/El Top five de los peores trabajos del mundo

El Top five de los peores trabajos del mundo

Lejos de hacer un homenaje a los trabajadores, yo decidí escribir lo que realmente pienso del trabajo, no es que haya tenido uno serio, pero en mi vida he tenido que hacer muchas cosas para ganarme unos mangos.

Hoy les quiero hablar de esos trabajos que son una garcha atómica y que atentan contra la dignidad del mas pelotudo de los seres humanos. Ese tipo de trabajo que careteas poniéndole un título largo con palabras como “logística” o “gerente”. Pero que en realidad tanto vos como tus amigos saben que es una verdadera cagada. Pero bueno, al fin y al cabo es una changa que te ayuda a sacar unos mangos para gastarte en ropa y en putas, eso nadie te lo puede negar.

Yo  personalmente, siempre fui un buscavidas, nunca duré más de un día en ningún trabajo, ya que algunos se quejaban de mi mal olor o de mi problema con las combustiones espontáneas. En fin, he tenido tantos trabajos pedorros que decidí contarles a ustedes, mis amigos virtuales, algunas de mis experiencias laborales más embolantes. Para hacerlo más ordenadamente decidí armar un top five con las cosas más feas que he tenido que hacer a cambio de dinero.

Inodoro ambulante: Andar con una mochila con forma de inodoro en un casting para cuestión de peso, sin dudas no fue lo más placentero que me paso en la vida. Me tocó verle el ojete a cachalotes de toda raza y color.

Pro: Lo bueno de este trabajo es que le saque el número a varias gordas que andaban con problemas estomacales y necesitaban los servicios de un fontanero.

Contra: estuve dos meses y medio sin poder distinguir el aroma de mi propio excremento.

Destapador de inodoros llenos de mierda: Este nació casi como consecuencia del laburo de inodoro ambulante.  Vinieron hacia mí unas gordas que mientras cagaban y me pedían papel, me contaban que hacía dos días que no usaban su baño porque estaba tapado. Además de esto algunas entraban en detalles y me contaban que existía en los mismos la presencia de los tan temidos “submarinos”. Como no tenía alternativa me mande de una a hacer el laburito.

Pro: Mientras luchaba contra el Monstruo del lago Ness en uno de los baños, una gorda con dentadura postiza se vio atraída por mi imponente figura llena de sudor, por mis gestos de esfuerzo y quien sabe porque otra cosa. Pero el asunto es que se me acerco, se sacó la dentadura y me tiro la piola como si fuerala Venus de los petes.

Contra: La gorda me dijo que le avisara antes de venirme, pero la verdad no me aguante ni media y la deje haciendo gárgaras con el producto lácteo más conocido como: “leche demipalo”. En función de esto, la gorda destapo el baño conmigo, literalmente. Me quedo mierda hasta en las muelas.

Empanada publicitaria: Sin dudas disfrazarme de empanada es mucho más digno que ser un retrete andante o una sopapa humana. Pero que vergüenza que me comí cuando me cruzo a mi ex novia de la mano con un hombre de traje y me vio a mí disfrazado de empanada. Aún recuerdo cuando me corto y yo le dije: “te vas a arrepentir  toda tu vida, no sabes a quien estas dejando”. Claro, obviamente yo no sabía que el destino me depararía ser la empanada gigante de un delivery.

Pro: Este fue el primer trabajo que no tenía absolutamente nada que ver con gordas, ni con excremento.

Contra: Renuncie porque mi traje tenía un repulgue en puntas y a mí me gusta el tradicional. No lo pude tolerar, soy un tipo que no puede ir contra sus principios.

Miembro del trencito de la alegría: Gracias a este laburo no puedo acercarme a menos de50 metros de cualquier niño mendocino. Todo comenzó un día que un niño me señalaba y me decía “vo so puto”. No lo dijo una vez, sino que el niño insistía ante mi pedido de que no me faltara más el respeto. El infante insistía, seguía señalándome y diciendo “mira mami, puto”. Hasta que me calenté y le di un cachetón de revés al pendejo que le dio vuelta la cara, acto seguido en niño llorando me dice: “puto malo, Mickey bueno”. Fue recién ahí cuando note que estaba disfrazado del perro culiado ese. Obviamente perdí el trabajo.

Pro: Al menos ninguna ex novia me vio golpeando a un infante de 3 años.

Contra: Nunca más pude ir a jugar ala Play con mi vecinito por esa maldita restricción policial.

Ser Papa Noel: A estas alturas seguro que van sacando sus propias conclusiones y estarán pensando, este tipo es un showman. Pero no, un día me llega la posibilidad de trabajar en el Shopping disfrazado de Papa Noel. Todo iba sobre rieles, los niños se me acercaban, se sentaban en mi falda, foto y a otra cosa. Hasta que lo veo a él, un gordo de metro ochenta, baboso y peludo, que se acerca a mí y me dice: “Te descubrí”. Acto seguido se da vuelta y les grita a todos: “Este no es el verdadero Santa”, y me saco la barba trucha y el sombrero.  La reacción de los niños fue inmediata, en cuestión de segundos tenia a una manada de infantes pisoteandome hasta las pelotas. Obviamente otra vez me quedé sin trabajo.

Pro: Me gustaba saber que esos niños soñadores que me pedían un auto y tres bicis en la cartita solo recibirían una remera.

Contra: Ahora mis primitos creen que mate a Papa Noel y lo enterré en el patio de mi casa.

Bueno amigos, espero que se hayan reído de mi desgracia, tanto como yo me reiría de ustedes si los veo en alguna de estas situaciones.  Espero que sigan siendo explotados por el sistema hasta el último día de sus penosas vidas. Besis.

También podes leer:
¿Que agitás guacho? 

El año pasado escribíamos:
Se llenó la cancha de traviesos 

ETIQUETAS: