/La explicación a la famosa “Ley del embudo”

La explicación a la famosa “Ley del embudo”

La ley del embudo,” la más linda con el más boludo”, tiene su origen allá por la época donde los gatos empezaron a andar de la mano con los futbolistas. Cuanta belleza andando de la mano de terrible perejil. Décadas y charlas interminables en previas y asados, no pudieron dar luz a este terrible enigma, con conclusiones erráticas como:

  • Seguro esa potra está con él porque tiene guita.
  • Seguro tiene terrible poronga.

Pero el problema aunque no parezca, no está en la “linda”, ni mucho menos, en el que nosotros llamamos “Boludo”. El problema se encuentra en lo que he llamado “El síndrome de la fea y la rica”.

En la vida hay dos cosas que deben ser una mierda para toda mujer. La primera,  es ser horrible y que los hombres no la encaren. La segunda, es estar riquísima y que los hombres no la encaren.

¿Cómo puede pasar que grados tan opuestos de belleza, tengan resultados tan similares?

La respuesta es simple y se resume a una palabra: Hombres.

Pero si mi nota terminara con esta conclusión, Bomur me echaría del Mendo y me perdería las seis Lucas mensuales que me pagan por merodear estos pagos, asique vamos a exponer varios puntos de las actitudes masculinas.

Inseguridad: Nunca les ha pasado pensar: “Ah, para que gastarse con esta, si no hay chances de que me dé cabida”. Obviamente basada en la inseguridad de todo hombre, ante una dama que considera “inalcanzable”. Pensamos que no vamos a estar a la altura de las circunstancias, pero les digo algo, inalcanzable es el codo para la lengua, si tiene chocho y vos pito, te la podés levantar.

Esta inseguridad, funciona como mecanismo de defensa para que no nos garchemos de parado y sin permiso a cuanto bombón se nos cruza en el boliche. Es sano hasta cierto punto, pero hay que controlarlo para no pasarnos al límite de ser unos cagones, y tampoco atarlo tanto como para que nos sintamos demasiado ricos y las minas te vean como un pelotudo creído.

Proyecciones a futuro: Es segundo paso que da un hombre, una vez resignado a ir a conquistar a la dama, es buscar justificativos a su decisión, para quedar en paz con su conciencia. Ahí es cuando empezás a flashear y a imaginarte que pasaría si la mina en cuestión te diera bola. Primero pensás en la cantidad de veces que te cagarías a piñas en los boliches por los pajeros (grupo donde antes estabas vos) que la manosean al pasar, imaginas pasando por las construcciones agachando la cabeza, y lo que es peor, pensás que luego de unos meses, la mina va a encontrar otro mejor y te va a dejar tirado y aún con menos confianza de la que tenías…

¿Qué hacen los cagones en consecuencia?

Para preservar lo poco que queda de ego, al ver a una “potra inalcanzable” le brindamos improperios del tipo: “Mami, te agarro y te dejo turuleca”, “Rica, te agarro y te dejo el cuadro cruzado” y todos sus equivalentes, como: sacar la cabeza por la ventana del taxi y gritar boludeces, o tocarle bocina cuando pasa frente al semáforo, o en el boliche le agarrás el pelo. Esto es lo que llamo El Antilevante, proceso por el cual el hombre asume sus pocas posibilidades antes de tiempo, y opta por espantar al bombón.

Pero…¿Qué mierda tiene que ver todo esto con la ley del embudo?

Acá aparece la punta del ovillo, ¿qué pasa con estas mujeres que nosotros evitamos y algunos acosan verbalmente? Fácil, las minas están esperando que alguien se les acerque aunque sea a hablar un rato. Es en ese momento donde aparece el “boludo” (que de boludo no tiene nada)a intentar conquistarla, en un acto que muchos llamaríamos suicidio, pero el flaco va con fé.

Al tener poca oferta, y valorar el coraje y la actitud del boludo, la linda opta por darle una chance, y para ser realistas, entre tener un boludo con coraje y un boludo que solo grita guarangadas, ya sabemos con quién se quedará la bella dama.

Asique muchachos, no sean boludos y háganme caso…o no me hagan caso y sean unos boludos bárbaros, pero lo importante es ser boludos con fé.

NOTA: Hace ya un tiempo mi colega Bomur explicó otro paradigma sobre esta cuestión, el cual dejo adjunto Acá.

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