/Entrevista a Walter Gatica

Entrevista a Walter Gatica

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Todo empezó la tarde del martes.  Estaba tomando unos mates cuando me llega una pregunta difícil de contestar:

-Chicos,¿ vieron el video?

-¿Qué video? ¿El de tu culo y mi fideo?

-El de Walter Gatica del 9, algo le pasó en una entrevista.

-No, ¡pasálo!

Y ahí es cuando saltaron muchas dudas por la cabeza ¿Qué le pasó? ¿Le dio un ABC? Después de ir al baño para meditarlo, decidí contactarme con Walter para hacerle una pequeña entrevista. Él accedió muy amablemente y quedamos en juntarnos en la mañana del miércoles en el café de la calle Garibaldi y Rioja, justo el que está abajo del canal.

Obviamente me agarró terrible emoción, iba a entrevistar a un periodista, cosa que nunca me imaginé que iba a hacer. Llegue al café y me pedí un cortado con dos medialunas, tres cuartos café y lo demás leche, sin espuma por favor.

A los 5 minutos de que me traen el pedido,  veo a un hombre de traje que ingresa por la puerta del café. Me pareció raro, estaba algo desorientado, como choco que lo largan a la calle y no sabe para dónde disparar. Tenía los ojos fijos y , para observar,  giraba la cabeza de un lado para el otro, cosa que pocas veces se ve.

Le hago señas y se me acerca rápidamente, se para en seco y firme me dice:

-¿Cómo te vaaa? Muy buenos diías, ¿vos sos Piricles?

-Sí, Pericles. ¿Cómo te va Walter? ¿Todo bien?

-Bieeen acá laburtando un poco.

No sé qué le pasaba que se le lenguaba la traba.

-Bueno Walter, sabés para que te llame, me imagino. Contame qué te pasó la otra noche en el móvil.

-Buueeéno, yo estaba en Santaropatata comiéndome unos chinchus con mi armiegos y me empezó a sonar el celular. Me llamo Fernando Hidalgo y me dricce “¿Dónde estás, la verosímil concha de tu hermana?”, yo no le quiriría contar que estaba en un asadiíto, entonces le dije que estaba  en mi casa mirandando un patrirido.

-Ahhh, bueno.  ¿Y qué pasó entonces?

-Nada, me dijo que había un clima de tensisisión en departataomento de Rivadavia, entonces me subí a la camioneéta y me fui a ver que pasaraba.

-Walter, ¿Estás bien vos?

-Sí, ¿Por qué pregutatas? ¿Pasa algo?

-No, nada, te noto un poco raro. Te hago una pregunta, ¿No te habías tomado un vino o un par de cervezas el asadadado, digo, en el asado?

-No, no había tomamado nada, solo una cocacacola con mis amigos. Cuando llegué a Rivardarvia había una tensisisión muy garande entre los vecinos y laaa los efectivos de la polecía. Entonces hablé con el jefe de la destrictal que me dijo que todo estaba bien. Fui a comprarme una cerverelevite de pomelo al kiosco de la vuelta. Me dieron de vuelto caramelelos en vez de monedas y eso me puso muy nerviosososo, eso es lo que rearlamente pasó.

Ya empezaba a sospechar, algo no me cerraba ¿Cerverelevite de pomelo? ¿Qué mierda es eso?

En eso se me queda mirando fijamente con un ojo y el otro empezó a bollar de un lado para el otro por toda la habitación hasta que se encontró con un ejemplar del diario El Sol. Mientras que con un ojo me miraba y con el otro leía el diario me dice:

-Yo no sé, acra dice que River empatató uno a uno en el Monurmentral, yo creo que se la perdió una buena oportrundidad.

Nos quedamos conversasandro, perdón, digo conversando un rato y cada uno se fue a hacer sus cosas.

Lo único que puedo decir es que esta entrevista me generó más incertidumbre que certezas, pero igual no importa. Tipo piola el Walter, me pago el café y me dijo que el vuelto era mío. Cuando se fue me dijo “Gracias por invititar el café Piriclecles”. Cincuenta pe son cincuenta pe, no se pueden despreciar chicos.