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La verdadera amistad entre hombres

Muchas mujeres se preguntan cómo podemos ser tan amigos entre hombres siendo que ellas mismas no lo pueden lograr entre las de su mismo género.

Muchas veces he intentado pensar esto, y ahora, a partir de varias conclusiones propias he logrado hacer un esbozo.
Un amigo es simplemente como una mujer a la que le darías mucho pero sin llegar a eso. A ver, uno, por masculinidad, nunca aceptaría que le calienta Brad Pitt, George Cloney y Richard Bomur por no perder esa masculinidad. Pero cada oportunidad que he tenido (en la radio, en las juntadas, etc) le he expresado abiertamente a Bomur que lamento no ser puto por no poder darle en serio. Porque lo digo de una y de “machito” (esos que son re fuertes y se cagan a piñas a cualquiera) no tengo nada, es más, nunca me he pegado con nadie y soy re cagón en eso.

A ver, sepan mujeres que a diferencia de ustedes, quienes muchas veces han dicho “me acostaría con tal mina sin significar que sea lesbiana” (y he comprobado que lo pueden llevar al hecho), nosotros tenemos muy en nuestro inconsciente, sin reconocerlo, porque quedaríamos mal por nuestro puto papel de masculino, que nos puede calentar un tipo, pero nunca llegaríamos al hecho, porque sinceramente nos da asco o repulsión, que nos puede calentar alguien, y bueno, ahí surgen muchas amistades.

No siempre es así, hay muchas causalidades que acuden a término, pero ahora me quiero centrar en ese concepto, tan poco tratado, reconocido y llevado a palabras.

Una teoría que tengo es que las mujeres no eligen a quien quieren de amigas, si no que eligen a quien NO quieren de enemigas, es eso lo que lleva a la típica gordita fea a juntarse con la más rica del barrio. Seamos realistas, a ninguno de nosotros nos gusta sentirnos inferiores, pero las mujeres llevan esto a un nivel mucho mas elevado. Es justamente lo mismo si lo vemos desde el lado de la mina rica, ella se junta con la feíta para que el contraste la deje bien parada ante la mirada de los hombres.

Intereses si, amistad no. Analicémoslo desde otro enfoque, el enfoque del boliche. En todo grupo de amigos hay un gordito, pensá que haría una mina si no tuviera a una amiga fea para el gordito,¿qué pasaría si en un mismo grupo de amigas todas estuvieran ricas? ¿Que tan equilibrado seria el mundo, si las mujeres no le miraran los rollos a la otra?
Pero el punto de la nota son los hombres, la amistad y la capacidad que tenemos de generar un lazo cuasi sanguíneo donde no lo hay, tomar partido, poner las manos al fuego por otro. Los hombres no deben pelearse por minas, es un axioma implícito en el ADN de todo macho hecho y derecho. Mientras que vemos como las minas se agarran de las mechas con otras de su especie para ver quien se queda con el macho alfa.

La diferencia entre hombres y mujeres, siempre se trata de eso. El miedo a ser puto, el asco a ser lesbiana, como si sábanas adentro nos importara el qué dirán.

A ver, ¡basta Don Rata! ¡Definamos por qué es mucho mejor la amistad entre hombres que entre mujeres!

La amistad entre hombres, nos permite, como reglas no implícitas, pero totalmente cumplidas entre machos, pero no estamos hablando entre machos de esos musculosos y que le pegan a cualquiera, porque no lo somos, sino como verdaderos machos, los siguientes ítems:

  • No compartimos minas, si uno se hace a una, listo, esa quedo eliminada de la lista para siempre, por más rica que esté.
  • Festejamos los triunfos del otro, ni mierda de andar envidiando y esas boludeces.
  • Nos decimos las cosas de una, nada de “qué bueno tal cosa” “qué bien te queda eso”, si algo es genial, es genial, si algo te queda para la mierda, cagaste, por un mes vas a ser el punto de todas las gastadas, y como buen machito, te la aguantás y hasta te jodés vos mismo.
  • No andamos declarando “trofeos” por todos lados, la hacemos calladitos, aunque sea la deseada de todos, aunque lo sepamos.
  • No siempre pretendemos acabar primeros, si no tenemos ganas, no es nuestro objetivo.
  • Contamos a viva voz nuestros fracasos (que son más que nuestras conquitas, sépanlo).
  • Si necesitamos algo, a cualquier hora, digamos 4 am durmiendo plácidamente y nos llama alguien diciendo “venime a buscar, estoy en una acequia re en pedo y me están persiguiendo cuatro para cagarme a piñas”, lo re puteamos, nos cagamos en su puta madre, pero vamos igual al rescate, aunque después no nos hablemos por semanas.
  • No solo aceptamos, sino que deseamos que nos repliquen las jodas bizarras, jodidas, de humor negro, de la hermana, de la madre, de lo pelotudos que somos y de la que nos hemos mandado, no podemos aceptar a alguien que se retenga porque le da “cosita” joder sobre alguna cosa personal.

Así que ya saben, cuando uno, siendo un humilde espermatozoide en etapa de elección, porque como dice el Discovery Channel, todos somos al principio mujeres hasta que se define por macho o hembra, elijan macho, no por nada el 54% de la población mundial se ha equivocado, se sabe que al final nosotros tenemos la posta, aunque nos encante ese 54%, y ojala que fuera más…

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