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Guía práctica para desintoxicarse de un boludo

Los boludos existen desde antes que el vino, pero si algo nos ha enseñado la evolución del hombre y el paso del tiempo, es que cada vez hay más. Y peor aún, si mirás a tu izquierda o a tu derecha, probablemente estés viendo a un boludo.

¿Qué es lo malo de esto? Si nos agarran por sorpresa o desprevenidos, la boludez se nos va pegando en pequeñas dosis, y un buen día, nos levantamos, nos miramos al espejo y vamos a ver a un boludo.

Para evitar que eso pase es necesario eliminar esa toxina de nuestro cuerpo y procurando no volver a ser contagiados.

1. La aceptación: tome conciencia que nos rodeamos de boludos

Te metés a las redes sociales y ves boludos. Predés la tele y hay boludos haciendo boludeces. Salís a la calle y no parás de ver boludos. Salís a bailar y los boludos abundan en la noche mendocina. Y te acostumbrás. Y lo dejás pasar como si nada. Pero ojo, la contínua convivencia con boludos es capaz de robarnos las vivencias cotidianas, y con el tiempo una vida saludable. Simplemente el primer paso para desintoxicarse de un boludo es saber identificarlo y alejarse.

2. Silencio mental mata a boludo (y nos salva de tener un día de mierda)

Los boludos abundan y nos rodean cual orda de zombies intentando discutir temas como el frakling, el FMI y la lista de Sampaoli para el mundial. Suele suceder que al principio no nos damos cuenta que estamos entablando una conversación boluda y cuando lo descubrimos ya hemos perdido nuestro valioso tiempo. Acá lo que usted tiene que hacer es lo siguiente:

  • intentar terminar la interacción lo más rápido posible
  • cerrar sus ojos
  • piense por unos segundos en el aquí y ahora
  • sienta cómo le pega el sol en la cara o cuán calentitas tiene sus manos en los bolsillos
  • Inhale – exhale

Verá que al cabo de unos minutos el boludeo al cuál fue expuesto no habrá hecho estragos mayores en su psiquis.

 

3. Aplique la primer ley de Newton 

Ojo, no es broma ni estoy intentando dejarlo como un boludo a usted, querido lector. La primer ley que trata los principios del movimiento de los cuerpos en el universo, redactada allá por el 1687, dicta que “Todo cuerpo se mantendrá en estado de reposo o movimiento uniforme y rectilíneo a no ser que sea obligado a cambiar su estado por fuerzas imprevistas por él”. Dicho de otra forma, los objetos quietos tienden a quedarse quietos y los objetos en movimiento tienden a moverse. Bueno, nuestra posible relación o interacción con boludos puede verse representada en esto. Si estamos con boludos, tenderemos a ser boludos y si evitamos a los boludos, tenderemos a alejarnos de la boludez.

4. Tómese 30 minutos y haga algo que le guste

No hay peor boludo que el que no hace algo que le gusta solo porque cree que es una boludez. ¿Le gusta pintar? Vaya, cómprese un par de témperas. ¿Le gusta ver fotos de casas glamorosas? Métase en Pinterest. ¿Le gusta los superhéroes? Vaya y cómprese una revista. ¿Le gusta columpiarse? Vaya y colúmpiese en la plaza. De esa forma no solo no será un boludo, sino que será feliz. Y si alguien lo ve y le dice «dejá de boludear» simplemente contéstele: «tu mamá es mi novia».