. Ahora con las redes sociales es mas fácil… una foto/video musical/fotomontaje con dedicatoria y listo!
¡Es buenísima esta nota! Pero te digo algo, peor es haber estado encamotada OCHO AÑOS por un pelotudo que te tuvo de «mejor amiga»… ¡Somos hijas del rigor, maldita sea!
Como diría mi vieja: novio = no-vio. Coincido con Milo, los flacos también lo viven.
Simple y clara la nota! Me gustó lo del «Modo Camote» jaja
Haha ._. Nunca tuve novio, me rio de las camotes y cuando todo llega a su fin puedo decir decir- te lo dije sos chica y tenes que disfrutar c:
18 años encamotada…ahora me hago pure con el camote..jaja…no me pasa maaaaaassss
Que pesiima pero ppppesima nota por dios.
Gracias a todos por los comentarios! Definitivamente es la mejor época la de las mariposas en la panza!!