El pasado lunes, sería uno de los días más oscuros en la vida de Mario, más conocido como “Pan triste”. Este sujeto es el panadero más popular de la cuadra, y perdería a su mujer luego de un fuerte mal entendido.
Al enterarme del hecho, me subí a mi bici y manejé 3 cuadras a máxima velocidad para tomarle declaración a Mario, quien me contó:
Yo estaba en casa amasando unos pancitos saborizados y mi esposa se bajó de un auto con vidrios polarizados, un poco agitada y con la pintura corrida. Me preocupé por ella y cuando le pregunté de dónde venía, rápidamente me cambió de tema y me dijo:
-¡Aha! Así te quería ver, atorrante…
– ¿Qué te pasa, Norma?
– Te encontré con las manos en la masa, sos un hombre infiel, yo lo presentía…
– Pero…
– Ojo por ojo, diente por diente, Mario, no lo olvides.
Pero lo que más sorprendió a Mario, fue ver que su mujer ya tenía todas sus cosas empacadas y había llamado a un camión de mudanzas, justo a la hora en la que el siempre prepara el amasijo, como si tuviese algo entre manos…
Para no quedarme con una sola parte de la historia, decidí indagar a los vecinos, los que declararon lo siguiente:
“Se la está garchando el Daniel, al menos hasta el sábado era así.” Nos decía doña Marita.
“Esta se cansó del miñón y ahora quiere un flautín” Nos dijo con tono sugerente Don Osvaldo.
Sobre el final de mi tarea en la zona, me encontré con Mario llorando en una esquina y me dijo: “Lo que más me jode, lo que me rompe en serio las pelotas, es que la Olga tenía zarpado pan dulce”.
pobre Mario !
Pobre Mario. Jajaja