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Invitaciones indecorosas

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-¿Estás ahí?

-Sí, bancá. Estoy sirviendo el vino.

-Yo no soy muy de tomar vino, sabés que prefiero el fernet, pero estoy… jajaja.

-¿Cómo estás? No vas a vomitar, te fajo acá. Y no te pido permiso.

-Nah, boluda. Va’ a vomitar. Estoy así como… como hot.

-Jajaja por eso me gusta. Siempre que me abro uno sola, clavado que esa noche me toco.

-Contame.

-¿Qué querés que te cuente? ¿Ya te lo probaste?

-Sí, empecé por el de encaje negro. Tenés de todo en este cajón.

-Bueno, a ver cómo te quedó. ¿Te pusiste el portaligas también?

-Ah no lo vi, ¿ese dónde está? Pará. Mientras, contame cómo te tocas.

-Ahí en el cajón está. Que se yo… me toco como se tocan todas. ¿Vos cómo te tocas?

Estaba en la sala, esperando que saliera de mi habitación donde, como nena chiquita, se estaba probando mi artillería de combate. Youtube al tele y los Ratones Paranoicos con Rock del gato.

-Jajaja, ¿qué pusiste?

-Es para que entrés en ambiente.

-Murray, esto ¿cómo se prend…? No, no. Dejá, ya lo prendí. Ay boluda me encanta… la de guerras que tiene que tener esto, Dios.

-¡A veeer! Te hacés desear… Salí a la cuenta de tres. Uno… Dos.

-¡Taraaán! Me ganó la ansiedaT, jajaja

-Ah bueno… Diva. Diosa. Decí que no tengo pito, sería mala para disimular… ¿Esos moretones son del caño?

-¡Qué decís! Jajaja Si, pero no me mires los moretones ¿Cómo me queda? Me mata el portaligas.

-Yo te doy… bah, si fuera hombre yo te daba.

-Vos sos medio bi… ¿cierto?

-¡Lovely! ¿Qué es esa pregunta?

– Digo, por el relato lésbico con Mérida…

– Son relatos. Me gusta la chota como el agua, a la mierda el diccionario. Igual, yo que vos no indago mucho, la curiosidad mató al gato.

-Boluda -sorbo largo a la copa y mirada perdida- deberíamos escribir sobre esta juntada, no nos la cree nadie.

-Nah, Bomur nos va censurar.

– ¡Dale! “Murray- Lovely”, “Lovely-Murray”.

-Música y sexo.

-Vino…

-Rulos…

-Masturbación… todavía no me dijiste como es que te tocas. Me esquivas el tema, Minaah.

-Me tienta explicártelo de manera práctica, me aburro si hablo mucho.

-Mirá vos. A mí me gustaría que me lo expliques de manera oral, pero sin hablar. No sé si me vas siguiendo…

-Jajaja, haceme ese guiño otra vez, por favor ¡Mirála como pide! Tímida te dicen a vos…

-Hagamos así: si esta noche alguna de las dos prueba algo nuevo, sacamos la nota.

-Llevás las de perder.

-Podría sorprenderte, Murray… Voy a traer el cajón.

Cerramos el trato con el sonido de las copas que se encontraron en el aire, un poco torpes… tal vez ansiosas. El fino golpe del cristal dibujó muecas desafiantes en las dos.

Que empiece el juego.

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Continuará…